Hace unos días, se divulgó que los sistemas digitales de la SEDENA fueron hackeados y parte de la información sustraída fue difundida por el medio LatinUS. Primero, algunos de los seguidores más fervientes del presidente afirmaban que esto era un teatro montado por el periodista Loret de Mola, ya que estimaban que lo referente a la salud del mandatario era lo que se conoce como fake news.
Estas mismas personas se llevaron una sorpresa al ver que AMLO confirmó, en una de sus mañaneras, que los datos revelados de su estado de salud son verdaderos, aseveró que tiene diversos padecimientos que ya son atendidos, Además, ratificó el hackeo a la institución castrense.
De hecho, en su conferencia matutina, el mandatario señaló que, en efecto, los sistemas de la SEDENA se vieron vulnerados a consecuencia del hackeo que, en su opinión, llevó a cabo algún grupo financiado por el extranjero. Aunado a ello, resaltó lo que considera una mala intención de parte de Loret de Mola y pidió que las personas se concentren en exigirle una explicación al reportero sobre el caso sonado de Frida Sofía en el sismo de 2017.
Con ello, ha buscado apartar la atención de este suceso de la violación a la ciberseguridad de la dependencia que maneja el ejército y que, gracias a las propuestas morenistas, ahora, tiene el control de la Guardia Nacional y, a su vez, de la vigilancia y el resguardo de la seguridad de la población en general.
AMLO se enfocó en complementar la información relacionada con su estado de salud, los medicamentos que toma y las atenciones brindadas por los especialistas. Aunque el riesgo de un infarto es grave para quien lleva las riendas del país, ha ignorado un tema importante, es decir, que se sustrajeron una cantidad considerable de datos resguardados por la SEDENA.
Una cuestión que ha pasado por alto el presidente es que la posesión de estos podría vulnerar la seguridad del país o los datos personales de terceros. Ante ello, explica que no le genera gran preocupación este acontecimiento porque considera que su gobierno ha sido transparente y que todo eso es información pública. Pese a esto, si ese fuera el caso, no existiría ninguna necesidad de burlar la seguridad cibernética para ingresar al sistema y, luego, descargar documentos.
Todo indica que el grupo denominado Guacamaya es el autor de este ataque, así como el de otros a diferentes gobiernos latinoamericanos. Esta agrupación es considerada como activista digital, ya que por medio del hackeo a servidores digitales de los gobiernos obtiene información relevante sobre el actuar de estos, la cual, es entregada a medios o personajes que puedan socializar lo obtenido. Al parecer, hasta ahora no se dedican a vender secretos gubernamentales, sino que se mantienen en el activismo.
A pesar de que el desvelamiento de esta información pudiera tener intenciones honestas o pretendiera el beneficio social, esto es un foco de alerta para quienes se encargan de diseñar y vigilar la seguridad de los sistemas de las dependencias gubernamentales, en especial, de aquellas que manejan temas tan delicados como la SEDENA. Es un asunto que no se puede tomar a la ligera tanto porque hay datos que deben ser protegidos como porque hay tópicos que tendrían ser públicos y, al parecer, no lo están siendo.
En su conferencia mañanera, en diversas ocasiones los reporteros intentaron regresar al presidente a la cuestión central, esto es, la violación de la seguridad cibernética de la SEDENA debido a que tal parecía que estaba envuelto en un soliloquio sobre su salud. Se escucharon frases como “volviendo al tema de la seguridad”, a las cuales hizo caso omiso y continuó hablando hasta del daño que causan los medicamentos a los riñones.
De la misma manera, aprovechó la ocasión para subrayar que los medios de comunicación están en su contra y que sus adversarios políticos usan este tipo de incidentes para golpear a su gobierno. Otra vez, desvió la atención del tema medular hacia temáticas secundarias o hacia los divulgadores de información, en concreto, Loret de Mola, quien se ha convertido en uno de los blancos del presidente a partir de las revelaciones sobre la casa gris de uno de sus hijos.
No es necesario que #todosseamosLoret para saber que el presidente atentó contra el derecho a la protección de datos personales del comunicador cuando el mandatario se dedicó a divulgar información que implicaba la exposición de estos datos. Incluso, el propio órgano garante le llamó a no incurrir en este tipo de actos que, a todas luces, se ve que no dejará de cometer. Sin duda, la publicidad de la
información gubernamental seguirá a merced de los deseos y la consideración del titular del ejecutivo.