Hace poco más de una semana se reportó una explosión en la plataforma Nohoch-Alfa de Pemex, la cual pertenece al complejo de Cantarell, este hecho ha representado una tragedia en muchos sentidos, ya que se reporta muerte de trabajadores. Un desaparecido, varios lesionados, perdida en infraestructura que supera los 700 millones de dólares, además del costo de oportunidad en la extracción de más de 100 mil barriles diarios.
Esta circunstancia, tuvo repercusiones que van más allá de lo antes mencionado, ya que también tuvo implicaciones colaterales, que afectarán económicamente a PEMEX y las finanzas del Estado. Los primeros efectos los vemos en la disminución en la producción de crudo, la cual se reporta una producción diaria de 100,000 barriles, y tomando en consideración que la muestra mexicana se estimó dentro de la Ley de ingresos en 67.8 dólares por barril, esto representará una perdida diaria de 6.7 millones de dólares mas el costo de oportunidad que implica el efecto multiplicador por el uso de ese recurso. Por otro lado tenemos uno que tiene repercusiones mas grandes, y es, la baja en la calificación crediticia que emiten las calificadoras, pero, que son estas y cuales son sus funciones, y sobre todo, por qué sus estudios tienen tanta repercusión en la economía y finanzas no solo de una empresa, sino de un país, región y en ocasiones, de casi todo el mundo, como en la crisis del 2008 en los Estado Unidos, donde su corrupción (pensando en el mejor sentido, ya que si fue por ignorancia, es mucho peor), acabó por afectar a millones de personas en ese país y a la par contrajo la economía mundial, pero bueno.
De acuerdo con información de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), Las calificadoras crediticias o las Instituciones Calificadoras de Valores (ICVs) son sociedades anónimas autorizadas por la CNBV para operar y prestar servicios sobre el estudio, análisis, opinión, evaluación y dictaminación de la calidad crediticia de una entidad o una emisión.
Su función principal es informar al mercado sobre los riesgos reales que enfrenta el público inversionista en la intermediación financiera (por ello en 2008 su corrupción impactó en demasía), La regulación es fundamental para una mayor transparencia en su actuación y una menor exposición al conflicto de interés.
La CNBV supervisa en México a 7 ICVs: Fitch México, S&P Global Ratings, Moody´s de México, HR Ratings de México, Verum, DBRS y AM Best, en el marco de la Ley del Mercado de Valores, la Ley General de Sociedades Mercantiles y de las Disposiciones en la materia.
Las calificaciones que emite las ICVs, si bien presentan escalas diferentes, sus apreciaciones son muy similares, donde cada se analizan ponderaciones generales como las financieras, y otras mas particulares que van en función de la empresa que esté calificado. La escala se podría estructurar en: AAA, AA, A, BBB, B, CCC, CC, C, D. donde cada letra representa la fortaleza y certeza para inversión, normalmente de CCC para abajo, se considera rango especulativo, y no bueno para inversiones, por lo que no pueden invertir fondos como pensiones en los activos de la empresa, tampoco atraen inversionistas para establecer empresas en los países o entidades federativas, por lo cual, tener una calificación baja representa un altísimo costo de oportunidad.
Con la explosión, Fitch Ratings rebajó las calificaciones de incumplimiento de emisor (IDR) de largo plazo en moneda local y extranjera de Petróleos Mexicanos (Pemex) a ‘B+’ de ‘BB-‘, estando ya a poco de caer en rango especulativo. Bajo las estimaciones de la propia Fitch se calcula que el gobierno tendrá un costo de oportunidad de 20 mil millones de dólares.