Las declaraciones por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador acerca de la situación que vivimos las mujeres en México y la violencia de genero han causado inconformidad entre los colectivos feministas del país, algunos de sus dichos podrían ser tomados como “micro machismos” inofensivos, ejemplo de ello cuando dijo que “las mujeres debemos ocuparnos de los adultos mayores, no así los hombres, que son más desprendidos”, pero por desgracia estas declaraciones han ido subiendo de tono, como cuando señaló que la marcha del 8 de marzo estaba orquestada por la derecha, intentado restarle credibilidad o como en días pasados, cuando dijo en la mañanera que la violencia contra las mujeres no ha aumentado durante la cuarentena y todavía el 15 de marzo dijo que el 90% de las llamadas para denunciar violencia contra las mujeres son falsas. 

La respuesta por parte de los grupos feministas no se ha hecho de esperar, resaltando que no solo han aumentado las llamadas de emergencia, sino también las denuncias y las solicitudes de asilo a refugios para mujeres en situación de violencia extrema, otro dato que han aportado es el aumento de llamadas a las líneas de asesoría de los institutos estatales y municipales de las mujeres, así como el hecho de que en el informe de estadística nacional de llamadas de emergencia al 911 solo se registran las llamadas procedentes e improcedentes, no hay un rubro para llamadas falsas y en el informe de violencia contra las mujeres que publica el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública solo se consideran las llamadas procedentes; ninguna autoridad, ni la Secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero ni la directora del Instituto Nacional de las Mujeres Nadine Gasman han declarado al respecto, a pesar de que el presidente señaló haber obtenido esta información de ellas. 

Otro punto a resaltar es que a la fecha, a pesar de estar en fase 3 de la pandemia de covid-19, no tenemos un plan emergente para hacer frente a la violencia contra las mujeres durante el confinamiento ni tampoco sabemos si el plan de reactivación económica está siendo elaborado con perspectiva de género, tomando en cuenta el número de núcleos familiares llevados por madres solteras, la informalidad laboral en la que se encuentran millones de trabajadoras del hogar y la situación de vulnerabilidad que representa para las mujeres ser la principal fuente de trabajo no remunerado, veo también con preocupación el hecho de la reapertura de maquilas durante el pico de contagios y decesos, ya que el perfil de quienes trabajan en ellas es de mujeres pobres, algunas de ellas provenientes de otros países con su situación migratoria irregular, ¿han escuchado a alguna autoridad hablar por ellas y evidenciar el peligro de contagio que conlleva ser parte de la línea de producción de una maquila? 

Al ignorar o minimizar la violencia de género en México el gobierno está jugando de cómplice, abona a la idea de que las mujeres estamos exagerando, les da más elementos a los agresores para retomar el ya desgastado argumento de las denuncias falsas y desalienta a las víctimas a tomar acciones legales para buscar justicia, la violencia contra las mujeres y niñas si existe, en la calle, en la escuela, en el trabajo, también en nuestra propia casa, usted dice que no, señor presidente, pero nosotras tenemos otros datos. ​​