Este domingo se llevó a cabo el segundo debate rumbo a la gubernatura del estado de Veracruz. Los temas en los que se tenían que concentrar eran educación y cultura, igualdad sustantiva de género y derechos humanos.
Previo a este ejercicio, hay que puntualizar que las encuestas de opinión eran tan variadas, por ejemplo, según infobae, diez le daban el triunfo a Nahle, sin embargo, al menos una afirmaba que Pepe Yunes tenía mayor preferencia entre la población.
Además de estas, la última encuesta publicada por Massive Caller en su sitio web para el estado de Veracruz fue la del 09 de mayo, en donde Yunes era el puntero en la preferencia electoral, adelantando a Nahle por poco más de 2 puntos porcentuales. En cambio, el estudio de Electoralia difundido por Polls.mx colocaba a Yunes y a Nahle en un empate técnico, ya que si bien el candidato del PRI-PAN-PRD llevaba la delantera, solo lo hacía por un punto porcentual.
Se ha hecho viral el caso de personas que simpatizaban con MORENA y que dejan sus chalecos guindas para sumarse al equipo de campaña de la oposición en otros lugares. Pese a ello, en Veracruz, se reportó que, a escasas horas del debate, se habían sumado nueve alcaldes de la oposición a la campaña de Nahle.
Con este contexto, se llegó el momento del debate en el World Trade Center de Boca del Río. De manera general, podemos decir que vimos a un Pepe Yunes con dominio en gran parte del debate, a un Polo Deschamps presentando diagnósticos y propuestas y a una Nahle siempre leyendo.
De forma específica, Polo Deschamps aprovechó la popularidad de Máynez entre la juventud y, cada vez que hacía referencia a que MC estaba ganando terreno en las preferencias o algo similar, siempre se refería al candidato a la presidencia, pues él está lejos de ello.
Si bien, los éxitos que Deschamps logró como presidente municipal no son nada despreciables, hay que recordarle al candidato que no es lo mismo gobernar un municipio que hacerlo con toda una entidad, en especial, una tan compleja como Veracruz.
Este candidato tenía una estructura para sus intervenciones, que consistió en, primero, brindar un diagnóstico de la situación a la que quería referirse y, en la segunda parte, hacer propuestas. De esto, hay que decir que su diagnóstico, según él, se sustentaba en las pláticas con la población en sus recorridos. La cuestión es que sus propuestas rondaban en lo mismo y ya no explicó cómo llegar a ellas.
Cada vez que se le preguntaba por la igualdad sustantiva de género y las problemáticas que enfrentan las mujeres, se enfocaba en repetir una y otra vez su plan para emprendedores tanto de hombres como mujeres. Parece ser que Deschamps no identifica la brecha de género ni las desigualdades, ya que solo se limitó a un discurso repetitivo de “también los hombres”.
Por su parte, Pepe Yunes se vio en control, por lo menos, la primera hora y media. El candidato siempre tuvo contacto con el público y con quienes moderaban el ejercicio, de igual forma, hay que destacar que su discurso fue sencillo y directo, sin necesidad de leer hojas y hojas.
Parece que Yunes aprendió del primer debate y, en lugar de solo atacar a Nahle, mejor aprovechó su tiempo para señalar lo que estaba mal en la entidad y hacia dónde teníamos que transitar, sin embargo, se quedó corto en el cómo vamos a llegar. No obstante, para los últimos 30 minutos del debate volvió con la perorata de “la zacatecana”, un total desacierto.
En cambio, Rocío Nahle mostró nulas habilidades discursivas y una pésima oratoria. Su actuación en este debate parece indicar que es incapaz de presentar argumentos sólidos, hacer propuestas y, en especial, eso, debatir.
La candidata morenista, prácticamente, se la pasó leyendo en cada una de sus intervenciones, incluso en aquella en donde debía presentarse. Se puede notar, de nuevo, el trabajo de su equipo de asesores, ya que sus participaciones fueron exactas con el tiempo, empero, solo giraban en torno a lo maravillosa que considera la Cuarta Transformación y los logros del presidente.
Nahle ocupó la mayoría de su tiempo en aplaudirle a su jefe en Palacio Nacional y dejó un espacio escaso para la presentación de propuestas. Además, la candidata tiene una visión algo distorsionada de la entidad, puesto que, para ella, Veracruz no está tan mal.
Resalta que una de las pocas propuestas que presentó la zacatecana fue implantar escuelas de horario extendido, eso suena a lo que antes teníamos como escuelas de tiempo completo y que el gobierno morenista decidió desaparecer.
Finalmente, hay que puntualizar que, pese al trabajo que hicieron Javier Solórzano y Mitzi Cordero como moderadores para marcar la pauta de las temáticas a tocar, pues de poco sirvió. Lo anterior porque los candidatos y la candidata se concentraban en atacarse y en hablar de otras cuestiones, en lugar de plantear soluciones a temas tan importantes como los derechos humanos o la cultura.
De nuevo, las opciones para la gubernatura de Veracruz nos quedan debiendo a las y los veracruzanos en este debate, empero, no olvidemos que las cifras de las encuestas podrían seguir cambiando, así como también, el resultado el día de la elección.