​No es una novedad la batalla que tiene el presidente con los organismos autónomos, en especial, porque se nota la desesperación de no tenerlos entre sus manos y a su disposición. Aunque hay que aclarar que hay instituciones autónomas que ya han sido cooptadas por la 4T al colocar titulares afines a MORENA. Esto lo ha intentado con diversos espacios, pero no en todos ha tenido éxito.

Desde el inicio de su mandato, AMLO ha hecho evidente que desea modificar organismos como el INAI, o el mismo INE, con el cual, trae una pugna con, al menos, dos consejeros que lo integran y, por supuesto, con la institución, ya que no le favorece en todo lo que desea. Incluso ya ha tocado organismos descentralizados como el CONAPRED o aquellos que no son serviles a sus antojos.

Desde hace un par de días, se ha reavivado el pleito contra el INE debido a la efervescencia que ha traído su propuesta de reforma electoral y las de la oposición. Se supone que esto requiere análisis, no obstante, es un proceso que la 4T busca acelerar, al intentar presentar un compendio de las iniciativas en conjunto con la de la cabeza de MORENA, es decir, el presidente.

La propuesta de AMLO, a todas luces, busca atar al INE y, con ello, subyugar a la democracia para pasar a tener la “democracia morenista”, esto es, lo que diga el mesías presidencial será la verdad. En realidad, ya no contaríamos con un INE, sino con el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC), con ciertas condiciones.

De igual forma, pretende la eliminación de OPLES por considerar que son ineficientes, y que la mayoría del trabajo se hace desde el INE. En efecto, tras la última reforma, el INE maneja muchas responsabilidades, incluso en las entidades, sin embargo, no por ello significa que los OPLES no hagan nada, aunque se ven limitados en muchos aspectos. Llevan a cabo actividades que requieren recursos humanos y materiales, en especial, en estados como Veracruz, que tiene una extensión territorial tremenda y un gran número de municipios.

Aunque los órganos electorales toman relevancia en año de elecciones, en los hechos, realizan una diversidad de tareas en tiempos en que los comicios aún no están cerca y es que la vida democrática no es cuestión de un periodo, sino que es una labor diaria y constante.

En lo general, se conoce que la democracia del país es muy cara, pero conservarla no es algo simple ni barato, después de todo el largo recorrido histórico y político que México ha tenido. Aunque al titular del ejecutivo se le hace fácil imprimir hojas y poner gente a recolectar opiniones, las cosas no son así de sencillas, requieren cierta formalidad y, sobre todo, seguridad y legitimidad. 

Cuando piensen en la inutilidad del INE o de los OPLES consideren a los individuos que laboran en ellos, quienes pasan largas jornadas laborales con el compromiso de cumplir con su deber. A pesar de que no todas las personas son buenas, el trabajo desde un órgano electoral es cansado, meticuloso, largo y un sinfín de adjetivos que no denotan ni inutilidad ni facilidad. 

Las personas que trabajan en esos espacios, cuando inicia el calendario electoral, tienen una hora de entrada, pero rara vez una de salida, es más, muchas veces no ven ni sus fines de semana. Sé que esto no es exclusivo de estos organismos, pues, hay otros empleos igual de demandantes, empero ¿por qué minimizar los electorales? Toda esa labor que se hace, mas nadie ve y pocos valoran. Porque cada minuto vale y es crucial en una elección. Requerimos cambios en el INE y en el OPLE, en virtud de que son instituciones perfectibles, pero no estos que propone el ejecutivo.

Ahora bien, otra de las cuestiones que aborda la reforma del presidente es la eliminación del financiamiento de los partidos políticos para sus actividades ordinarias (las que están fuera de los momentos electorales). Con ello, según él, cumple un reclamo de la población al no mantener a estos parásitos y su solución es que los militantes cooperen o se reciban donaciones, esto suena muy bello.

La realidad es que pide esto en un momento en el que MORENA ya está acostumbrado a recolectar dinero de sus seguidores, militantes y funcionarios y, por supuesto, de gobiernos estatales. Ante eso, cualquier partido está en desventaja, ya que, el país es morenista, con algunas excepciones de espacios que ha ganado la oposición.

Hasta ahora, todo pinta a favorecer tanto a MORENA como a sus grupos en el poder, incluyendo al presidente que, a pesar de que dice que terminando su mandato, él se va a “La Chingada” (su rancho), esto recuerda a los dichos del propio Porfirio Díaz que decía que el país estaba listo para un relevo y no se iba. Así, se vislumbra que López va a permanecer manejando los hilos en las sombras—o no tan en la oscuridad, sino con cinismo en la luz— después de 2024 y ha comenzado a labrarse el camino. Hay más elementos de su reforma, pero no nos engañemos, la mayoría no es pensando en el pueblo, sino, en las ambiciones morenistas.