Por: Edgar Sandoval Pérez
Una de las características mas sobresalientes de las finanzas publicas son los equilibrios, siempre debe equilibrarse todo de alguna forma para que el desarrollo económico sea lo más optimo posible y no suceda como en décadas pasadas donde endeudarse y comprometer ingreso futuro era muy fácil.
Uno de los garantes de esos equilibrios son el uso de fondos, siendo un caso particular el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF), el cual se utiliza para equilibrar las alteraciones presupuestales que se pueden generar al haber una menor recaudación federal participable, es decir, que se capten menos impuestos, derechos y parte de ingresos petroleros, lo que significaría menos dinero para los Estados y los municipios, siendo de esta forma una política contra cíclica ante contracciones económicas.
Este fondo que impacta directamente en el ramo 28 está hecho para estabilizar las participaciones, por lo cual, si hay una contracción económica ya sea de manera interna o por factores externos, se aplica este fondo para que las disminuciones no sean tan significativas sacrificando la operatividad y desarrollo en ambos órdenes de gobierno. De acuerdo con Moody's, el fondo cerró el 2022 con 21,368 millones de pesos complicando el panorama en el supuesto de que exista una eventualidad tanto interna como externa que afecte las participaciones.
Al hacer una evaluación como las realizadas por el centro de estudios de las finanzas publicas podemos detectar una reducción de al menos un 300%, en solo 5 años, ya que paso de ser 88.7 MMDP a 21.3 MMDP, si tomamos en consideración que esté fondo nos ha permitido sortear crisis como la del 2009 0 2022, podemos ver que su relevancia es estratégica para el crecimiento y desarrollo económico de los municipios y entidades federativas y su reducción podría tener un costo de oportunidad grande.
De acuerdo al centro de estudios de las finanzas públicas, la conformación de este, está estructurado mediante una aportación dl 2.2% del Fondo mexicano del petróleo para la estabilización y el desarrollo (FOMPED) y, si hay un excedente se destina hasta un 65% de estos. El monto de dicha reserva, en pesos, será igual al monto que resulte de multiplicar un factor de 0.08 por la suma de las cantidades estimadas en el artículo 1º de la LIF en los conceptos correspondientes a impuestos totales y a las transferencias del Fondo Mexicano del Petróleo. Ahora bien, en octubre de 2022 se reformó la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria dotando a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público el poder realizar aportaciones adicionales consistentes en activos financieros.
Las complicaciones surgidas por el manejo del fondo tienen un aspecto de carácter internacional derivado por las fluctuaciones en el precio del petróleo, esto no quiere decir que la economía mexicana vaya mal, más bien significa que el manejo presupuestario debe estar enfocado en una planeación estratégica que amortigüe las fluctuaciones económicas.