​En esta semana que terminó, se revelaron muchos indicios y hechos que muestran la opacidad en la que vive la 4T liderada por Andrés Manuel López Obrador. Se demostró que la austeridad republicada solo es para el pueblo, porque ni para el presidente ni para su más alta cúpula.

Salió a la luz un reportaje de “Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad” en conjunto con la “Fábrica de Periodismo”, en el cual, se exhiben los excesos y los lujos de los viajes del secretario de la Defensa Nacional (SEDENA), Luis Cresencio Sandoval en los que era acompañado por su parentela y una gran comitiva. Es más, en algunas ocasiones, solo salía su familia de paseo.

El reportaje revela toda la comodidad con la que viaja el secretario de la Defensa y sus familiares, en la que está incluida hasta la consuegra y la nuera. Además, se hace evidente que, cada vez que viajan, tienen un itinerario de entretenimiento muy interesante, el cual, consta de salidas de compras a las plazas más cotizadas, espectáculos, partidos de alto calibre, entre otros planes.

Al cuestionar al presidente acerca de este tema, dijo que Sandoval no se ausentaba del país por tanto tiempo como criticaban y que no viajaba con tales lujos, sin embargo, cuando le recordaron que incluso va toda su familia, AMLO mencionó que es probable que su familia sí y preguntó ¿Y qué? Desdeñando los argumentos, como si fuera una cuestión menor, como si no tuviera relevancia.

Antes que le increparan algo más, el titular del ejecutivo se concentró en comenzar a cuestionar sobre Loret de Mola y algunos medios de comunicación, puntualizando que nadie pregunta por las riquezas que amasan estos personajes. Así, antes de que le hicieran otro señalamiento, aseveró que ellos también reciben recursos públicos en virtud de que tienen contratos de publicidad gubernamental.

López Obrador olvida que estas personas son particulares, cuya profesión o vía de trabajo es estar en medios de comunicación en sus diversos formatos y que estos se mantienen no solo de sus ventas, como el caso de los periódicos, sino que lo hacen gracias a la publicidad que les contratan. Con ello, quien tendría que transparentar lo que se hace con ese recurso es, precisamente, su gobierno (no el medio), esto es, cuánto gasta en publicidad y por qué.

Pero, todo indica, que se ha vuelto imposible que la administración morenista sea transparente, ya que, AMLO es un político que gusta de la opacidad e impunidad y que tiene una aversión por la transparencia siempre y cuando se trate de él o su 4T y sus integrantes. De hecho, no podemos olvidar a su allegada Delfina Gómez, que hoy se disputa la gubernatura del Estado de México.

La exsecretaria de Educación en el debate que tuvo frente a Alejandra del Moral fue cuestionada por la retención de salarios que les hizo a sus colaboradores cuando era alcaldesa de Texcoco y que se fue directo para mantener las actividades ordinarias de MORENA.

Gómez le dio muchas vueltas a la cuestión para caer en que ella fue exonerada del asunto porque no se le comprobó nada y que la gente conoce lo buena persona que es. No obstante, cuando le dijeron que su partido fue multado por tal hecho, prácticamente, insinuó que, entonces, el culpable es el instituto político y no ella, ya que se sancionó a MORENA no a Delfina. 

A esto, se debe sumar el audio que se filtró del secretario de Gobernación, Adán Augusto López, con la bancada de MORENA en el Senado, en donde el funcionario les comenta a sus correligionarios que el presidente prefiere que la situación del INAI continúe como está, en lo que llamó “un mundo ideal”. A pesar de que AMLO ha afirmado que él no le dijo nada su secretario, pues Adán Augusto no ha salido a desmentir tal audio.

En cambio, el secretario de Gobernación publicó en Twitter que el INAI es un gasto innecesario, el cual, es defendido por quienes aman la simulación. Aunque los órganos garantes pueden convertirse en aparatos que alimentan la simulación al estar capturados por las élites en el poder, pues asegurar su autonomía coadyuva a evitarlo. Además, permiten evidenciar la corrupción, más no acabarla, ya que esto no es labor de este tipo de entes (otro error del presidente al pensar que sí).

Para combatir a la corrupción se requiere de un engranaje de instituciones autónomas que garanticen la existencia de un gobierno transparente y el derecho de acceso a la información pública. Así como también, que aseguren la realización de ejercicios de fiscalización, auditoría y rendición de cuentas. Y, finalmente, de aquellas que investiguen y sancionen los actos de corrupción.

De hecho, esto lleva a recordar que AMLO presentó una iniciativa para eliminar a la Secretaría del Sistema Nacional Anticorrupción (SESNA) y fusionar otros organismos. Este sistema es una muestra de este engranaje que menciono, puesto que su comité está integrado por la Secretaría de la Función Pública, la Auditoría Superior de la Federación, la Fiscalía Anticorrupción, el Comité de Participación Ciudadana, el INAI y el poder judicial. Desmantelar este brazo, es una equivocación y, sobre todo, con los argumentos que esboza el presidente. Ya veremos que nos aguarda esta semana que inicia.