Parece que la tecnología y la digitalización de los servicios financieros han convertido nuestros datos personales en algo más preciado que el propio dinero.
Pues quienes logran obtener de manera ilícita nuestra información pueden acceder a cuentas bancarias, cobrar cheques, solicitar créditos, disponer de fondos en los cajeros automáticos, ¡y hasta comprar por internet!
Por ello cada vez son más puntuales las advertencias que nos hacen los supervisores financieros para evitar que la estadística siga en aumento respecto al número de defraudados; y para estar en el contexto del Día del Abuelo (celebrado apenas este día 28 de agosto), vale la pena volver a recordar que son ellos, quienes resultan más vulnerables al robo de sus datos.
Y, ¿cuáles son las precauciones a tomar?, evita el uso de computadoras de uso público para realizar transferencias electrónicas, no respondas correos electrónicos sospechosos, no compartas contraseñas, vigila siempre las terminales punto de venta en los negocios en donde pagues con tu plástico, procura utilizar las tarjetas únicamente en establecimientos seguros, guarda siempre los comprobantes, no pongas en la basura copias de documentos con información confidencial como estados de cuenta o identificaciones, sin destruirlos completamente.
De igual manera no aceptes ayuda de extraños en cajeros, y una vez al año revisa tu buró de crédito, pues parte del problema es que los usuarios se dan cuenta tarde, de que su información fue robada y con eso se permite que el daño económico sea mayor y/o que la reclamación por estos hechos resulte extemporánea.
Bueno… ahora quiero anunciarle que ya existe una nueva forma de obtener de manera fraudulenta su información personal, el Spoofing telefónico, por lo que habrá que ampliar una recomendación más: No proporcione por ningún motivo su información vía telefónica si usted no es quien ha comenzado la llamada.
Pues de acuerdo a la publicación mensual de la revista “Proteja su dinero” correspondiente al mes de julio 2018, éste consiste en que el delincuente para ocultar su identidad real falsifica deliberadamente la información que será transmitida al identificador de llamadas y de esta manera al recibir la llamada tu pantalla reflejará una identidad manipulada y no la real.
Así los ‘ciberdelincuentes’ logran hacerse pasar por representantes de bancos, aseguradores u otras instituciones de servicios financieros para simular llamadas operativas o de seguimiento y de esta manera obtienen -de propia voz- tus datos.
Debido a esto, para protegernos será necesario que cuando recibas una llamada de algún número aparentemente registrado o conocido, te cerciores debidamente del origen de la llamada y de notar alguna conducta sospechosa como la solicitud insistente (con mucha presión) de tus datos personales o de las cuentas bancarias que manejas, sin que hayas iniciado trámite alguno.
Lo mejor es que interrumpas la llamada colgando inmediatamente y enseguida llames directamente para estar seguro de si se trata en efecto de una llamada institucional o de alguna “trampa” para defraudarte.
¡Pregunte 2281148502, es mejor tener dudas que deudas!