Ha muerto Kofi Annan, una persona que toda su vida se dedicó a las Naciones Unidas, ya que salvo un pequeño periodo en el cual encabezó el ministerio de turismo de su natal Ghana, siempre trabajó en el organismo internacional a cuyo fortalecimiento se dedicó casi con el mismo tesón con el que luchó por la paz a lo largo y ancho del mundo.
Siendo uno de los personajes internacionales más destacados de la historia y por lo mismo deja una huella que perdurará por mucho tiempo en los campos de la política y del derecho internacional.
Como ya hemos dicho, fue funcionario de carrera en la Organización de las Naciones Unidas debido a que ingresó a trabajar en ella en 1962 desempeñando diversos cargos como director del personal civil de la Fuerza de emergencia de la ONU, director de los servicios de personal del Alto Comisionado para los Refugiados en Ginebra, así como también dirigió las oficinas de Personal, la de Planificación y Presupuestos y el departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz; culminando su carrera como Secretario General del organismo por dos periodos entre 1997 y 2006.
Siendo así el segundo africano que encabezó a la ONU, ya que sucedió en el cargo al egipcio Boutros Boutros-Ghali y el primer subsahariano en encabezarla, destacando su administración por haber colocado el cargo de Secretario General de la ONU fuera de las rigideces de la carta fundacional del organismo y poniéndola más cerca de la gente, lo cual muchas veces irritó a los países más poderosos del mundo, lo cuales siempre han manejado a la ONU como un club de naciones.
Sus esfuerzos por hacer que la ONU fuera vista como la columna vertebral en las relaciones internacionales nunca cejaron y muestra de ello fue que impulsó los Objetivos del Milenio contra la pobreza, el protocolo de Kioto contra el cambio climático y el fondo para el sida, la tuberculosis y la malaria; recibiendo el Premio Nobel de la Paz en 2001 justo a la mitad de su mandato por la primera de las mencionadas.
En lo jurídico destacó principalmente por su contribución a la puesta en marcha en forma permanente de la Corte Penal Internacional en 1998, tribunal largamente anhelado por quienes han sido víctimas de guerra y/o genocidio y es que de acuerdo al Estatuto de Roma, el instrumento que le dio origen, esa corte con sede en La Haya, Países Bajos tiene competencia para conocer sobre los crímenes de guerra, de lesa humanidad, de agresión y el genocidio; teniendo competencia en todo el mundo, lo cual marca un hito en la impartición de justicia penal ya que puede perseguir y sentar en el banquillo de los acusados a quienes cometen los peores delitos que un humano puede llevar a cabo y que fuera llamada con razón por Kofi Annan como “el gran baluarte contra el mal”.
Es de resaltar que el trabajo de Annan en favor de la paz no concluyó con sus dos mandatos al frente de la ONU, ya que hasta su muerte siguió participando en misiones internacionales para intentar acabar con diversos conflictos bélicos en el mundo, como fue el caso del nombramiento que tuvo en 2012 como Enviado Especial de la ONU para Siria y que pese a sus esfuerzos no pudo resolver, como nadie lo ha podido hacer.
También hay que mencionar que a lo largo de su basta carrera también acumuló algunos fracasos como el no poder evitar las masacres de Ruanda, Darfur en Somalia y Srebrenica en Bosnia y su mayor fracaso (según sus propias palabras) fue el no haber podido evitar la intervención militar en Irak de 2003, la también llamada Segunda Guerra del Golfo Pérsico, y que fuera causa de un enfrentamiento entre la ONU por un lado y los Estados Unidos y el Reino Unido por el otro, enfrentamiento que cimbró a todo el orden internacional ya que estas dos naciones son dos de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad del organismo internacional y pese a sus muy razonables argumentos significó su mayor derrota política.
Así mismo se vio involucrado en el escándalo provocado por el Programa de Petróleo por Alimentos el cual fue diseñado para ayudar a la población iraquí y fue negociado por él, pero que desembocó en un fraude en el cual quedó envuelto su hijo y por consiguiente dañó su reputación.
Sin embargo y a pesar de sus yerros humanos, lo que debemos destacar son sus grandes aciertos y su incansable lucha por lograr un mundo más pacífico y más justo y sobe todo el que siempre tuvo como su principal objetivo el ayudar a los civiles de los países que se encontraban en conflictos bélicos o con grandes problemas de sanidad y para ello luchó toda su vida.
Descanse en paz un hombre que con su acción contribuyó mucho a lograr un mundo mejor.
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