Una versión que se ha venido manejando en petit comité es que, similar a como hizo Fidel    Beltrán con Javier Duarte de Ochoa de hacerlo su sucesor, el cordobés habría empezado desde ya a perfilar a su sucesor (aunque haya quienes digan que falta mucho, en realidad ya sólo restan cinco años), una gente, por supuesto, cercana a él. Con ganas de querer alimentar esa versión haría encajar ahí el hecho de que la única persona, político, que acompañó ayer al Ejecutivo del estado a entregar su Informe al Congreso del Estado fue ni más ni menos que Alberto Silva Ramos, presidente municipal de Tuxpan.

 

Con ganas de querer ampliar esa versión, significaría que Tuxpan y su presidente municipal son quienes más apoyo han recibido y por eso el sinnúmero de obras municipales y que precisamente en la víspera el mandatario estatal estuvo en Tuxpan para inaugurar obras, y recordaría que fue al primer municipio al que acudió cuando asumió el poder también para iniciar obras, horas después.

 

Con ganas de aumentarle a esa versión, según la jugada de pizarrón que tendrían preparada, Silva se enfilaría después a ser diputado local para llegar al Congreso desde donde buscaría afianzar sus relaciones en todo el estado y de ahí esperaría la llegada de los tiempos para aspirar sustituir a su hoy visible protector. Un hecho cierto y no una versión es que el sello fidelista persiste pues tanto Duarte de Ochoa como Silva Ramos más Jorge Carvallo Delfín, que ayer se unió a los primeros cuando salió con ellos luego de la entrega del documento, son hechura de Fidel Herrera Beltrán y, en efecto, todos mantienen buenas relaciones aunque el actual Ejecutivo no esté de acuerdo en algunas cosas con la forma en que gobernó su antecesor. Se antoja la pregunta: ¿Por qué sólo con Alberto y no también con Carolina, con Alfredo, con Marcos, con Elizabeth, con Salvador, con Paco, si también son alcaldes priistas de Veracruz, Poza Rica, Coatzacoalcos, Xalapa, Boca del Río y Córdoba?
Significativo que a la ceremonia del mensaje, en la carpa montada en el jardín del Museo de Antropología al que asistieron mil invitados, acudió, de los ex gobernadores, sólo Miguel Alemán Velasco, poderoso empresario además, quien visiblemente ha estado apoyando al joven gobernador y quien mantiene distancia de Fidel Herrera Beltrán.

 

Significativo porque el licenciado Alemán a su llegada al Gobierno del Estado en diciembre de 1998 pronunció aquella frase tajante de que no venía a barrer para atrás cuando los enemigos de su antecesor Patricio Chirinos pedían que se le investigara y se le castigara por los excesos que se habían cometido durante su mandato. Y precisamente Javier Duarte de Ochoa se apegó a ese criterio: definitivamente ya no barrió para atrás y sepultó cualquier posibilidad de investigar y proceder contra su antecesor y protector, como se lo habían venido pidiendo muchas voces, pues fue la última gran oportunidad que tuvo de hacerlo, pero prefirió asumir toda la responsabilidad por el estado en que recibió la administración pública así como los costos que tuvo, tiene y tendrá esa decisión: no hubo una sola palabra, un solo pronunciamiento de condena al gobierno anterior y ya no la habrá. Se dio el clásico borrón y cuenta nueva. Decidió proteger a Fidel Herrera Beltrán.

 

Es cierto, definitivamente no hay ruptura sino muy buena relación entre el ex y el actual.

Precisamente por eso, por la mañana temprano cuando hablamos, un personero de la actual dirigencia estatal del PAN me había dicho que no asistirían al acto como no asistieron. En primera porque no se trata de un acto protocolario, institucional, me comentó, sino de un escenario para el autoelogio; luego, porque nada de lo que le pidamos que nos aclare o informe lo hará. Los del blanquiazul fueron los únicos que faltaron, lo que de paso exhibe nuevamente que faltó o falló el cabildeo, la negociación política, para convencerlos de que acudieran.

Aunque cronológicamente será el primero de diciembre cuando Javier Duarte de Ochoa cumpla su primer año de gobierno, de hecho ayer políticamente lo culminó y hoy inicia el segundo tramo de su gestión. Mensaje optimista el suyo el de ayer, como era de esperarse. Puras buenas nuevas.

 

Prácticamente nada novedoso porque lo que dijo ya lo había venido anticipando en sus declaraciones a la prensa nacional y estatal e incluso ya lo había perfilado ante un grupo de columnistas durante una cena en la Casa de Gobierno.

 

Precisiones si acaso, confirmaciones. Todos los veracruzanos esperan que lo que anunció se confirme en los hechos.

Precisamente por la generalidad de lo que dijo ayer, la verdadera rendición de cuentas se dará a partir de este miércoles cuando inicien las comparecencias de los secretarios de despacho, el procurador y la coordinadora de Comunicación Social, tarea que tocará comenzar al titular de Finanzas y Planeación Tomás Ruiz González a partir de las once de la mañana en el Palacio Legislativo.

En “Prosa aprisa” de ayer decía que no sobraría que el gobernador Duarte de Ochoa reiterara su respeto a la libertad de expresión, que no estaba por demás. Lo hizo y además a la prensa fue a la única a la que le agradeció en dos ocasiones su presencia. Signo que habla bien de su gobierno fue la presencia –lo que indica que sí se les invitó– de compañeros reporteros, columnistas y corresponsales que ejercen la crítica, que no son complacientes, que practican un periodismo de denuncia, de señalamiento.

En medio de todo, el run run de que el PRI estaría perfilando a Adolfo Mota Hernández como su candidato a diputado federal por Coatepec, que le espera un buen futuro político al licenciado Jorge Uscanga Escobar, que Héctor Yunes Landa se la jugará con todo y contra todo y todos por lograr una de las dos candidaturas al Senado (no le dan permanencia en el PRI estatal más allá de un mes y se comenta que su próxima reunión con Alianza Generacional en el WTC de Boca del Río será para anunciarles que se va y agradecerles su apoyo), que David Velasco Chedraui y no Reynando Escobar Pérez será el candidato a diputado federal por el distrito de Xalapa urbano, que será en grande el acto del sábado en Martínez de la Torre para el predestape de José “Pepe” Yunes Zorrilla como precandidato priista al Senado, que  habrá varios cambios en la administración estatal porque muchos calientes se irán a buscar una candidatura a diputados federales, que…
Que, por cierto, ¿y el “hermano”, aquel de la hermandad del 6 de septiembre pasado?, es decir, ¿qué de Enrique Peña Nieto que ayer ni un chiflido, ni un mensaje, ni un representante, ni su presencia, ni ningún funcionario del gobierno del Estado de México? ¿No quiso venir nadie o decidieron que no viniera nadie para que no se volviera a enojar Manlio Fabio Beltrones no fuera a refutar algún dato del mensaje?