(Qué cosas. Como si le faltara algo al cuitlahuismo. La candidata de Morena a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, es gente de Ricardo Monreal; ambos doblaron a Claudia Sheinbaum, quien apoyaba a Omar García Harfuch.)
Rocío Nahle debe soñar con Eric Patrocinio “Patochi” Cisneros. Está convertido en una piedra de buen tamaño que trae metida en uno de sus zapatos.
El sábado, en conferencia de prensa en el puerto de Veracruz, no le cerró las puertas.
“Estamos hablando de unidad y es para todos los compañeros que se quieran sumar con las normas, la ética que nos pide nuestro movimiento transformador (...) Así se va a hacer con todos, no se va a hacer ninguna distinción con nadie”.
(Adviértase que pone como condición el apego a las “normas” y a “la ética” que pide Morena. ¿Es que sabe que el “afrodescendiente” no respeta ninguna norma y que no tiene ética, o por lo menos no se le advierte que la tenga en su forma de actuar? ¿Acaso le abrió las puertas pero con condiciones, porque lo conoce de sobra?)
Qué dilema de la señora con él. Si lo incluye en su campaña será un pesado lastre por el rechazo que hay hacia él entre los veracruzanos, que se sumaría al rechazo que existe hacia ella por su origen zacatecano.
A Rocío le cobrarían los electores el atropello y la arbitrariedad que ha cometido el cuenqueño a través de su subordinada la fiscal general del estado, Verónica Hernández Giadáns, a la que ha utilizado para encarcelar a veracruzanos inocentes, por actos de venganza política, para acallar protestas o porque son militantes de la oposición.
Pero si no lo incluye y lo suma, el “historiador-investigador-escritor” de la negritud en Veracruz puede vender el capital político que tiene y trae con alcaldes que le son afines y que lo han apoyado, y sumarse en forma abierta o bajo el agua al frente amplio opositor o a Movimiento Ciudadano.
Hay un detalle de Eric poco conocido en Veracruz. Siendo tesorero en el municipio de Mulegé, Baja California (2011-2013), estado en donde vivió gran parte de su vida hasta que regresó al estado, se entendía y se entendió bien con Dante Delgado, al grado que viajaba a la Ciudad de México para recibir apoyos del hoy dirigente de Movimiento Ciudadano. Ahí conoció y trató al entonces joven secretario particular del exgobernador, Sergio Gil Rullán.
Hasta donde el columnista tiene información, incluso en la dirigencia nacional de MC para nada desechan la posibilidad de que si llegaran a hacerle una propuesta seria, Cisneros podría terminar engrosando las filas naranja.
Pretendería ahora el control del Congreso del Estado
Es evidente que una vez derrotado como aspirante a la gubernatura y a una senaduría, busca ahora hacer presión para que le den una candidatura a diputado local con la idea de hacerse del control político de la bancada guinda y de la presidencia de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Congreso local.
Ya tuvo poder, y mucho, y quiere seguir teniéndolo, pero, ¿si gana la gubernatura Rocío y le entrega la Jucopo, que seguridad tendría de que no se quiera erigir en un poder alterno, que no se le rebelerá, que no le hará caso, que no querrá tener el control político del estado y someter a los alcaldes y a cuánto pueda, si ya se vio que no acató las órdenes del presidente López Obrador y redujo al gobernador a una mera figura decorativa; si a ella misma la criticó por su aspiración siendo zacatecana?
Por las noches, ya en la soledad de la recámara, Nahle ha de repetirse aquella frase que hizo famosa Yolanda Vargas Dulché a inicios de la década de los años 60 del siglo pasado, con el comic Doctora Corazón: ¿qué hago, Doctora Corazón?
Un último recurso –eso creo– que tendría el obradorismo para aplacarlo y sacarlo de la circulación sería investigarlo por el derroche de recursos que hizo y por el enriquecimiento inexplicable (es un decir) que logró y presentarlo ante los tribunales. Desde ahí se verá qué tan bien puestos los tiene quien aspira a gobernar a los veracruzanos.
Sigue activo por su cuenta y muy gallito
Contra lo que se pudiera creer, “Patochi” Cisneros continúa movilizándose con sus seguidores, pero no sumándosele ni apoyando a Rocío.
El sábado, por ejemplo, organizó un acto en su natal Otatitlán al que convocó a sus paisanos de la cuenca del Papaloapan “y de las distintas regiones de la entidad”, a quienes les agradeció sus “muestras de cariño, respaldo y simpatía”.
Como una especie de reto, ¿o de advertencia?, como un gallito de pelea, publicó en su cuenta de Facebook: “Los negros no nos quejamos ni nos doblamos, existimos porque resistimos y seguimos en pie de lucha para reivindicar a todos los sectores que necesitan ser escuchados e incluidos. Con ese ánimo, me entusiasma caminar de la mano de las y los ciudadanos para seguir sirviendo al Veracruz que nos llena de orgullo”.