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“El AIFA se diseñó como un auto de fórmula uno y no como un Roll Royce”.

Francisco González-Pulido

Este lunes 21 de marzo se inaugura el aeropuerto internacional Felipe Ángeles (AIFA), el cual ha sido motivo de polémica desde su inicio, ya que desplazó al aeropuerto de Texcoco, convirtiéndose en la opción del gobierno federal para atender y desahogar la saturada situación del aereopuerto internacional de la ciudad de México (AICM).

El AIFA tendrá un costo aproximado de 75 MMDP, pero de acuerdo con las nuevas estimaciones, el costo será de 74 mil 535 millones de pesos, quedando por abajo del monto estimado, esto incluye el lado “B” que consiste en museos, un parque temático, el centro de convenciones para conciertos, entre otras atracciones.

Hasta el momento se han ejercido 61 mil 739 millones 767 mil 727 pesos para la edificación del complejo aeroportuario (hasta el 15 de marzo) distribuidos de la siguiente forma: 16 mil 348 millones 477 mil 582 pesos para sueldos, 30 mil 298 millones 121 mil 623 pesos, para materiales; 6 mil 864 millones 649 mil 415 pesos en maquinaria y vehículos, 2 mil 586 millones 8 mil 794 pesos, para combustibles, mil 256 millones 910 mil 878 pesos, en acarreos y 4 mil 385 millones 599 mil 435 pesos para gastos generales.

Por otro lado tenemos el costo en infraestructura integral (carreteras, trenes, gasolineras, conexiones etcétera) en donde se realizará una  inversión superior a los 20 MMDP, necesaria para el objetivo del gobierno federal, quien busca generar un polo de desarrollo económico, social y turístico, no sólo en  el municipio de Zumpango en el Estado de México, sino de manera conjunta en toda el área metropolitana. 

Una obra de tal magnitud, sin duda representa una apuesta importante para el desarrollo económico, ya que a lo largo de los 880 días que lleva el AIFA en construcción, la Sedena reporta la creación de 162 mil 72 empleos, de los cuales, actualmente se encuentran activos alrededor de 37 mil a lo largo de 48 frentes de construcción que trabajan en 3 turnos de 8 horas.

Si bien el objetivo principal era la ampliación de la oferta aérea y reducir el uso del AICM -el cual tiene una movilización anual de 50 millones de pasajeros- se ve un poco complejo en el corto plazo, a pesar de que el AIFA en esta primera etapa tendrá una capacidad de mover 20 millones de pasajeros al año y existen estimaciones que proyectan una movilización de sólo 800 mil persona.

Por su parte, para conseguir su objetivo, el gobierno federal está aplicando una serie de políticas públicas orientadas a que aerolíneas y público en general utilicen esta nueva infraestructura, tales como cancelar nuevos permisos y ampliaciones aéreas (del AICM), una Tarifa de Uso Aeroportuario (TUA) más baja de 245.30 pesos para vuelos nacionales y 465.77 en el caso de internacionales, la cual es 60.3% más barata respecto al aeropuerto de la Ciudad de México para volar a destinos dentro del país y 62.4% para vuelos al extranjeros, así como una reducción en tiempos de documentación,  quedando de una hora para vuelos nacionales y dos para vuelos extranjeros, en contra parte de los tiempos del de la ciudad de México que son de dos horas para nacionales y tres horas para extranjeros.

Con estas políticas se espera que no se tenga que operar en números  rojos, alcanzando un promedio en tres años de 15 millones de personas, reduciendo así un 30% la operatividad del AICM y encaminándose a conseguir la meta de 85 millones en su etapa final entre 2042 y 2052.