​¿Te suena SEGALMEX? En las últimas semanas, este acrónimo ha tomado relevancia, puesto que se descubrió un caso de corrupción severa al interior de esta institución. ¿Qué significa? Es un organismo descentralizado de la administración pública creado en este sexenio de la 4T y llamado Seguridad Alimentaria Mexicana. Dicho órgano está sectorizado a partir de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.

Se supone que este organismo buscaba apoyar los dichos que el presidente expresó en su campaña, en específico el de “por el bien de todos, primero los pobres”. Esto debido a que su objetivo era coadyuvar a la autosuficiencia alimentaria de los grupos poblacionales más vulnerables, en especial, en cuanto a maíz, trigo, frijol y leche.

Con este propósito, SEGALMEX debía comprar los productos de grano y leche a un precio justo que favoreciera a los pequeños y medianos productores en el país. A su vez, tendría que usar estos para la creación de empresas locales que pudieran comerciarlos con un precio adecuado que asegurara que los hogares lograran tener acceso a este grupo de alimentos. Asimismo, pretendía colaborar con el crecimiento de la productividad del sector agrícola del país.

Hasta aquí todo sonaba bien, sin embargo, SEGALMEX es parte de las instituciones creadas al vapor en el gobierno de López Obrador con la fachada de favorecer a la población. Sin embargo, los sucesos indican que el beneficio, en realidad, iba a los bolsillos de empresarios y funcionarios coludidos. La corrupción en este organismo ya es parte de los escándalos de la 4T comparable al de la Estafa Maestra que tanto criticó el poder ejecutivo.

De entrada, hay que recordar que su titular era Ignacio Ovalle Fernández, quien en el pasado fue jefe de López Obrador cuando hacía sus pininos en el Instituto Indigenista, por lo cual, se puede decir que el actual presidente conoce muy bien y de antaño a Ovalle. Así, en sus conferencias mañaneras ha salido a defender a su exjefe porque lo considera una persona buena y honesta que ha sido engañada por los mafiosos del PRI. 

Este discurso en el que todos los tocados y ungidos por López Obrador son buenos y honestos, tal vez no capaces, pero si muy honrados, blancas palomitas que, si los sorprenden en algún acto de corrupción, pues no son culpables, sino que han sido agarrados en un mal momento o que fueron engañados, como en este caso de Ovalle. Todo sucedía en SEGALMEX, pero él no estaría enterado seguro. 

Con el paso del tiempo, comenzaron a salir a la luz más argumentos y pruebas de este fraude y desfalco. Así, López Obrador reculó y dijo que, si Ovalle había tenido que ver con esta situación, tendría que responder por sus actos, aunque él lo consideraba buena persona y estaba reticente a creer que estuviera involucrado. 

Además, el presidente agregó que el combate a la corrupción en su gobierno es muy serio, por lo que ha pedido no tener consideraciones ni con su familia, cuestión que es, prácticamente, imposible de creerle, después de lo de la Casa Gris, los contratos de su prima en PEMEX, entre otros, pero bueno, finjamos que creemos estas declaraciones.

Hasta ahora, ya hay varios procedimientos judiciales que se están llevando a cabo en torno a SEGALMEX, entre los principales está el proceso en contra de Fernando Hiram Zurita Jiménez, quien resulta ser la cabecilla de uno de los desvíos de este organismo. No obstante, hay una cuestión pequeñita que no podemos pasar por alto y es que este hombre fue funcionario público durante el periodo de Obrador y de Ebrard cuando estuvieron al frente de la jefatura de gobierno de la capital del país. Así que tan ajeno a sus allegados no es.

Este acontecimiento ha salido a la luz pública gracias, por un lado, al trabajo periodístico de los integrantes de distintos medios de comunicación y, por otro, a la misión del INAI. Quizá por eso AMLO siempre despotrica contra el periodismo crítico y ha expresado su desagrado por instituciones como la de transparencia, tan es así que el bloque de su partido en el Senado ha dejado inoperante el pleno de este instituto, ¿será coincidencia? 

La realidad es que desde sus inicios en la política y, en especial, desde que estuvo en la jefatura de gobierno ha sido reconocido por su renuencia a la transparencia, eso no es novedad, pues es bien sabido, sin embargo, falta ver qué pasa con este caso y cómo termina.