“Ante un ingreso extraordinario, un consumo extraordinario”
Más allá de la explicación sobre que es el aguinaldo, la composición legal, fechas de entrega y de más. Hoy nos centraremos en su uso potencial, algunas recomendaciones y/o tips de uso, haciendo mención que no se toma en consideración el gasto corriente que tenemos, dado que este debe estar incluido en el ingreso regular que tengamos.
El uso óptimo para este ingreso va a depender de las características de cada persona, ya que las condiciones específicas de cada individuo hacen que su valor de uso y éxito sea relativo, sin embargo, hay ciertas constantes y ciertos lineamientos que nos marcan una ruta hacia su máximo aprovechamiento, por ello, podemos divisar cuatro puntos,
El primero; identificar el monto total del aguinaldo, así como el número de exhibiciones y las fechas en que te lo darán, esto con la finalidad de hacer una programación sobre su uso y no adquieras compromisos en fechas que se complique hacer los pagos y compliques tus finanzas.
La segunda obedece al análisis de tus pasivos, es decir, tus deudas, en teoría tus pagos de deuda mensual no deben superar el 40% de tu ingreso mensual constante (En ocasiones tienes ingresos no regulares por alguna cuestión, pero estos no deben ser contabilizados a la hora de adquirir compromisos de deudas), por lo cual, si tus deudas ocupan mas de este porcentaje, es recomendable enfoques la mayor cantidad posible a la disminución de estos costos financieros mensuales, para que así tengas más ingreso disponible mensual. Ahora, si tu deuda es menor a un 20% de lo ya mencionado, es recomendable no liquidez tus deudas, sino que este monto lo utilices en alguna inversión, y si, tus costos financieros oscilan entre el 40% y el 20% puedes abonar una parte para reducirlo, en promedio, un 10% del total de tu aguinaldo.
El tercer punto se enfoca hacia la distribución del aguinaldo, es decir, cuanto te gastas en gustos personales (cenas, regalos, ropa, viajes, etc.), cuanto inviertes, cuanto ahorras, cuanto pagas de créditos pendientes, sugiriéndose una distribución 50-30-20. 50% para invertir en alguna opción que te pueda generar nuevos ingresos, enfocándose en actividades similares y simultaneas a las que realizas para que no te generen problemas en tiempo y especialización, 30% en gustos personales, y 20% en ahorro, buscando que este no sea el ahorro tradicional debajo del colchón o cuenta bancaria, sino, que sea un instrumento financiero que de una rentabilidad cercana a la inflación para que así tu dinero no pierda valor en el tiempo, y que dicho instrumento sea de disponibilidad inmediata dado que el ahorro cumple la función de equilibrar complicaciones, por lo cual, es fundamental, sea de disponibilidad inmediata.
El cuarto punto se enfoca en la satisfacción y costo de oportunidad, si bien es cierto la salud financiera es muy importante, también lo es el enriquecimiento personal y humano, involucrando ciertos aspectos no medibles y que normalmente son los que más felices nos hacen, como la convivencia en familia, el compartir con quien en ese momento no la esta pasando bien, hacer donaciones, hacer aquello que tanto tiempo hemos querido y no habíamos podido, etc. Nadie quiere ser el mas rico del panteón, por ello la distribución más idónea es aquella que te brinde ese nivel de felicidad y te de la salvaguarda económica.