A penas el lunes pasado se anuncio la ganadora del premio nobel de economía, siendo Claudia Goldin la galardonada, la Dra de 77 años de la universidad de Harvard, ha tenido una carrera interesante, siendo presidenta de la asociación estadounidense de economía del 2013 al 2014, además de ser la primera mujer con un cargo dentro del departamento de economía de dicha universidad.
Al obtener el nobel, se convierte en la tercera mujer en ganarlo, pero la primera de manera individual, lo cual coadyuva muy bien en el sentido de su investigación, ya que su reconocimiento se debió a estudios de genero e ingreso, aunado a esto, su trayectoria incluye estudios sobre temas de historia económica, economía laboral, desigualdad, educación y brecha de género.
De acuerdo con lo publicado por la academia sueca, el motivo de su galardón fue por "haber hecho avanzar la comprensión de los resultados de las mujeres en el mercado laboral" es decir, sus investigaciones se centran en el comportamiento que ha tenido el ingreso dentro de la actividad económica de las mujeres en el transcurso de 200 años, en teoría, la Dra. Goldin probó que la desigualdad en términos laborales no disminuye en función del crecimiento económico, sino que presenta un comportamiento irregular en función de múltiples factores algo similar a lo que había presentado Simón Kuznets hace más de 60 años en términos de desigualdad, pero ahora con la diferencia de ser específicamente sobre la mujer y su participación laboral.
Básicamente lo que la investigación dice, es que a lo largo de 200 años las condiciones de ingreso en las mujeres no han mejorado en el mi mismo sentido del crecimiento económico, esto en países anglosajones (que es donde se centra la investigación), es decir, que la percepción de ingreso en la mujeres si lo representaramos en una gráfica, veríamos una forma de U, significando que durante un periodo, el aumento en el ingreso de las mujeres crecía de manera sostenida (dentro de la revolución industrial), pero, a partir de la década de los 30 empezó a decrecer la participación de la mujer en actividades de remuneración económica, centrándose mas en actividades del hogar, esto se debió principalmente a factores coyunturales mas que a factores estructurales, ya que esta dinámica empezó a cambiar dado que los hombres empezaron a tener ingresos altos que permitía sostener los costos del hogar de manera individual, lo que ocasionó que las mujeres se quedaran más en labores domésticas, esto durante un periodo largo de tiempo originando la caída (lado izquierdo) de la U, llegando a su punto más bajo en la década de los 60-70 y, a partir de los 80, empezó a cambiar la forma, con una pendiente positiva (lado derecho) reflejándose en un aumento de la participación de la mujer en labores productivas remuneradas. Hoy,cada vez están más presentes, dando la forma completa a la U.
Esta forma económica de U explica el comportamiento en los países anglosajones y los que tiene una participación económica y cultural con ellos, por lo que tiene una aceptación amplia, sin embargo, hay muchos países donde no tiene este comportamiento o forma, como pueden ser Europa del este, Asia, África y los países árabes. Todas estas naciones tienen un comportamiento diferente, siendo una variable estructural que reconfigura el funcionamiento de toda la actividad económica y de sus actores.
Sin duda un aporte importante en términos de equidad, ya que aun falta mucho por hacer, sin embargo, hay que entender que el estudio solo es una fotografía del pasado de lugares específicos, por lo cual, si queremos un cambio verdadero, necesitamos analizar nuestra propia evolución para generar líneas de acción ad hoc a los objetivos reales.