Cuando uno observa a Veracruz hoy, se percibe un estado con muchos hilos productivos tensos por despertar. No se trata solo de imaginar lo que podría ser, sino de reconocer lo que ya está siendo. A diferencia del promedio nacional, Veracruz exhibe un mosaico mixto: en ciertos rubros ya hay avances, en otros se estancan expectativas, pero globalmente su situación invita a apostar por oportunidades estratégicas con visión clara.
Primero lo bueno: Veracruz ha logrado consolidar un crecimiento económico mesurado pero positivo. Según datos del INEGI, en el cuarto trimestre de 2024, la actividad económica del estado creció 1.3 % anual, impulsada sobre todo por el sector secundario (manufactura, industria) con un alza de 2.3 %, seguido por el terciario y primario con incrementos menores. En el acumulado del año, la economía estatal creció 3.1 % en total, gracias a mejoras destacables en las actividades secundarias que crecieron 5.7 %.
El empleo formal parece acompañar este dinamismo: Veracruz mantiene una tasa de ocupación laboral alta, cercana al 98 % según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI. Asimismo, la entidad es una de las que más ha atraído inversión extranjera directa en los últimos periodos. En el primer trimestre de 2024, Veracruz recibió unos US$685 millones, lo que la ubica entre las entidades con mejor desempeño en atracción de capital foráneo.
También en comercio exterior tiene avances: las exportaciones estatales en 2024 alcanzaron US$2,187 millones, un crecimiento de 5.82 % respecto al año anterior. Algunos de los productos más exportados son tubos y tuberías de hierro o acero, maquinaria, etc.
El contraste con el país y los desafíos que persisten
Sin embargo, comparado con el ritmo nacional, Veracruz no está liderando. México creció aproximadamente 1.3 % en 2024, cifra modesta si se piensa que años previos lo hacían al doble o más. Veracruz sí supera ese promedio en algunas actividades especializadas, pero el crecimiento general (1.3 % anual en el último trimestre) apenas le permite mantenerse.
En generación de empleo formal, aunque hay estabilidad, Veracruz no logró en el primer semestre de 2025 cubrir el 75 % de su meta de puestos registrados ante el IMSS. Esto denota una brecha entre esfuerzo y resultados, un margen de mejora que no debe soslayarse.
Además, en el comercio internacional neto hay señales de que no todo lo que exportamos se traduce en beneficios locales, pues muchas importaciones de insumos se mantienen altas, lo que condiciona la cadena productiva local. Y aunque hay inversión extranjera, su magnitud comparada con otros estados muestra que Veracruz aún no ha explotado plenamente sus ventajas logísticas, geográficas y de recursos naturales.
Algunas de las oportunidades que no podemos dejar escapar son:
La ubicación geoestratégica: Veracruz es puerta al Golfo, con acceso marítimo clave. Esto lo posiciona muy bien para proyectos de logística, puertos, comercio marítimo internacional, así como para ser nodo de distribución hacia Centroamérica y los Estados Unidos. La apuesta por modernizar infraestructura portuaria y de transporte puede rendir frutos importantes.
La industria pesada y manufactura: El crecimiento en el sector secundario ya demuestra que hay capacidades instaladas. Invertir más en valor agregado local puede generar empleo de calidad, retener capital y fortalecer proveedores locales.
Una agricultura, pesca y energías limpias: Los recursos naturales no son una promesa, sino una base real. Veracruz tiene climas variados, suelo fértil, costas con riqueza pesquera, posibilidad de cultivos de exportación, etc. La transición energética brinda otra oportunidad: eólica, solar, bioenergía podrían integrarse con los proyectos estatales y nacionales.
Tener turismo y cultura: Veracruz tiene patrimonio histórico, biodiversidad, costas, gastronomía, cultura musical. Si logra consolidar oferta turística sustentable y promocionarse mejor (y resolver problemas de seguridad, infraestructura, servicios), puede capturar mayor flujo nacional e internacional.
Y por último nearshoring / cadenas globales de valor: Con la reconfiguración global, empresas buscan relocalizarse más cerca del gran mercado de Norteamérica. Veracruz tiene ventajas para atraer este tipo de inversión, si se ofrecen incentivos adecuados, seguridad jurídica, capacitación laboral, infraestructura confiable.
En suma, Veracruz tiene más razones para creer en su futuro que para resignarse a ser mero comparativo: depende de voluntad política, de estrategia clara, de capital humano invertido con visión local, y de instrumentos que alineen lo que ya hace bien con lo que aún puede alcanzar.