En contadas ocasiones un funcionario de primer orden repite entre administraciones, y es aún más raro, y se puede contar con dedos de la mano (y sobran dedos) las veces en que ese funcionario es del orden hacendario o financiero, a nivel federal solo Antonio Ortiz Mena consiguió empezar como Secretario de Hacienda con el Presidente Adolfo López Mateos terminar el sexenio con él, y de ahí siguió el sexenio de Gustavo Diaz Ordaz con quien también cumplió todo el sexenio, siendo una de las mejores etapas macroeconómicas para el país, creando y fortaleciendo la clase media en México.
Ahora, a nivel estatal, en el caso de Veracruz, y con respecto a secretarios de finanzas es la primera vez que sucede y más en las últimas administraciones, donde hubo cambios muy recurrentes, por ejemplo, Fidel Herrera tubo 3 secretarios en 6 años, con Duarte hubo 6 en 6 años, con Yunes hubo 2 en 2 años, salvo Miguel Alemán, donde quien inicio, también finalizó, siendo el caso de Juan Amieva Huerta, destacado y reconocido economista a nivel nacional e internacional. Con esto, el Doctor José Luis Lima entra al pequeño grupo, posicionándolo como un referente a nivel nacional.
Los aspectos que posicionaron a Lima en este escenario es una disciplina financiera notable, misma que hacía falta en el Estado, y solo para contextualizar, al inicio de la administración del Gobernador Cuitláhuac García le dejaron un déficit estructural superior a los 6 mil millones de pesos, es decir, que la administración necesitaría de forma obligada pedir prestada esa cantidad, para poder cumplir con su funcionamiento, hoy para finalizar la administración quedara prácticamente cubierto ese déficit, por lo que no hará falta pedir algún tipo de crédito, esto beneficia porque genera certeza financiera, lo que ocasiona que mejore las condiciones crediticias, mejoran las calificaciones por parte de las calificadoras como HRating, S&P o Moody`s, al mejorar las calificaciones, se genera certeza en los mercados, lo que hace que la sobretasa que paga el gobierno a sus acreedores es menor, dejando un mayor ingreso disponible para acciones en infraestructura o gasto social, vale la pena mencionar que si bien la sobre tasa puede bajar, la tasa de interés puede llegar a subir, esto por un aumento en la TIIE (que es la tasa que fija Banxico), pero aún así, representa un enorme beneficio al Estado por la estabilidad.
La optimización de los recursos disponibles del Estado es decir las participaciones, tuvieron una distribución más eficiente, debido en gran medida a la reducción del capítulo 2000 y 3000, correspondientes a materiales y suministros y a servicios generales respectivamente, donde una reducción del 10%, equivale a casi 400 MDP.
En cuanto a los ingresos propios, este sexenio se han incrementado año con año, aunado que en uno estuvo el programa de reemplacamiento, lo que genero un ingreso extraordinario, con ello, se esperaría al año siguiente que el ingreso bajara (por efecto de eliminación del ingreso extraordinario de las placas), sin embargo, esto no sucedió, al contrario, se ha seguido incrementando a lo largo del sexenio.
Todo esto nos lleva a la representación de una eficiente planeación, donde se estructura las estrategias que eficientizan las capacidades del Estado, así como sus órdenes y sus niveles.