​Las desgracias normalmente no avisan, ya que de avisar, es cuestión de decisión y contención, sin embargo, en esta ocasión avisó algo muy diferente, ya que pasó de rachas de poco menos de 100 km a rachas que superaron los 270 km en menos de 24 horas, por lo que si bien la población estaba enterada de los 100 km, no se pudieron preparar para las rachas de 270 km por hora. Ante estas circunstancias, el Huracán Otis se convirtió en categoría 5 al entrar a tierra en el Estado de Guerrero, generando un gran impacto en Acapulco.

El “Huracán Otis” ocasiono una enorme devastación en todos los sentidos, social, económico, financiero, y lo peor, cobró vidas humanas que hasta ahora suman 27. El desastre de magnitudes altas, sigue generando un efecto domino, ya que cada vez se van sumando más complicaciones, mismas que van desde la perdida de patrimonio hasta cuestiones como los saqueos a tiendas comerciales que tienen un gran impacto en dos vertientes tanto la social como la económica. 

Si bien aún no hay un conteo o censo oficial sobre los afectados, se estima que más del 85% de los hoteles fueron afectados, alcanzado al menos 17 mil cuartos hoteleros de las 21 mil 678 habitaciones registradas, esto tan solo en Acapulco.

De acuerdo con Chuck Watson, modelador de desastres de Enri Research, una consultora que analiza y estudia fenómenos naturales como huracanes, terremotos y condiciones climáticas severas, las pérdidas económicas por el impacto del fenómeno natural ascienden entre 10 mmdd y 15 mmdd, lo que seria alrededor de 272 millones de pesos.

La principal interrogante es como hará el gobierno mexicano para atender la catástrofe ante la desaparición del FONDEN, bueno, la respuesta está que cuando desapareció este fondo, el gobierno emitió un bono para catástrofes como sismos, ciclones y huracanes, esto, dado que somos un país que se encuentra sobre 5 placas tectónicas y tenemos dos océanos, lo que representa que más del 40% de la población es propensa a alguna catástrofe, y en términos económicos, significa que ante una eventualidad generalizada, repercutiría en mínimo una tercera parte de PIB.

Dada la emisión del bono, el gobierno cuenta con 18 mmdp, para la situación, si bien es una cantidad considerable, sigue siendo baja en comparación con la estimación de los 15 mmdd, para responde esto, hay que acotar que los 15 mmdd, obedecen a infraestructura privada como hoteles y comercios, mismos que están amparados por seguros particulares que cada uno contrató, al igual que en el caso de muchas casas, por lo cual, la participación de los 18 mmdp, se ajustará a las necesidades básicas de la población, sin embargo, para acceder a ese recurso, hay que seguir lo siguientes pasos. 

• El gobierno estatal debe hacer una solicitud de emergencia.

• Protección Civil debe validar los daños, para que las secretarías de salud o de hacienda puedan comprar de inmediato medicamentos.

• Posteriormente el gobierno federal realizará censos para la reposición de objetos domésticos.

En el marco positivo, los huracanes cumplen una función biológica en el planeta, que trae beneficios, tales como la regulación de la temperatura, aumentan el caudal de ríos y arroyos arrastrando los residuos, recargan acuíferos, ayudan al equilibrio de calor en los océanos y arrastran nutrientes al mar, fortaleciendo así a los corales, el tema no es que no sucedan los huracanes o los desastres naturales, la cuestión es contar con las herramientas de fortaleza para poder hacer frente a estos sucesos, tanto en materia de protección civil, como económica y financiera.