​Por.-FELIPE DE JESÚS FERNÁNDEZ BASILIO / Desde A Janela

Muchas veces sucede que cuando alguien ha vivido en la pobreza gran parte de su vida y repentinamente se vuelve rico, pierde el piso y cree que con el dinero que acaba de adquirir todo lo puede y por ello se pone a comprar cosas lujosas sin ton ni son con independencia de que éstas sean de buen gusto o no o bien le sean útiles o no, pretendiendo con ello suplir las carencias que tuvo en la infancia y de la misma manera desarrolla la necesidad de presumir a los cuatro vientos su nueva condición y si es posible humillar a quienes tienen menos recursos que ellos o les prestan un servicio.

Algo similar sucede con quienes ahora están asumiendo el gobierno de la República y de varios estados, ya que el sello con el que se han distinguido hasta el momento es la soberbia debido al gran caudal de poder político que ahora detentan y el que hasta hace unos años tal vez ni en sus más bellos sueños imaginaban y eso aunado a la escuela autoritaria en que fueron formados, hace que veamos una gran cantidad de desplantes realizados con rudeza innecesaria.

Siendo un ejemplo muy ilustrativo de lo señalado el episodio protagonizado por Francisco Ignacio Taibo Mahojo mejor conocido como Paco Ignacio Taibo II, quien de manera soez demostró la soberbia y el autoritarismo con el que se van a conducir quienes han llegado al poder; ya que su expresión en la FIL más que misógina u homofóbica fue una muestra de la arrogancia y el desdén con que se conducen quienes ahora alcanzaron el gobierno, así como del nulo respeto que tienen por el marco legal, ya que basta con que su mandamás truene un dedo para que se modifique cualquier ley y si ello no es posible, el inconveniente se resuelve con un decreto o instrucción girada por el Ejecutivo, se oponga quien se oponga, así sean sus propias senadoras.

Ya que a pesar de que éstas se rasgaron las vestiduras aduciendo que lo dicho por Taibo fue una falta de respeto a la dignidad femenina y por ese motivo pararon en seco en el Senado la discusión y eventual aprobación de la llamada Ley Taibo (con la que se le permitiría asumir el cargo, ya que hasta este momento está vedado legalmente a los nacidos en otro país asumir un cargo de tal naturaleza), el Sr. Taibo II se presentó a recibir la dirección del Fondo de Cultura Económica con el nombramiento presidencial de Gerente Editorial Encargado del Despacho del Director del Fondo, nombramiento que para fines prácticos lo convierten en Director del Fondo.

Así como ese vemos más ejemplos de esos desplantes de nuevos ricos en casi todas las dependencias públicas en las que los seguidores de López están asumiendo el control, ya que el denominador común en ellas lo es la prepotencia con la que llegan a reclamar el cargo que han de asumir, así como el desdén con el que tratan a los que se van.

Y cómo no hacerlo así si su jefe supremo se conduce exactamente de la misma manera, ya que no conforme con haber alcanzado el sueño para el que trabajó toda su vida, continúa con el mismo discurso de odio de siempre clasificando quijotescamente de buenos a sus incondicionales y de malos a sus adversarios.

Quedando bien el adjetivo cervantino, ya que al ver y escuchar el evento que tuvo López en el Zócalo el día de su toma de posesión, nos dimos cuenta de que padece una enajenación mental similar a la del personaje central de la novela escrita por Cervantes, ya que es notorio que su mente se encuentra sumergida en la literatura épica de las guerras de Reforma y del Segundo Imperio, asumiéndose como un Juárez idealizado por esos textos que lucha contra los conservadores y reaccionarios que aunque solo viven en su mente, los confunde con los adversarios y detractores que tiene en el mundo real.

Siendo así el tono vengador con el que se expresa el jefe mas el autoritarismo con el que éste se conduce y con el que fueron educados tanto los izquierdistas más radicales como los priístas octogenarios que lo acompañan, tenemos como resultado que en lugar de buscar acuerdos para gobernar por el bien del país ahora quieran hacerlo según sus caprichos, los cuales imponen hasta por decreto cuando no logran la mayoría necesaria para sacarlos adelante.

Pues así es, en los próximos años veremos muchos caprichos y extravagancias de los nuevos gobernantes, ya que igual que los nuevos ricos necesitan curar sus traumas y demostrar que ahora son ellos los que mandan así se lleven al país y a las instituciones entre las patas, porque a decir de ellos la ley es lo de menos y si no nos conviene se cambia o se le saca vuelta, la cosa es cumplir el capricho del gran jefe o de los jefecitos según sea el caso y le pese a quien le pese, tal y como aconteció con las féminas de su propio partido en el caso del vulgar y dogmático historiador que ahora va a dirigir nada más y nada menos que el organismo público cuya misión es distribuir la cultura a un precio bajo.

Pero con tal personaje “controlando el aparato” como él mismo refiere, lo que va a haber es un adoctrinamiento social, ya que su obra escrita es tan maniquea como la mente de su jefe y por ello es que lo sostiene.

La asunción y prepotencia de los que llegan al gobierno con las actitudes y los traumas de los nuevos ricos es uno de los primeros resultados de la llamada “Cuarta Transformación”.

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