El próximo 27 de septiembre de 2021 se conmemoran 200 años de la independencia, así a secas, de México y es que resulta que ese día con la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México, la cual era el último bastión importante que se mantenía fiel a la autoridad de la metrópoli (España) y por ello marcó en los hechos el inicio de la nueva nación mexicana.
Sin embargo, esta fecha es muy difícil de comprender para el pueblo mexicano debido a que la historia que en las escuelas se ha contado en por lo menos un siglo, es por decir lo menos bastante enredada ya que carece de un hilo conductor y eso sucede debido a que los que crearon la historia oficial, a fin de crear un panteón del Olimpo a su gusto, revolvieron movimientos que no tuvieron nada que ver entre sí.
Y en efecto, la independencia de México es el tema más complejo de tratar en cuanto a la historia mexicana se refiere y eso sucede porque a diferencia de cualquier otro, llámese: conquista, reforma, intervenciones extranjeras, revolución, presidencialismo, etc. en los que existe por lo menos un punto de partida conocido por todos, el cual consiste en una serie de hechos hilvanados, en los que solo hay que precisar algunos aspectos de los hechos en sí o de los personajes que participaron en ellos a la luz de las fuentes de la época o bien de los descubrimientos de la historia y sus disciplinas auxiliares modernas.
Más para la independencia eso no ocurre, porque como ya se ha dicho, los hechos narrados por la historia oficial no están hilados lógicamente y por ello estoy convencido que la independencia de México es el tema de temas en la historia del país; no omito mencionar que con la revolución pudiera suceder algo similar, sobre todo por la diversidad de movimientos que tuvo y porque debido a ello es difícil precisar su final, más como ya se dijo: la historia difundida sigue siendo lineal y entendible para todos.
Mientras que en el caso de la independencia existe una verdadera confusión en cuanto a lo sucedido y tan es así que los mexicanos no sabemos bien a bien qué celebramos y cuándo lo hacemos nos limitamos a celebrar fechas como autómatas debido a que, si pensáramos un poco no entenderíamos la lógica de las celebraciones y ejemplos de ello tenemos varios:
La fiesta nacional se celebra un 16 de septiembre y se dice que ese es el día de la independencia, aunque después existe una efeméride perdida que dice que un 27 de septiembre se consumó la independencia y si entendemos que por consumar se entiende el llevar a cabo totalmente algo, entonces la cosa deja de ser tan fácilmente comprensible, porque ¿Cómo es posible que la independencia tuviera lugar en una fecha y se llevara a cabo en otra?, como que algo no cuadra, ¿Verdad?
También se nos ha dicho que la “gesta de la independencia” comenzó con la invasión napoleónica de España y la imposición como Rey de José Bonaparte, un hermano del emperador francés y que ellos hizo que las colonias americanas buscasen independizarse de la metrópoli, ya que no aceptaban la imposición del gabacho, (cabe aclarar que el término gabacho es una manera despectiva en España para referirse a los franceses y que a su vez llegó del sur de Francia cuyos habitantes así llamaban a los franceses del norte que en la edad media los invadieron y que con la misma lógica en México se emplea para referirse a todo lo estadounidense) lo cual aplicó para otros virreinatos y capitanías generales mas no para la entonces Nueva España ni para el Perú, la cual mayoritariamente se mantuvo fiel a la monarquía original de la metrópoli.
Además, otra cuestión ilógica que encontramos en lo que respecta al tema de la independencia es que ¿Cómo es posible que, si fue declarada la independencia en 1810 se nos diga que la primera constitución moderna que rigió en estas tierras fue la de Cádiz de 1812 en cuya elaboración, por cierto, hubo constituyentes novohispanos?, ya que si en 1810 supuestamente ya éramos independientes no puede ser que se reconociera como propia una constitución española notoriamente posterior a la independencia; a menos que a diferencia de lo que narra la historia oficial, en 1812 estas tierras todavía formaran parte de la corona española y lo peor de todo es que la historia oficial también apoya esto último.
En conclusión podemos darnos cuenta que en un afán de negar los hechos y circunstancias que no les gustaban a los historiadores oficiales (la realización de la independencia de forma casi pacífica por parte de los criollos que combatieron a los insurgentes y que luego sumaron a sus filas a los últimos) y así mismo de adular a personajes posteriores a la independencia (como lo fue establecer como el día nacional el cumpleaños D. Porfirio Díaz) los hechos fueron deliberadamente tergiversados de tal manera que el relato resulta imposible de comprender de manera lógica.
Basten estas consideraciones iniciales para ir entendiendo un poco sobre este tema tan ocultado por la historia oficial y durante el mes iremos abordando temas como los movimientos que hubo, la manera en que las autoridades reaccionaron y finalmente trataremos la independencia como tal y abordaremos la interesantísima figura del ocultado pero real padre de la patria.
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