Con la entrada del 2024, también llega el inicio del fin del mandato de López Obrador (de forma oficial) y, ante ello, ha comenzado a reconocer solo una mínima parte de los errores de las políticas, acciones, reformas y proyectos implementados por su gobierno.
Primero, al magnificar los megaproyectos del Tren Maya y el reavivamiento de Mexicana de Aviación, de igual forma, reconoció que se han identificado errores que son susceptibles de corrección. En especial, debido a que, según él, al comenzar con antelación se permite mejorar con el paso del tiempo y llegar a la meta antes de que finalice su administración. No obstante, dicha mejoría parece estar más lejos de lo que el presidente piensa.
Eso sí, del hecho de que los proyectos insignia de su sexenio están a cargo del ejército no dijo nada, para él esto es un gran acierto. Así, se continúa dejando en manos de la milicia muchos ámbitos de la vida del país y no solo lo que corresponde de forma estricta a las fuerzas armadas.
Si reflexionamos con mayor profundidad, en realidad, el titular del ejecutivo federal no está reconociendo errores, pues sigue pensando que ha hecho bien, lo único que hace es adelantar que a “aquello bueno” se le puede implementar mejoras para así, ser más conveniente. Es como si pensara que está realizando una prueba y que todavía no comienza de manera oficial, pese a que se dedica a inaugurar las obras que, por supuesto, están incompletas.
López Obrador ha adelantado que presentará una contrarreforma laboral a la realizada por Zedillo en el pasado. Por un lado, busca mejorar las condiciones de las personas pensionadas y, por otro, instaurar que el salario mínimo no aumente por debajo de la inflación.
Lo anterior es una pequeña muestra de que, al menos, ya ha identificado que subir el salario mínimo de forma aislada no es una solución con implicaciones reales para los bolsillos de la gente trabajadora en el país. El presidente se ha jactado de asegurar que su gobierno ha hecho lo que otros no, esto es, aumentar el salario mínimo en grandes porcentajes, empero, lo que no decía es que ese dinero alcanza, cada vez, para menos.
Después de que muchas personas especialistas señalaron que el poder adquisitivo de las y los mexicanos se veía reducido pese al aumento del salario mínimo, el presidente más o menos comienza a abrir sus oídos a ello o, más bien, a destaparse las orejas.
Desde la conmemoración del 117 aniversario de los Mártires de Río Blanco, señaló que se ha visto afectado el poder adquisitivo del salario y, por ello, se hacía necesario seguir con la política salarial que se ha estado llevando a cabo, pues este alcanza para poco.
En realidad, no creo que se deba continuar por la misma vía de su política salarial, sino, llevar a cabo un análisis más profundo, no obstante, es una buena señal que, al menos, identifique que no ha sido una medida adecuada y que es necesario tomar en cuenta otros factores.
En esta conmemoración, además de la asistencia de Andrés Manuel López Obrador, también se contó con la intervención del gobernador de la entidad veracruzana, Cuitláhuac García, a quien se le interrumpió durante su discurso con abucheos.
En las redes sociales circula que este rechazo se da debido a que las y los trabajadores son obligados a acudir a estos eventos para brindar el apoyo a la 4T, cuando no desean hacerlo. Así, la fuerza trabajadora se muestra cansada de ser utilizada para fines proselitistas y estar en las mismas o peores condiciones.
Al respecto de ello, el dirigente estatal de la CTM, García Trujeque, declaró a los medios que el gobernador morenista está alejado de la gente y es prueba de que no suele atender muchos aspectos. Además, señaló que ni a él mismo lo ha atendido con reclamos de su gremio.
De hecho, no olvidemos los sucesos que se dieron al final del 2023, cuando diversos grupos de familiares que buscaban a personas desaparecidas tomaron Palacio de Gobierno y el primer cuadro de la ciudad de Xalapa con el fin de que el gobernador les atendiera.
Esto último es algo que tardó en pasar, puesto que, todo indica, que Cuitláhuac García esperaba que se retiraran sin necesidad de darles la cara. Es más, no podemos pasar por alto que el gobernador prefirió estar en los reflectores en Boca del Río en eventos sociales que atender una crisis que ya se llevaba arrastrando con el tiempo.
Los abucheos que recibió el gobernador este domingo son una muestra de lo que gran parte de la población veracruzana siente al respecto de su gobierno, sobre todo, después de no reconocer errores y no atender lo urgente y necesario o, en caso contrario, por solo brindar soluciones inútiles. Ejemplo de esto último es la obra en Trancas (el puente jorobita) en Xalapa, que simula liberar el tráfico para bajar de la rampa y seguir exactamente igual que sin los carriles elevados.