Este fin de semana falleció a los 100 años el legendario expresidente Luis Echeverría, el cual fue artífice de gran parte de la construcción del México actual, recordado por temas como el Halconazo, por la guerra sucia o por Tlatelolco, sin embargo, el expresidente construyó instituciones que hoy en día siguen siendo pilares en el desarrollo nacional, tales como el Conapo para la población, el Infonavit para las viviendas, el Fonacot para el consumo y el Conacyt para la tecnología y la UAM para la educación.
A la par fue un presidente que ejerció el poder de manera fuerte y centralizada, y aún después del término de su mandato, seguía teniendo un gran peso en las decisiones políticas del país, llegando esa injerencia hasta el sexenio de Carlos Salinas de Gortari. Además, Echeverria Álvarez tuvo la característica de formar cuadros políticos que posteriormente ocuparían puestos de poder, como es el caso del exgobernador veracruzano, Fidel Herrera Beltrán a quien le dio una beca para estudiar en Inglaterra, el frente juvenil y posteriormente una diputación.
En materia económica, su sexenio tuvo la característica de enfrentarse a una elevada inflación e incremento en la deuda pública, ya que no quería bajar el ritmo de crecimiento que traían sus antecesores. México venía de una década de los 60, donde se creó una clase media significativa, conociendose esta epoca como el "desarrollo estabilizador", ya que el PIB crecía a ritmos de entre 5% y 6%. Por lo cual, cuando Echeverría toma el gobierno y se presenta una pequeña recesión en 1971, este no quería que la economía disminuyera y empieza un proceso de mucho gasto caracterizado por el endeudamiento, la deuda externa se disparó exponencialmente, al inicio del sexenio ascendía a 4,000 millones de dólares (mdd) y hacia 1976 tocaba los 30,000 mdd.
Una deuda elevada, y una sobre impresión de papele moneda, sin duda son los ingredientes perfectos para una devaluación, como la que se dio en su sexenio, ya que al inicio de su sexenio, el peso tenia una pariedad $12.5 por dólar, y al final de su sexenio, llegó a los $20 pesos, cabe mencionar que los $12.5 venian desde 1954, siendo obra de Antonio Ortiz Mena.
En cuanto a la inflación, esta crecio hasta llegar a un 27% anual, marcando un aspecto interesante, ya que la inflación estuvo sumamente controlada tanto en el sexenio de Adolfo Lopéz Mateos como en el de Gustavo Díaz Ordaz, siendo muy exitosa por el buen manejo que tuvo tanto el expresidente Díaz Ordaz, como por Antonio Ortiz Mena a quien sin duda México le debe mucho, entre tantas, la creación de la clase media, conducir el desarrollo estabilizador y marcar toda una era frente a la secretaría de Hacienda.
Dentro de los aspectos positivos tenemos el fortalecimiento en la práctica activa de política exterior, reforzando la presencia de México en los organismos internacionales, donde aprobó la carta de los derechos y deberes económicos de los estados, la cual es complementaria de la declaración universal de derechos humanos y en 1975 participó en la fundación del sistema económico latinoamericano (SELA), el cual está destinado a fomentar el desarrollo independiente de los países de la región. Otro punto fuerte fue el enfocar la diversificación en el comercio, fortalecer la tecnología y el financiamiento esto apesar del desencuentro con el sector empresarial debido a la muerte de Eugenio Garza Sada.
Es imposible entender el México actual, sin entender el sexenio de Luis Echeverría, ya que no solo fue un sexenio de transición entre modelos, sino que fue y aun sigue siendo un punto de inflexión para la vida política, económica y cultural de México.