Uno de los mayores retos de este Buen Fin, aparte de evitar los gastos o compras innecesarias a crédito, será protegernos de los fraudes virtuales o telefónicos esas estafas en forma de llamada de alerta que mediante el engaño psicológico han
llevado a muchos a dar claves, contraseñas, o acceder a ligas de remitentesdesconocidos por miedo, pero también por desinformación.
No hay mejor ocasión que estas fechas en las que será difícil escapar a una compra virtual, o en donde se vea comprometida nuestra tarjeta bancaria para creer con facilidad que se ha dado un mal uso a nuestros datos o que hemos sido víctima de clonación o que alguien en algún lugar del país o del mundo está haciendo un uso no autorizado de los fondos depositados en las cuentas bancarias, o contratando algún crédito a nuestro nombre.
Así que atención por favor; hemos escuchado en no pocas ocasiones que esas llamadas son hechas desde bodegas, reclusorios, o centros operados por la delincuencia con datos parciales obtenidos de modo ilícito, datos incompletos a los que les hace falta alguna clave o el número de un dispositivo electrónico de acceso que solo nosotros como clientes podemos conocer, para acceder aún sin consentimiento a nuestro dinero y robarlo todo. Y que la única manera de obtenerlo es darnos “un susto” para proporcionarlo al interlocutor sin reparos. ¡Alto!, si usted recibe una llamada telefónica por muy terrorífica que parezca la noticia de que alguien está vaciando su cuenta, por favor, no ceda a dar sus datos, cuelgue inmediatamente y busque ayuda, que puede ser la de un familiar, un amigo, o incluso puede acudir de manera directa al banco, aunque optar por llamar a la línea autorizada del Banco también funciona para salir de la duda y corroborar que se trata de un posible fraude.
Porque créame, el Banco jamás le va a llamar para pedirle sus datos personales. Dada la responsiva que como clientes todos firmamos al hacer uso de canales digitales para disponer del dinero, y que por ese motivo estamos obligados a guardar en secreto para que nadie, pueda hacer un uso indebido de la cuenta
Serenarse, es lo más difícil de lograr en esos momentos, porque nadie está preparado para recibir una llamada así, es mas a veces se tienen otro tipo de preocupaciones que suele confundirse la información y se atropellan nuestras ideas para dar lugar a errores que nos pueden salir caros.
Es más, está comprobado que, si recibes una llamada de esta naturaleza, cuelgas y dejas pasar por lo menos diez minutos puedes procesar mejor el mensaje y jamás accederás a dar la información que te exigen, por eso quien hace la llamada de contacto ejerce una fuerte presión para convencerte en menos de tres minutos.
Otro de los mecanismos que se usan, pues la delincuencia va innovando en sus métodos de asalto, es el envío de correos electrónicos en los que te hacen llegar un aparente citatorio de alguna autoridad judicial para comparecer a un expediente o bien, para contestar algún requerimiento de la autoridad hacendaria, como la falta del pago oportuno de impuestos, y enseguida te adjuntan un link, ¡cuidado!
No ingreses a esa liga, porque seguro te redireccionará a un lugar en donde puede ser clonado tu correo para operar desde ahí algún cambio de contraseña de tu cuenta bancaria, envío de alertas, o algo que te deje en estado en estado de vulnerabilidad. El what’s app, ese sistema de comunicación sin el cual ya no podemos vivir, es otro de los medios infalibles de acceso de la delincuencia a nuestra vida privada, para obtener información que llegará hasta la clonación de la tarjeta del celular y memoria, para duplicar prácticamente la línea y el equipo y cometer desde ahí una cantidad de delitos que ni siquiera podemos imaginar. Así que nada de abrir o reenviar cadenas o aceptar contactos desconocidos. En fin, que este Buen Fin compre seguro y esté atento a cualquier intento de estafa, mentalícese a pensar que lo raro sería que no lo llamaran, esté alerta y evite caer en trampas que le robarán la paz y el dinero.