Esta última semana se anunció la renuncia de personajes priistas de relevancia nacional a su partido. Así, nace la llamada “Alianza Progresista” encabezada por Adrián Rubalcava, Alejandro Murat y Eruviel Ávila. A la cual, invitan a integrarse tanto a panistas como a perredistas y demás que no coincidan con los caminos del “Frente Amplio por México”, ahora, “Fuerza y Corazón por México”.
Con estos políticos de carrera, abandonaron al tricolor diferentes personalidades, entre las que se destacan diputadas y diputados, senadores y senadoras, dirigentes municipales o exfuncionarios partidistas. Toda esta masa se une a los más de diez mil militantes que dejaron a su partido en CDMX.
Asimismo,Veracruz no se quedó atrás y cientos de militantes también abandonaron al PRI de la entidad, sobre todo, bajo la dirección y el entusiasmo de Anilú Ingram Vallines, quien era coordinadora de la bancada priista en el congreso estatal. Por lo anterior, este partido se ha quedado sin grupo parlamentario, tal y como sucedió hace unos meses en el estado de Hidalgo.
De acuerdo con el Padrón de Afiliados a partidos políticos del INE, el PRI es el segundo lugar en número de afiliaciones válidas, solo por detrás de MORENA. Aunque hay que resaltar que, el partido guinda, prácticamente, le dobla el número de personas afiliadas al partido tricolor.
Ahora bien, hay que aclarar que dicho padrón está actualizado al 31 de agosto de 2023, por lo que, al PRI todavía no se le ha quitado la nueva cifra en sus afiliaciones, entonces, sus números seguirán disminuyendo como ha venido pasando desde que MORENA ha ganado la preponderancia en el país.
En este padrón, MORENA tiene registrado 2,322,136 miembros, una gran cantidad, sin embargo, esta cifra podría ser engañosa, en el sentido de que muchas personas están afiliadas por petición en su trabajo o de su sindicato, no por una convicción propia. Pese a ello, tampoco hay que confiarse, ya que, en efecto, hay muchos individuos que están convencidos de la Cuarta Transformación y sí simpatizan de forma genuina con el movimiento.
Reflexionando en torno a este padrón, hay que resaltar que el PAN suma una cantidad que solo está 31,395 por encima del mínimo solicitado para mantener su registro, es decir, un 0.26 % del Padrón Electoral Federal de la elección federal inmediata anterior. También es necesario no pasar por alto que tanto el PVEM como el PT (aliados de MORENA) superan en militancia al PAN e, incluso, el PRD y MC, de igual manera, lo hacen.
Dejando de lado estas cifras y, volviendo a la cuestión de la salida de liderazgos priistas de su partido, hay que aclarar que todas las voces coinciden en que se unen ante un proyecto que consideran es el más acertado para el país y que no buscan un beneficio propio, no obstante, de ello, no estoy tan segura.
De entrada, los rostros más conocidos del priismo que, ahora, abandonan su estandarte, coinciden en una cuestión a la cual no se le presta demasiada atención. Esta es que no pretenden apoyar al partido en las condiciones en las que se encuentra y no se refieren a un estado de desgaste, sino, más bien, a que el control lo tiene “Alito” Moreno.
Así como muchos panistas han expresado que Marko Cortés, dirigente nacional del PAN, le hace más daño que bien al albiazul, pues muchas y muchos priistas y expriistas no tienen en aprecio a Moreno, ya que piensan que tiene a su servicio al partido y termina por excluir o traicionar a más de un puñado.
En tal sentido, no pensemos que quienes están fundando y uniéndose a la “Alianza Progresista” para apoyar a Sheinbaum desde afuera del morenismo lo hacen por el bien del país, algo podría haber de eso, pero no es lo fundamental. No tomarían esta decisión, si no hubiera algo a cambio de por medio, tal vez, no lo que anhelaban en el principio, pero sí que les beneficie.
Esto, pese a que Sheinbaum ha dicho que todavía no se ha sentado a platicar con esta alianza y que no tienen puestos o espacios asegurados, pero, es una realidad que este tipo de personajes no van a arriesgarse por nada. Además, eso de que no buscan “hueso” o puestos lo pondría en duda, ya que, por ejemplo, Adrián Rubalcava quería ser el candidato del frente a la jefatura de gobierno de la CDMX y, al final, ni Alito Moreno defendió su aspiración ni el frente lo tomó como opción y designaron a Santiago Taboada del PAN.
Después de tal movida, Rubalcava se quejó y despotricó acerca del método y la decisión, asimismo, Sandra Cuevas le expresaba su apoyo y el de su delegación. Por ello, era evidente que Rubalcava no se iba a quedar de brazos cruzados, él quería algo y no lo obtuvo, así, tendría que buscar otra cosa en otra parte.
En el caso del grupo de expriistas veracruzanos que dejaron el partido por apoyar a MORENA y a Sheinbaum, pues un día estaban alabando a Xóchitl Gálvez y a quienes representaban el frente y, ahora, van con “el mejor proyecto” confiando en que Sheinbaum está lista para gobernar al país y poniéndose a sus órdenes. No hay nada gratis o, al menos, personas de esta envergadura política no buscan hacerlo sin pago alguno, eso se lo dejan a sus militantes “de a pie”.
Mientras tanto, AMLO ya los ha ungido para colaborar con la Cuarta Transformación, ya que para el mesías morenista no importa si eres malo o bueno, sino, solo que te arrepientas y, obvio, estés de su lado y, así, ya no ser parte de la “mafia del poder”.