"Merece la pena recordar que a menudo son los pequeños pasos y no los saltos de gigante los que provocan los cambios más duraderos"
Isabel II
Haciendo a un lado todo lo que representa la ceremonia luctuosa de la monarca más longeva de la historia, así como sin duda una de las más importantes de la historia no solo de Inglaterra y el reino unido, sino de la humanidad, la vida en el reino unido cambiará y tendrá costos elevados en términos económicos de manera directa solo por el simple cambio de monarca.
Empezamos por el costo del funeral, y ya que, si bien no hay una cifra exacta, se espera el costo supere las 8 cifras y en libras, es decir, más de 100 millones de libras cuyo costo por el trabajo y representación que tuvo la reina, sin duda es merecido, pero el aspecto económico real va más allá de solo el costo del funeral, ya que tenemos efectos económicos inmediatos, tales como; el cierre de los negocios y la bolsa de Londres, que dicho sea de paso es la bolsa más importante de Europa, esto debido al respeto hacia la figura de la reina, por lo cual la economía se paraliza, aun siendo un acontecimiento que sin duda representará una derrama económica importante.
El costo realmente significativo no viene por el cierre de negocios o la bolsa, viene por el cambio de logística que representará el cambiar de reina a rey siendo procesos muy costosos, encontrándonos con eventualidades como imprimir nuevo dinero con la imagen del nuevo rey, esto a medida que los billetes de Isabel II se vayan sacando de circulación, lo cual no es un proceso rápido.
El dinero con la imagen del nuevo rey no solo está presente en el reino unido, sino también en algunos otros países, a la par, este cambio en el dinero genera un proceso especulativo, que traería efectos en la pérdida de valor en la ya bastante deteriorada economía británica.
El dinero es el primer paso, otro reto en el plazo inmediato es el cambiar toda la documentación oficial, ya que desde pasaportes hasta la papelería deberá presentar las adecuaciones necesarias, esta simple acción modificará la intercomunicación entre el reino unido y el resto del mundo, desde ahora será “His majesty” en lugar de “Her majesty” haciendo referencia hacia el Rey y ya no la Reina, llevándonos al nuevo himno, que ya no será “God sabe the queen”, sino que ahora será “God sabe the King”
El fenómeno más importante estará en la generación del sentimiento republicano en algunas naciones, de manera especial en Australia donde se llevó a cabo un referéndum en el 99 y los votos republicanos llegaron al 45.13%, teniendo el antecedente de la década de los 60, donde varias naciones desconocieron al gobierno de la reina, siendo países africanos los más notorios. Ahora ante la falta de la figura de la reina se teme pueda resurgir este sentimiento y contagiar a otras naciones insatisfechas con las políticas adoptadas en Londres, tales como el Brexit, donde los más afectados fueron los irlandeses, que sumados al descontento escoses representa una seria amenaza a la estabilidad no de la monarquía británica o de la familia real, sino al poder que representa la corona británica y el reino unido con su influencia en todo el mundo occidental. Nublando más el panorama, le sumamos que están pasando por la peor crisis económica después de la segunda guerra mundial y una inestabilidad política enorme donde en 6 años han tenido 4 primeros ministros, sin duda será el reto enorme que pondrá a prueba el carisma e inteligencia del Rey Carlos III, de lo contrario la historia no perdona, y terminaría abdicando como su tío abuelo Eduardo VIII.