Como ciudadano que soy también, ayer inicié mi día verdaderamente impactado con la noticia que había empezado a correr el domingo de que habían hallados 34 cadáveres descuartizados y congelados en una casa de Poza Rica.
No pude evitar rememorar aquel otro hallazgo la madrugada del 20 de septiembre de 2011 cuando en dos camionetas y en el suelo frente a la Plaza Las Américas de Boca del Río fueron abandonados 35 cadáveres, semidesnudos y con huellas de tortura.
Pero, ¡ay!, qué alivio. Pocas horas después la señora fiscal general del estado –de todos mis respetos–, Verónica Hernández Giadáns, salió a tranquilizarnos en declaración pública: “sí se puede aclarar que no se trata de los 34 (cuerpos) que algunos medios han difundido erróneamente”.
¡Uf! Menos mal. Aunque: “En unos primeros indicios recogidos lamentablemente podrían ser más de 13 cuerpos”. De nuevo mi zozobra ciudadana. Ese “podrían ser más de 13 cuerpos” dejó abierto que podrían ser 15, 20, 30 o los que sean.
Supongamos que no fueron 34 sino 13 cuerpos, en números cerrados. ¿Acaso ello atenúa la grave descomposición que se vive en Veracruz en materia de violencia e inseguridad pública? Menos mal que, al estilo de Javier Duarte, no se dijo que “aquí no pasa nada” o que todo fue por culpa de Jorge Winckler.
Hay detenidos, dijo la funcionaria, pero, esta vez sí, fue cuidadosa. Informó que “probablemente” están relacionadas con los hechos. Y de remate, la misma cantaleta de siempre: “Como Fiscal General reitero el compromiso de que no habrá impunidad y se dará con los responsables de estos hechos”.
Sin ser autoridad competente, de nuevo, en funciones de fiscal, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez salió a especular sobre las posibles causas. Por eso no vale la pena entrar en detalles de todo lo que dijo. En realidad, quiso justificar lo injustificable: la inoperancia de su política de seguridad pública, si es que existe.
Hace una semana Cuitláhuac presumía 0 homicidios
El pasado 8 de agosto, exactamente hace una semana, salió a presumir que se llevaban ya “24 días acumulados con cero homicidios”. Los hechos del domingo lo desmienten en forma rotunda. Ahora ya sabe muy bien que los ha habido pero que, por extraña razón, los delincuentes ocultan, congelándolos, los cadáveres.
En mi caso resulta verdaderamente escabroso ocuparme de la masacre de Poza Rica, pero no puedo permanecer ajeno a la realidad, una realidad de la que hasta medios del extranjero como El País de España, por solo citar uno, se ocuparon ayer dando detalles espeluznantes y publicando fotografías de los congeladores en los que estaban los restos humanos embalados, como cuando se trata de alimentos para su distribución.
En diversas ocasiones he cuestionado en este espacio qué caso tienen las “Mesas de Coordinación para la Construcción de la Paz”, que se celebran en distintos municipios del estado con la participación de autoridades y representantes de áreas de seguridad, lo mismo civiles que militares.
En realidad, se reúnen, se toman la foto y hacen como que hacen para el video. ¿Construcción para la paz? ¿Paz? ¿Cuál paz? ¿La paz de los sepulcros? ¿Es que acaso con su presencia en diferentes puntos asustan o inhiben a los delincuentes, los ponen a temblar? ¿Cuánto se gastan semana a semana en ir de acá para allá y viceversa?
¿Sirve de algo la política de abrazos, no balazos?
En 15 días más, el presidente Andrés Manuel López Obrador habrá de rendir su quinto y penúltimo informe de gobierno. A la distancia cabe preguntar: ¿Sirvió de algo, o para algo, la política de abrazos, no balazos? Fue un fracaso total. ¿Ha servido de algo que la Guardia Nacional en los hechos esté bajo control de la Secretaría de la Defensa Nacional?
En Veracruz, ¿dónde está, qué hace la policía de la Secretaría de Seguridad Pública, preventiva, aparte de matar a jóvenes inocentes o de golpear a reporteros? ¿Tiene caso que un marino, alguien de la Armada, esté al frente? ¿La policía ministerial solo sirve para detener a opositores políticos, a ciudadanos que protestan, a juezas?
En lo que va del sexenio, Veracruz, primer lugar en secuestros
Ahora mismo tengo en mi pantalla el Reporte Nacional diciembre 2018-julio 2023 de la Asociación Alto al Secuestro. En julio pasado, en número absolutos, Veracruz estaba en tercer lugar, con cinco casos, entre los estados con mayor incidencia, solo abajo del Estado de México, con 10 casos, y de Sonora, con 6.
En el acumulado diciembre 2018-julio 2023 de la presente administración, Veracruz ocupaba el primer lugar con mayor incidencia, con 970 casos, por encima del Estado de México, con 913, y Ciudad de México, con 429 casos. Con cero secuestros en julio, considero que vale la pena citarlo, aparecen Baja California Sur, Campeche, Chiapas, Coahuila, Colima, Durango y Yucatán.
Volviendo al caso de Poza Rica, pero tomando en cuenta también, por ejemplo, el número de panteones clandestinos y de desaparecidos, hombres y mujeres, qué duda cabe que el gobierno de Veracruz está rebasado por la delincuencia desde ya bastante tiempo sin que se vea que se va a mejorar la situación.
Y menos cuando las autoridades tienen sus prioridades, porque las hay, qué caray, como por ejemplo organizar “rodadas” en bicicleta o motocicleta para que se paseen el gobernador y el secretario de Gobierno por diversos puntos del estado, o, ¡viva la cultura!, la presentación de una obra literaria magna sobre la “negritud”, que por nada del mundo se pueden descuidar y menos para atender los asuntos de seguridad pública y ciudadana, ¡bah!
El País nos compara ya con Tamaulipas
Ayer, el diario El País, al ocuparse del caso de Poza Rica, dijo que la violencia arrecia en el norte de Veracruz, “a un ritmo parecido al del centro y sur de Tamaulipas”, lo que son palabras ya mayores en cuanto a violencia e inseguridad se refiere.
“Si en el Estado fronterizo, los enfrentamientos entre grupos criminales han sido habituales en los últimos meses, sobre todo en las zonas aledañas a la carretera que une Ciudad Victoria con Matamoros y Reynosa, delincuentes han elevado el perfil en la gran mancha urbana del norte de Veracruz, principalmente en Poza Rica, Tihuatlán y Papantla”, apuntó el medio más leído en el mundo de habla hispana.
Mencionó que los ataques a balazos en bares, desaparecidos y cuerpos mutilados abandonados (de lo que en el estado vienen dando cuenta los medios locales) en cualquier lado son parte de la realidad de la zona.
También recordó que durante los gobiernos de Javier Duarte y Miguel Ángel Yunes, del PRI y el PAN “la situación llegó a ser crítica, con hallazgos de cementerios clandestinos masivos en diferentes puntos del Estado”.
Bien se podría concluir, pues, que hemos vuelto y que estamos igual, si no es que peor, en materia de violencia e inseguridad, que en las dos últimas administraciones pasadas.
Considero ahora irrelevante que los cadáveres tasajeados de Poza Rica sean 13 o 34. Lo verdaderamente relevante es que, una vez más, ha quedado de manifiesto la impotencia del gobierno para evitar hechos como ese y que creyendo que si baja el número de muertos disminuye la gravedad de la situación. ¿En manos de quién, verdaderamente, está Veracruz?
Dante reconfirma: irán solos en 2024
Antes de que la coalición Morena-PVEM-PT y PAN-PRI-PRD definan su candidato a la presidencia, ayer el dirigente nacional de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado, reconfirmó que participarán solos en los comicios de 2024.
Últimamente ha habido mucha especulación sobre la decisión de MC, sobre todo si se aliará a Xóchitl Gálvez, pero la declaración de ayer del exgobernador de Veracruz parece descartar en forma definitiva que vaya a suceder.
Dante reiteró también que será a principios de diciembre cuando definan quién será el candidato de MC, y si bien se descartó y opinó que se debe dar oportunidad a las nuevas generaciones, columnistas de la Ciudad de México que se dicen bien enterados han comentado que en las últimas semanas se ha reunido con Marcelo Ebrard y no descartan que el excanciller sea el candidato naranja si el presidente impone en Morena a Claudia Sheinbaum.
Por otra parte, en su columna diaria, el director de El Financiero, Enrique Quintana, ha recordado que Xóchitl Gálvez ya fue dos veces candidata de MC, una al gobierno del estado de Hidalgo y otra para jefa delegacional de Miguel Hidalgo en la Ciudad de México, lo que indicaría que se entiende con Dante.
En cuanto al terreno local, por lo que he escuchado de actores políticos del Frente Amplio por México, tienen la creencia, algunos incluso la seguridad, de que Dante y MC se les unirán para apoyar a un candidato priista, lo que se ve remoto si se toma en cuenta lo que declaró ayer.