En mi experiencia acompañando en su proceso terapéutico a mujeres víctimas de violencia o simplemente disipando dudas de quienes han vivido agresiones por su condición de mujer me encuentro con una constante realmente preocupante...
En mi experiencia acompañando en su proceso terapéutico a mujeres víctimas de violencia o simplemente disipando dudas de quienes han vivido agresiones por su condición de mujer me encuentro con una constante realmente preocupante...
En mi experiencia acompañando en su proceso terapéutico a mujeres víctimas de violencia o simplemente disipando dudas de quienes han vivido agresiones por su condición de mujer me encuentro con una constante realmente preocupante, la falta de información clara sobre cómo actuar en situaciones de riesgo y a que instituciones acudir en caso de necesitar algún tipo de apoyo para darles solución, esto dificulta el acceso a la justicia y la percepción de inseguridad que tenemos en nuestro contexto diario, lo cual impacta en nuestra calidad de vida de manera negativa.
Los tipos de violencia que están marcados en la ley de acceso de las mujeres a una vida libre de violencia del Estado de Veracruz dejan en claro que no solo se manifiesta en forma de golpes o abuso sexual, estas son solo las que quizás más fácilmente podríamos reconocer, también existe la violencia psicológica, económica, patrimonial y obstétrica, pueden presentarse ya sea en nuestro entorno familia, en la comunidad, escuela, trabajo o en las instituciones, para reconocerla podemos valernos de una herramienta muy útil llamada “violentómetro” que nos ayuda a visualizar y representar en acciones como es que se manifiestan algunos de estos tipos de violencia que sufrimos las mujeres, es de vital importancia que nos demos cuenta cuando una mujer de nuestro entorno o nosotras mismas estamos siendo víctimas, ya que nos puede ayudar a salvar vidas.
Dependiendo de la gravedad de la violencia que se está viviendo al momento o de la inmediatez con la que tiene que ser atendida existen diversas opciones para hacerle frente, en caso de emergencias es necesario llamar al 911, en este número encontrarán respuesta por parte de las instituciones y corporaciones de seguridad, es de vital importancia marcar cuando existe una amenaza inminente como la presencia de un agresor/potencia feminicida en el domicilio; hay situaciones que si bien implican violencia como el no reconocimiento de la paternidad y las obligaciones que se derivan de ella no son emergencias, sin embargo si no la reconocemos como un acto de violencia que atenta contra la supervivencia de las mujeres y su descendencia es más complicado atenderla, en estos casos (o cualquiera que se presente donde tengamos dudas de nuestros derechos) podemos hablar al 075, la línea sin violencia del Instituto Veracruzano de las mujeres, ahí podemos recibir asesoría legal, psicológica y de trabajo social de manera gratuita, tambiñen si eres una persona allegada a la víctima puedes buscar asesoría.
El municipio es quizás la primera instancia a la que acudimos, también podemos buscar asesoría en el instituto municipal de las mujeres donde nos encontremos, hay amenazas comunes que utilizan los agresores como el acusar de abandono de hogar o quitar la custodia de los hijos es común, entre otras cosas por eso es tan importante la denuncia, nadie puede obligarnos a permanecer junto a la persona que nos está infringiendo algún tipo de daño, son muchas las acciones que podemos llevar para salir de círculo de la violencia pero para ello tenemos que conocerlas, les invito a circular esta información y llamar a los números de asesoría gratuita, entre todas nos cuidamos.