Históricamente en México tuvimos latente al fantasma de la inflación, la cual, silenciosa, carcome el consumo de la población. Si bien la inflación controlada no es mala, para el caso de México debe ser no mayor a 3%, el que haya un exceso si se vuelve un problema generalizado, siendo clave las acciones del gobierno federal y del Banco México en el control de la política económica del pais.
El año pasado tuvimos una marcada alza en la inflación, alcanzando umbrales no vistos desde hacía décadas, e iniciamos este 2023 con una inflación de 7.38%, a pesar de tasa ya altas. Pero ¿Qué significa estos incremementos en los bienes y servicios y sobre todo como impactan a la población?
Primero empecemos con la naturaleza de esta inflación, donde nos encontramos que no obedece a la demanda, es decir, no se originó por que las personas soliciten mucho algun bien o servicio, y este entre en escazes, con lo cual subiría el precio. Sino que obedece a una falsa sensacion de escazes y a que los niveles de producción no son acordes la cantidad de dinero en circulación, por lo cual su origen es del lado de la oferta.
La solución que hemos visto, ha venido por parte de Banxico, aplicando un aumento en la tasa de interes, sin embargo es una solución muy corta, ya que no atiende el problema en si, solo actua como desacelerador de la economia de forma general, es como aplicar quimioterapia, si bien elimina las celulas dañinas, tambien elimina las celulas buenas.
Ya identificado el origen, podemos analizar las repercusiones a la población con base en la aplicación de las políticas económicas por parte del gobierno en sus tres ordenes. Como se mencionó el que reacciona siempre es el banco de México, quedando todo como un aspecto meramente monetario, sin embargo la participación del gobierno con sus políticas fiscales tienen un papel determinante, ya que pueden jugar a fovor o en contra.
Al subir los precios la afectación va directamente a la población más vulnerable y a la clase media, ya que su salario no se incrementa al mismo ritmo que la inflación y al ser esta más elevada de lo normal, las personas no podrán comprar la misma cantidad de bienes y servicios que podián compran antes. Esta circunstancia no provoca que bajen los precios, provoca que las empresas produzcan menos, y eso hace que se necesite menos mano de obra y materia prima, lo que nos lleva a que se pierdan empleos, y al ser replicada esta acción en todo el pais, se genere una desaceleración económica, reduciendo así el crecimiento económico.
Ante este escenario es necesario que el gobierno federal, el estatal y hasta el municipal apliquen políticas fiscales que fortalezcan la creación de empleo y reorienten los niveles de producción para un equilibrio general, con lo cual no solo será tarea de banxico, sino una conjuncion de políticas monetarias y políticas fiscales, con mejores resultados para la población.