Uno de los principios fundamentales de creación de la figura de un Estado, era la salvaguarda en la integridad de las personas, sus habitantes, es decir, se renunciaba a ciertas libertades en pro de una mayor garantía de bienestar, siendo una de ellas la seguridad, es decir, tener la certeza de que un ente mayor cuidaría nadie abusara del otro, sentando las bases de una cordialidad y desarrollo, por lo cual, cuando no hay seguridad, no puede haber desarrollo ni crecimiento.
El tema de la inseguridad no es exclusivo de México, de alguna entidad federativa o municipio, si bien hay focalizaciones y concentraciones con mayores conflictos, es un problema que atañe a todos, y que solo se resolverá en conjunción, ya que se ha vuelto una cultura aspiracional y ese es el problema más grande. Los problemas que se analizan son solo los que corresponde a la resolución del conflicto, pero no se presta atención en sus efectos secundarios, que muchas veces generan una espiral más fuerte de violencia e inseguridad, siendo la más relevante el factor económico.
La inseguridad tiene un efecto muy corrosivo en toda actividad económica, podemos ver en producciones agrícolas donde no solo reduce los niveles de producción, sino que provoca desabastos o encarecimientos debido a la escasez o al aumento en los costos de distribución al tener que proteger las rutas, como es el caso del aguacate en Michoacán donde se llevo a sancionar el producto por parte de los Estados Unidos en fechas muy cercanas al super bowl lo que representaría una perdida millonaria. Se estima que el aumento en los costos en producciones agrícolas puede llegar hasta un 60% dependiendo de la temporalidad y producto, por lo cual, un país con graves problemas de inflación y con umbrales de pobrezas altos este conflicto se vuelve de suma relevancia sobrepasando lo social.
El sector secundario tiene otro tipo de implicaciones de igual forma en la distribución y producción como fue el caso de bimbo, sin embargo aquí cambia la dinámica, ya que la producción y empresas lo que hacen es trasladarse a otros lados, buscando menores riesgos, por lo cual, al irse estas empresas e incentivar lleguen nuevas, se reduce la generación de nuevos empleos y se pierden algunos ya consolidados, con lo cual desaparecen las economías satélites a esas empresas, con un nuevo espiral de contracción económica. Aquí se pueden ver contracciones económicas en un 20% debido al sobre precio en la distribución y perdidas millonarias por la salida de empresas.
En cuanto al sector servicios, la instalación de la inseguridad repercute directamente en el desarrollo de ciertas actividades, sobre todo el turismo. Muchas ciudades viven directamente de este rubro, mostrando una tendencia hacia una reducción de afluencia en personas, oscilando entre un 20 y un 60%, lo que significa un importante numero de locales que cierran y personas que pierden su empleo teniendo que migrar, haciendo un traslado de valor de la ciudad origen a algún otro Estado o incluso el país.
Ciudades como Puerto Vallarta, Cancún, Acapulco, San Miguel de Allende, etc. presentan altos problemas en materia de inseguridad, lo que limitan mucho su crecimiento y desarrollo provocando un efecto dominó donde reducen en igual medida el avance de la entidad federativa en todos los sentidos, volviéndose inoperante el bienestar. El vivir en un Estado de derecho no solo brinda garantías de una convivencia armoniosa, también es sinónimo de una economía prospera y con mejor calidad de vida.