La vista se no puede mostrar porque supera el umbral de vista de lista (5000 elementos) aplicado por el administrador.

Para ver los elementos, intente seleccionar otra vista o crear una nueva. Si no cuenta con permisos suficientes para crear vistas para esta lista, solicite al administrador que modifique la vista de modo que cumpla con el umbral de vista de lista.

Más información sobre la creación de vistas para listas grandes.

Teresa Carbajal

Debo no niego, pago lo justo

Microcréditos digitales, terror en las redes 2da parte

15/07/2021 08:34 p.m.

​Así pasaron los días y Lorena no tenía tregua por parte de la financiera, cada 30 minutos recibía un mensaje o llamada cada vez mas amenazante para requerirle el pago de la deuda; a la par, sus familiares y amigos le marcaban para reclamar porque su número de teléfono y nombre estaba en manos de esos cobradores y exigir la pronta solución para el cese de llamadas.


Con la presión, los nervios destrozados y el estrés a límite, sufrió por primera vez en su vida de ansiedad, depresión y más trastornos emocionales. Perdió el trabajo, su departamento, amistades, posibles proyectos de trabajo y hasta familiares que nunca supieron entender cual era el origen de aquellas misteriosas llamadas de “ejecutivos” cobradores de supuestas financieras a quienes Lorena les debía dinero.


Casualmente -cual película de terror- Lorena recibió el llamado de una empresa denominada Saldo Cero, que de la misma manera se anunciaba en redes sociales y Facebook, y cuya función era el símil de una reparadora de deuda; empresa que ahora le ofrecía “defenderla” de aquellas llamadas, acoso, chantajes y extorsión.


Esta reparadora se ofrecía a negociar en su nombre con cada una de las empresas que le habían dado los créditos digitales (vía aplicación en celular) a cambio del pago de una mensualidad y una cuota que serviría a modo de ahorro y con la que ellos gestionarían el pago de las deudas.


La promesa era que la dejarían de molestar a ella y a sus amistades y que la asesorarían para que las empresas prestamistas no le pudieran “hacer nada”, describiendo las bondades de sus servicios como la mejor opción para salir de los problemas y recuperar su tranquilidad. 


En el fondo Lorena, veía en esta opción la única forma de salir adelante y dejar atrás todo el acoso del que había sido víctima, pues ahora, alguien la defendería; pero a la par pensaba, como era que esta reparadora de deuda había obtenido sus datos, su nombre, el monto de sus deudas, y como además sabían lo afligida que estaba como para ser el cliente perfecto. 


Buscó entonces a quien pedir dinero, para pagar ahora por la solución al problema, pero algo le hizo re pensar la opción que le ofrecían, y cuanto terminaría pagando por esa ayuda que recibiría, al fin de cuentas lo que no tenía era dinero. Y consideraba que no valía la pena seguirse endeudando para contratar un compromiso que era muy difícil de afrontar, pues desempleada y sin dinero no era fácil hacer planes a futuro.


Mejor ejemplo no hay -que esta tremenda historia de terror que vive Lorena por haber accedido a descargar aplicaciones que le ofrecían liquidez- para reflexionar sobre el tema de falta de liquidez, y todas las opciones que (con el apuro) saltarán a la luz en estos momentos. Las redes sociales, plataformas digitales y demás herramientas tecnológicas, han normalizado la despersonalización de los trámites, y la rapidez con la que obtenemos respuestas.



En la internet tenemos todo a la mano, en un click podemos conseguir hasta lo que no buscamos, pero, ¿cuál es el límite de esa libertad y facilidad? Sobre todo en materia de préstamos.


No podemos excedernos en la confianza de creer en cualquiera que ofrezca dinero a cambio de nada, sobre todo si eso compromete nuestra información, identificaciones, datos personales, o de nuestra familia. No podemos abrir la puerta de nuestra privacidad a cualquiera porque con ello nos expondremos y expondremos a quienes confían en nosotros, a nuestros seres queridos, y amistades o compañeros de trabajo para actos de molestia innecesarios. 


Sobre el papel de las autoridades al respecto, hablaremos en otra ocasión triste y desafortunadamente la crisis y el ataque que viven las instituciones de este país nos generan una mayor indefensión e incertidumbre; no hay de otra, tendremos que aprender a cuidarnos solos.


Y si ya está viviendo algo así, busque ayuda, no guarde silencio, no caiga en soluciones mágicas que puedan traerle nuevos problemas.


Únase ya, a la Jornada Estatal para la Defensa del Patrimonio Familiar 2281148502 visite  www.elbarzonrc.org Contacte elbarzonrc@yahoo.com.mx, O sígame en @terecarbajal 



¿Te ha parecido interesante la columna?

Comentarios

Comparte
La vista se no puede mostrar porque supera el umbral de vista de lista (5000 elementos) aplicado por el administrador.

Para ver los elementos, intente seleccionar otra vista o crear una nueva. Si no cuenta con permisos suficientes para crear vistas para esta lista, solicite al administrador que modifique la vista de modo que cumpla con el umbral de vista de lista.

Más información sobre la creación de vistas para listas grandes.