​Después de la discusión y votación del “Plan B” de la Reforma Electoral de AMLO en el Senado, se pudo notar la separación de Ricardo Monreal de su partido y de su líder moral. Este senador se convirtió en una oveja descarriada del movimiento guinda, aunque aún no se ha definido totalmente, sin embargo, dicen que pueden esperar.

Pese a que Monreal no se doblegó a la voluntad de la 4T, su voto no trajo mayor fuerza y, de todos modos, el “Plan B” sigue avanzando, a pesar de las consecuencias que este puede traer, pero ¿Cuál será la situación de este personaje ante su partido y, sobre todo, ante los ojos del mesías morenista?

Ya se han dado diversos eventos en los que Monreal ha quedado relegado de su partido y, sobre todo, ha perdido la cercanía con el presidente. Muchas personas piensan que es evidente que no contará con la bendición de AMLO para luchar por la candidatura presidencial en 2024, delante de él hay varios caballos que le llevan mucha ventaja en la carrera.

A pesar de lo anterior, él todavía permanece con la fe de que podría ser una opción, ya no se sabe quién es más ingenuo si él o Gerardo Fernández Noroña, quien se ha deshecho en elogios y apoyos para el presidente y él solito se avienta flores y cuenta que la gente en la calle le dice que lo quieren en la silla presidencial. Noroña ya se ve en la sucesión del poder ejecutivo, pero eso solo pasará en sus sueños.

El costo de la posición de Monreal en el Senado ante el “Plan B” le suma piedritas al saquito que le están acumulando en MORENA. A su vez, tampoco queda bien con la oposición ni con la ciudadanía, al no poner freno a esta idea nacida en MORENA, esto es, no acaba por definirse y va a terminar quedando mal con todos y bien con nadie.

Monreal tiene cerradas las puertas en el PAN, el PRI y el PRD, no obstante, todavía cuenta con la opción en Movimiento Ciudadano, empero, el partido naranja ha dejado en claro que no será la última posibilidad de salvación del senador. Prácticamente, le están pidiendo que ya se defina y que si quiere sumarse será bienvenido, pero que no lo van a esperar por la eternidad. 

A pesar de que el “Plan B” sigue en vías de realización, hay cuestiones que se tendrían que enmendar, resultado del análisis en la Cámara de Senadores. Sin embargo, todo parece indicar que no veremos cómo continúa esta historia hasta febrero de 2023, puesto que sería muy difícil que se apruebe en un periodo extraordinario, aunque nunca debemos estar seguros de algo porque MORENA siempre tiene un as bajo la manga.

De hecho, el periodista Loret de Mola ha afirmado que AMLO es experto en esbozar siempre un “Plan B” ante cada uno de sus proyectos, puesto que se prepara para el rechazo, pero no para no ver cumplida su voluntad. Aunque sean caprichos de este político, su opinión y decisión es la que cuenta en este gobierno.

Volviendo a Monreal, no hay que olvidar que tiene un camino similar hombro a hombro con Obrador, ya que, de inicio, se integra en el PRI, luego se muda al PRD y, al final, termina como uno de los fundadores de MORENA, incondicionales de AMLO, hasta que llegó la carrera por la presidencial 2024.

Y el asunto del “Plan B” de la Reforma Electoral todavía no ve su fin y deja en la incertidumbre a los órganos en esta materia. La cuestión, ahora, no solo está en manos de la Cámara Alta, sino también de los procesos que se lleven en la Suprema Corte, porque a todas luces hay mucho del contenido de esta reforma que es inconstitucional o que busca blindar a MORENA y sus aliadas ante procesos electorales venideros.

De verdad, espero que la Reforma Electoral cambie de rumbo, ante todas las incongruencias de su contenido. Es vital que se plantee un mejor camino para profesionalizar, aún más, al INE y los OPLE y corregir aquello que hace falta, sin asfixiar a organismos que deberían ser autónomos y contar con las herramientas para cumplir sus funciones.

Y ya veremos que hace Monreal al final. Si muestra todas sus cartas y tuerce el brazo ante AMLO y sus candidaturas favoritas, se queda callado y busca agradar, de nuevo, a su jefe o, por el contrario, encuentra alternativas con la oposición y regresa a ese camino nómada que le ha seguido en toda su carrera política.