El 28 de julio la diputada Magaly Armenta de MORENA presentó una iniciativa que busca que se considere como veracruzanas a las personas que, a pesar de no haber nacido en la entidad, tengan hijos nacidos aquí o una residencia efectiva de cinco años en el territorio. Cinco días después se discutió en el poder legislativo el dictamen correspondiente.
Desde la oposición se esbozaron argumentos en contra de la aprobación de lo que los medios de comunicación han bautizado como “Ley Nahle”. Hace sentido tal nombre en virtud de que Rocío Nahle requiere una modificación de la Constitución Local para eliminar el requisito de ser veracruzana para postularse a la gubernatura en 2024. Sobre todo, porque, no es un secreto que ella es la línea tanto del Gobierno del Estado como del federal de cara a las elecciones.
Es curioso que desde las filas morenistas se afirme que este proyecto no tiene tintes partidistas, ya que no pretende beneficiar a Nahle, sino ser empática con los individuos que han llegado a la entidad. Se habla de un espíritu de hospitalidad y de no tratar como ciudadanos de segunda a la gente que viene de otros sitios para establecerse. De hecho, la exposición de motivos de la iniciativa apunta que, de no aprobarse, se niega la garantía de identidad a quienes no nacieron aquí, pero forman parte del estado y que se les privaría del acceso a derechos y obligaciones en su lugar de residencia con lo que se les negaría el libre desarrollo.
Se habla de acoger a quienes vienen de lejos, pero que han echado raíces aquí y, con el tiempo, han progresado, han visto y han hecho crecer a Veracruz. Pese a que esto pinta a la iniciativa de buenas intenciones, algunos morenistas comentan que Nahle tiene la capacidad y los méritos para postularse e, incluso, el propio gobernador, al ser cuestionado por la “Ley Nahle”, mencionó que no se le puede negar a nadie la candidatura si se tiene una residencia efectiva, según criterios del Tribunal de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
¿La iniciativa se hace pensando en las personas a las que el estado les ha dado la bienvenida como su hogar? O ¿Es una preparación de la candidatura de Nahle? Por un lado, para tenerla en la marquesina de la prensa desde ya (además de sus múltiples espectaculares) y, por otro, a fin de no dejar ni un resquicio por el que se le niegue la postulación como le pasó al clan Yunes en las últimas elecciones.
Ahora bien, algunas legisladoras morenistas recalcan que Nahle no necesita de esta iniciativa porque la Constitución Federal determina que se puede postular a las gubernaturas toda persona nativa de la entidad o con una residencia efectiva de cinco años. Además, ciertos personajes advierten que solo bastaría con un amparo federal para tener acceso a la candidatura sin ser veracruzana. Entonces, ¿por qué tanta prisa por aprobar esta iniciativa? Ya que incluso los ayuntamientos respondieron con rapidez, aunque no sorprende al ser la mayoría de la 4T, ¿Quién les iba a detener? Así que, con la aprobación del dictamen (hasta con votos de la oposición), la anuencia de los ayuntamientos y la publicación en la Gaceta Oficial del Estado en un número extraordinario, esto ya es una realidad, todo en 15 días.
Vaya, la misma Nahle se considera y el gobierno del país la considera veracruzana que, estas “nimiedades” de la Constitución Local eran simples detalles, pues, en la página web del Gobierno de México, en su semblanza curricular, dice que nació en Zacatecas y “es veracruzana de corazón”.
En MORENA hay colmillo, puesto que no presentaron una modificación directa a los requisitos para postularse a la gubernatura, más bien se fueron a la definición de quién es veracruzano, ya que uno de los requisitos para ostentar este puesto es, precisamente, ser veracruzano. Con ello, tienen la posibilidad de disfrazar su verdadera intención con buena voluntad hacia el pueblo veracruzano.
Si bien es cierto que hay quienes tienen un cargo en entidades donde no nacieron, como el sonado ejemplo de la sesión del Congreso del Estado, esto es, el del gobernador de Querétaro que, resulta ser veracruzano. La realidad es que, al menos, en la constitución política queretana se marca desde los requisitos para los puestos de elección popular la condición de una residencia efectiva.
¿Por qué en nuestro estado no se hizo algo así? ¿Si se está pensando en la gente? O ¿Solo es un disfraz? Existen estas dudas porque, por un lado, la ola morenista pide considerar como veracruzanos a quienes no son originarios de aquí, pero aportan, no obstante, por otro, agregan el legítimo derecho que tiene Nahle para postularse. Es hora de hablar con la verdad, ¿es una o ambas?
A algunas personas les podrá molestar el hecho de que se le permita a la zacatecana postularse, pero a otras, les desagrada las máscaras que se ponen los morenistas para hacerlo, aquellas caretas que criticaron en el pasado y que han jurado que no tienen porque poseen honestidad como nuestro actual gobernador, según AMLO.