El 2020 nos ha traído muchas sorpresas, ha sido un año de muchos movimientos sociales (y eso que apenas estamos en marzo), aún con todo lo que ha sucedido nada ha acaparado tanto los medios como el coronavirus, en gran parte porque tenemos mucha información cruzada, hay países en los que esta enfermedad ha afectado a más población que en otros, acá en México solo habíamos especulado las consecuencias de su llegada pero desde la semana pasada con los primeros casos confirmados se volvió un peligro real.

Este fin de semana la Secretaría de Educación confirmó la suspensión de clases del 20 de marzo al 20 de abril, dejando en claro que estas dos semanas de clases serían repuestas al final del año escolar, acá lo que a muchas madres y padres de familia nos hace ruido es cómo lo anuncian, parece que fuera un periodo vacacional extendido y no una medida de protección para quedarse en casa, tanto así que este fin de semana la ocupación hotelera en Acapulco estuvo al 93%, siendo que no está del todo comprobado que el virus no sobreviva en climas calientes, como lo habían dicho antes, aunado a que quienes lo portan pueden permanecer asintomáticos por más de una semana, llevando la enfermedad a otros Estados.

De la poca información corroborada en el mundo es que la población vulnerable son las personas menores de cinco años, con afecciones respiratorias (asma, alergias, secuelas de pulmonía), mayores de sesenta años y personas inmunodeprimidas (por ejemplo, quienes tienen cáncer), esto quiere decir que el resto de la población muy probablemente aunque padezca de la enfermedad solo sufrirá un resfriado severo o en el peor de los casos tendrá que ser hospitalizada pero precisamente AHÍ ESTÁ EL PROBLEMA y por favor leer con atención, aunque sólo la gente “vulnerable” a enfermarse de coronavirus fuera internada en nuestros hospitales NO HAY LA CAPACIDAD DE TENER A TANTAS PERSONAS EN HOSPITALIZACIÓN, por lo que no todas las personas podrán ser ingresadas ni atendidas, lo que nos lleva a un colapso en los centros de salud.

Es de vital importancia que nos solidaricemos y nos quedemos en casa para evitar la propagación del virus, así como que facilitemos a las demás personas que se tienen que estar en cuarentena las condiciones adecuadas para hacerlo (por ejemplo pagar a  nuestros empleados y empleadas en la medida de lo posible para asegurar su supervivencia), ahora más que nunca tenemos que cuidarnos unos a otros, no tomen este periodo a juego, pueden salvar vidas permaneciendo en casa, no hace falta entrar en pánico, solo tomar conciencia, quizás tú te sientas a salvo, pero la gente que te rodea no tiene la misma suerte. ​​