A pocos días de que se lleven a cabo las encuestas de MORENA que aportarán a la decisión de la designación de la coordinación nacional de los comités de la defensa de la cuarta transformación, Marcelo Ebrard sale a denunciar ante los medios y las redes sociales una serie de irregularidades en el proceso interno de su partido. ¿Qué significa esto?
Muchas personas están respaldando al excanciller, en virtud de que consideran que tiene razón con sus acusaciones y no es que estas sean falsas, sino que, en realidad, no son algo nuevo. Incluso desde antes de que comenzaran con este circo, Sheinbaum ya se dedicaba a estar de gira por el país y contaba con un alcance publicitario enorme.
La exjefa de gobierno de la Ciudad de México, meses atrás, ya se sentía la elegida para el 2024 y, por supuesto, tenía la carrera adelantada frente a las aspiraciones de sus compañeros. No solo se veían espectaculares y bardas con #EsClaudia por todo el país, sino que también visitaba cada entidad, ya sea por una reunión simple o porque dictaba conferencias magistrales.
Aunado a lo anterior, no podemos olvidar la serie de conciertos que se daban en el Zócalo de la CDMX con el pretexto de llevar cultura de forma gratuita a los grupos más desfavorecidos. Ante los reclamos del gasto que implicaba esta actividad, después, Sheinbaum salió a decir que los artistas lo hacían de forma gratuita, pese a que sí se veía reflejado una gran cantidad de dinero en el presupuesto que estaba destinado a este tipo de eventos.
Lo cierto es que esta convicción del gobierno de la CDMX se fue con la salida de Sheinbaum, ya que, en la actualidad, ya no se ven esos megaconciertos tan favorecedores, en cambio, la dispersión de recursos está puesta en la pre-precampaña de Sheinbaum. Ante la sospecha, el actual jefe de gobierno, Martí Batres, afirmó que es posible que todavía les alcance para un concierto masivo, pero que se concentrarían en hacer eventos en las colonias con grupos locales.
En fin, a estas alturas, Ebrard sale con fuertes críticas no solo a su compañera de partido, sino, del mismo modo, hacia la directiva del instituto político al que pertenecen y, como no queriendo la cosa, también al propio presidente, quien es el jefe máximo que respalda todo el proceso y que ya ha dado el dedazo para Claudia.
En el pasado, Marcelo ya se ha tenido que enfrentar a López Obrador cuando llega el momento de la definición de candidaturas y, en más de una ocasión, el segundo ya ha sentado al primero, lo cual, ha provocado que Ebrard quede relegado y que, de forma fiel, este permanezca a los servicios y propósitos de AMLO. Marcelo se ha alineado de manera obediente antes, ¿qué cambió hoy?
Algunos aseguran que ya estamos frente a un rompimiento inminente en MORENA y que es muy probable que Ebrard salga del partido y encabece el proyecto de Movimiento Ciudadano (MC), no obstante, la “corcholata” ha dicho que no saldría del partido guinda y que, de hecho, él ganará la encuesta en la batalla final entre Claudia y él.
Además, se armó toda una especulación de que Ebrard acudiría al INE el viernes a mediodía para denunciar las malas prácticas de Sheinbaum. No obstante, esto solo fue un rumor porque Marcelo si fue al INE, pero para pagar una multa por haber desplegado propuestas de campaña como su plan Ángel o su pasaporte violeta.
Es un hecho que Ebrard está violando las reglas que su propio partido estableció para esta contienda interna, así como la normatividad electoral, empero, él no es el único, ya que todo el aparato estatal y partidista está operando para que Sheinbaum llegue y López Obrador solo se tapa los ojos y los oídos.
Aunque muchos ven al partido del presidente, prácticamente, quebrado, no podemos ignorar que, si Ebrard se doblegó antes, ¿por qué hoy sería diferente? ¿Ya se hartó? O ¿Hay algo más? Podría ser que ya sea un plan armado en el que Marcelo sí sea candidato, pero por MC y llegue a dividir a la oposición porque es un hecho que le quitaría más votos al Frente Amplio por México que a MORENA, aunque eso no significa que en el partido guinda no haya bajas.
Veremos cómo se va desarrollando el asunto, sobre todo, después de que el equipo de Ebrard no firmara el último acuerdo acerca de las casas encuestadoras y que otras “corcholatas” lo hicieran, pero con reservas.