El viernes pasado recibimos en el Barzón a Roxana Martínez ella es la representante de Quitakilos en Xalapa, un programa diseñado para bajar de peso, y ayudar a las personas que cursan inconvenientes con su salud para recuperarla a través de una serie de reglas básicas y sencillas con las cuales ordenarán su ingesta y hábitos alimenticios.
La nutrióloga ha dedicado más de 20 años de su vida a que los xalapeños aprendan una nueva forma de alimentarse, o como ella lo dice: nutrirse. Para estar, pensar, y mantenerse siempre bien, uno de sus objetivos es, evitar que las personas “gasten” su dinero para curarse de enfermedades, apostando por la prevención con un cambio de conciencia.
Y, ¿cuál era el interés de llevar a los barzonistas una plática de tal naturaleza?, pues mire Usted, en el camino de las deudas, o de las crisis familiares, personales, conyugales, que se provocan con tal situación al no poder cumplir a tiempo con los compromisos de pago, hay tres fenómenos recurrentes.
Primero, el desgaste económico–emocional que viven quienes enfrentan enfermedades crónicas degenerativas, como la tan temida diabetes, la que se ha convertido ya en un problema de salud pública, cuyo tratamiento para conservar a quienes la padecen es poco accesible para muchos, por los altos costos de los medicamentos y el seguimiento que debe darse.
Y segundo, quien se alimenta mal, piensa mal, actúa mal, habla mal y en general una mala nutrición tarde o temprano terminará incidiendo en hacer crisis exterior con la toma de malas decisiones, también financieras, se vale decirlo. Pues no estamos cubriendo a nuestro cuerpo sus requerimientos básicos para que pueda estar en óptimas condiciones de funcionalidad y por tanto no va a respondernos igual.
Por otra parte, cuando un familiar en casa enferma, qué sucede, no atendemos de la misma forma nuestros compromisos, estamos todo el tiempo desconcentrados, temerosos de un empeoramiento de salud de nuestro ser querido, y sobre todo, “haciendo cuentas” a la par de pensar, a quién o a dónde mas podremos pedir prestado para solventar lo que se nos avecina, sin medir las consecuencias de lo que firmamos pues, por restablecer la salud y conservar la vida de nuestro ser querido cualquier esfuerzo resulta poco.
Al final todo nos llevará al origen, pues el tratamiento de salud vendrá acompañado de la “leída de cartilla” del especialista para combatir y erradicar los malos hábitos alimenticios.
Así que para qué esperar a “tocar fondo”, este receso vacacional del que nos encontramos gozando antes de enfrentarnos a la segunda cuesta del año (la entrada a clases) ocupemos nuestro tiempo libre en informarnos sobre cómo mejorar nuestros hábitos, una dieta balanceada no tiene porque ser cara.
Si invertimos en nuestra salud, tarde o temprano nuestra imagen nos los agradecerá, y el espejo nos lo compensará.
Ésta vez pregúntele a Roxana 8401155
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