Si algo caracterizó el final del primer semestre del año, fueron los aumentos. Aumentó la inflación, la tasa de interés, los precios y el costo de la vida en general, todo ello trajo como consecuencia que el dinero ya no rinda y que haya una mayor demanda de créditos en efectivo para poder solventar las necesidades básicas.
Por esta vez, la preocupación debe centrarse en quienes acuden por propio pie al llamado de los “créditos milagro” como se les conoce a los prestamos exprés que se ofrecen como una solución no solo rápida, sino mágica de obtener dinero, y lo mejor a cambio de mínimos requisitos.
Lo que de entrada logra “enganchar” a quienes aspiran a recibir ayuda u oxígeno en efectivo para terminar el mes, realizarse una cirugía, atender su salud, o simplemente pagar sus deudas.
De esta forma fue que conocí a José quien bajo anonimato pide exponer su caso en este espacio para prevenir a otras personas y advertirlas para no caer en manos de estafadores que a él lo contactaron vía su red social de Facebook. Su relato comienza al referir que llevaba días en la búsqueda de una opción de financiamiento rápido, cuando recibió un mensaje de parte de la empresa que dijo llamarse “Grupo financiero de préstamos y club de crédito” en su mensajería privada.
La supuesta casa de préstamos le daba la respuesta a sus noches de insomnio y desesperación por obtener dinero, la petición era a cambio muy sencilla, vía what´s app y después de hacerle llenar un formulario con sus datos personales, identificaciones y requerimientos le harían llegar un contrato que sería revisado por los “ejecutivos” a cargo de la autorización de los recursos para otorgarle el préstamo.
Como era de esperarse, y sin imaginar que quienes estaban detrás de la línea eran estafadores, proporcionó hasta el más mínimo dato que le solicitaron, sintiéndose cada vez mas cerca de recibir el préstamo, al concluir el envío de la documentación, le comunicaron que su crédito había sido aprobado.
Casi daba brincos de felicidad al saber que le habían autorizado los cien mil pesos esperados. Fue entonces que le dieron una fecha y una hora exacta para llevar a cabo el depósito de la suma, llegado el día, le comunicaron que debía proporcionar 12 mil pesos en depósito como garantía del crédito.
Esa información nunca me la dieron; contestó. Pero aún así y creyendo ciegamente en que se trataba de un requisito mas que a alguien se le había pasado decirle, acudió con sus amigos y familiares para financiar esa pequeña suma. Su amigos, que desconocían para qué quería el dinero y sabedores de su enfermedad lo ayudaron pensando que atravesaba por una urgencia que por pena no compartía.
“Se los devolveré por la tarde”; prometió a quien le dio la facilidad del efectivo. Total, pensó, al rato que me depositen se lo devolveré. Pero una vez llegada la hora del depósito, lo que recibió fue una llamada para solicitarle mas dinero, ahora por concepto de gastos notariales para terminar el proceso de otorgamiento de crédito.
¡No es posible! exclamó. Ya no puedo conseguir mas dinero. Entonces vino la presión de parte del defraudador, al decirle que era un requisito y que si no lo pagaba iba a perder los 12 mil pesos que ya había abonado.
¡Imposible!, no, no podía arriesgarse a perder ese dinero de su familiar. Entonces de nuevo volvió con otros amigos para pedir mas dinero, total era por unas horas más y después pagaría todo y estaría tranquilo. Así, un par de veces más hasta que lograron obtener de él, mas de 20 mil pesos.
Ahora recibe a diario llamadas de números desconocidos de la Ciudad de México, en donde los estafadores le exigen el pago de mas dinero, pues firmó documentos que le generan una deuda.
Por favor no caiga, en invitaciones de desconocidos que le ofrezcan dinero fácil, rápido y barato, investigue antes de aceptar y jamás proporcione información confidencial a través de esas redes sociales, cuídese y cuide su dinero.
Jornada Estatal para la Defensa del Patrimonio Familiar 2281148502 visite www.elbarzonrc.org Contacte elbarzonrc@yahoo.com.mx, O sígame en @terecarbajal