El pasado miércoles 23 se llevó a cabo la comparecencia del secretario de finanzas; José Luis Lima Franco donde presentó el manejo financiero del Estado, en teoría de este año, sin embargo, se hace un balance más bien por los cuatro años que lleva a cargo de esa actividad. Cabe destacar que, si bien el manejo financiero y económico es complicado para todo el mundo debido a la recesión económica, para el caso de Veracruz es aun más complejo por los déficits estructurales y la deuda a largo plazo que se traduce en costos financieros, por lo cual el reto es complejo.
Un tema que llamo la atención en la comparecencia es que aun no queda claro para muchos legisladores el manejo financiero y la utilización de estas herramientas, ya que se confunde la solicitud de créditos a corto plazo como deuda estructural.
Lo primero es definir las cuentas de orden que son el factor clave para el aumento en la deuda a largo plazo, ya que son todas esas cuentas que están por comprobarse su veracidad, es decir ver si en efecto se surtió el pedido, se realizó la obra, se prestó el servicio, etc. Los montos correspondientes a estas cuentas aun no se pueden contabilizar como deuda dado que aun no se ha comprobado sean verídicas, y estas cuentas corresponden al periodo de Javier Duarte, y en el bienio de Miguel Ángel Yunes no se reconocieron dado que representaría hacer frente a más deuda y complicar las complicadas arcas estatales heredadas, por lo cual, el reto verdadero y problema, le cayó a Lima Franco que mediante una reestructuración de deuda a largo plazo se logró contener la deuda, mejorar las calificaciones del Estado y reducir los costos financieros, que se traduce en gasto publico enfocado en infraestructura, a la par del reconocimiento en la cuentas de orden por lo cual la deuda se acrecienta debido a créditos, sino a reconocimiento
Otro aspecto que generó conflicto y duda es lo correspondiente a los créditos a corto plazo o quirografarios, los cuales no necesitan pasar por autorización del congreso, y no representan deuda per se, dado que se cubren en el mismo ejercicio, es decir en el mismo año, estos se ocupan para cubrir requerimientos inmediatos y que por falta de liquidez no se cubren. Estos créditos se dan con base en los semáforos de alerta que establece la SHCP, donde Veracruz se encuentra en verde, por lo cual sus solicitudes de créditos pueden llevarse a cabo sin problema.
Un fuerte reclamo fue la falta de obra pública, es decir, parte del gasto en infraestructura, sin embargo, el gasto en infraestructura crece en función de dos cosas, el aumento en el presupuesto (que puede venir de diferentes formas) o mediante acuerdos de participación públicas-privadas, en teoría Veracruz debería invertir unos 15 MMDP sin embargo, el monto oscila en los 6 MMDP esto debido a los costos financieros de largo plazo, es decir, el pago de deuda. Tradicionalmente (y de manera un poco anticuada) se espera el crecimiento económico venga por parte en el gasto en infraestructura gubernamental, lo cual no necesariamente es cierto, este incremento puede venir por parte de la atracción de inversión privada, lo que sucede con las diferentes empresas que se establecen en el Estado.
Si bien el manejo económico no es fácil y siempre representa un reto, es de reconocer que las finanzas veracruzanas llevan un buen rumbo, que se comprobará al cierre del sexenio con los saldos que queden para el siguiente periodo.