La violencia sexual es en sí un acto de poder y dominación, es por ello que los agresores buscan ejercerla sobre quienes se encuentran en mayor estado de indefensión, históricamente las mujeres hemos sido las víctimas predilectas para llevar a cabo delitos de índole sexual, sin embargo hay un grupo aún más vulnerable a sufrirlos, debido a los poco recursos con los que cuentan para hacerles frente las niñas y adolescentes son blanco fácil para abusadores (aunque los niños no están exentos), en el Código Penal para el Estado libre y soberano de Veracruz podemos encontrar en su título quinto referente a los delitos contra la libertad y la seguridad sexual la definición de pederastia, violación, abuso erótico sexual, estupro y acoso sexual, además de describir en qué consiste cada uno hace una clara diferenciación entre las agravantes y la edad de las víctimas, así como las penas que se pueden llegar a alcanzar dependiendo cada circunstancia.
Decir que la situación que vivimos en México es “preocupante” sería quedarnos cortos, somos el primer lugar a nivel mundial en abuso sexual infantil, se estima que por cada 1000 de estos delitos solo se denuncian 100 y de estos solo 10 van a juicio, según la OCDE cada año se registran en el país 5.4 millones de casos; en Veracruz las estadísticas de adolescentes embarazadas nos dan una idea de los normalizado que tenemos el abuso a este sector ya que en la mayoría de las ocasiones se interpreta como una decisión consciente de la propia víctima, no como lo que es, un delito cometido en contra de una niña, en el período de 2008 a 2018 se registraron 696 casos de niñas de 12 años abusadas sexualmente y obligadas a tener un bebé, de los cuales, las menores de once y diez años significaron 300 y 223 casos respectivamente, tan solo en 2018 en nuestra entidad hubo un total de 203 partos de niñas menores de 14 años, de acuerdo a organismos internacionales esta tendencia va en aumento durante el confinamiento por la pandemia del covid-19.
Uno de los pilares principales en el combate del abuso sexual infantil es la educación sexual a temprana edad, esto brinda herramientas para saber detectar cuando están siendo víctimas y poder contárselo a sus tutores, poner atención en los cambios súbitos de personalidad nos puede dar una pauta para saber si algo está sucediendo; es indispensable para la atención de estas situaciones la eficiencia y prontitud con la que las autoridades correspondientes le den seguimiento a la denuncia, así como el correcto seguimiento del protocolo en casos de abuso sexual, el cual implica acceso a la interrupción legal del embarazo en caso de ser necesario, este es un derecho de las víctimas para proteger su salud y su vida, una niña de 12 años no está física ni mentalmente preparada para ser madre.
Si conocen algún caso de abuso sexual infantil pueden comunicarse al 075 para recibir asesoría legal, psicológica y de trabajo social completamente gratuita o pueden llamar al 089 para realizar una denuncia anónima, en el 911 pueden también dar aviso ya que son casos de emergencias, en los DIF municipales encuentran atención personalizada, este último es quizás el recurso más próximo debido a que es el primer contacto con la población en general, comparto con ustedes los número de Equifonía AC, ellas son un referente de la lucha por los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y niñas en el Estado, para llamadas el 2288419063 o en WhatsApp 2288606339, no podemos seguir permitiendo estos niveles de abuso sexual a niñas y adolescentes, entre todos y todas tenemos que erradicarlo.