Serán las ganas que tengo de ver las cosas con optimismo, será que me quiere contagiar el espíritu navideño, será que acaso influye en mí saber que voy a gozar de 15 días de vacaciones, algo de lo que nunca en casi 30 años que estuve trabajando en el gobierno o en funciones partidistas pude disfrutar.

 

Será tal vez todo eso, me digo, pero creo que no, creo que mi percepción es la misma que tienen todos los xalapeños: qué vitalidad muestra la capital del estado en estos días aun cuando todavía no han pagado el aguinaldo; sus habitantes, su tráfico vehicular, sus comercios, sus centros de diversión, sus calles, sus noches.

 

Cuando salgo a la calle y veo los miles y miles de coches, los ya diarios embotellamientos vehiculares casi a todas horas del día agravados en las últimas fechas por las procesiones guadalupanas, me pregunto a dónde va la gente, tanta gente.

 

Me pregunto qué regalan en los grandes súpers y plazas comerciales, a algunas de las cuales para llegar hay que llenarse de toda la paciencia por tantos que quieren ir ahí y los vehículos tienen que ir en largas colas y a vuelta de rueda.

 

La noche del viernes madrugada del sábado me fui de parranda, ahora bailadora, como en mis mejores tiempos y quedé sorprendido por la forma en que la ciudad, sus habitantes, superaron el temor, aquel miedo de septiembre que prácticamente paralizó la vida normal de la capital.

 

Los bares atestados, los centros de baile, a reventar, los cantabares hasta el tope de jóvenes y jovencitas, muchos y muchas, los restaurantes también llenos, el servicio de taxis, como en los mejores tiempos, los estacionamientos nocturnos sin cupo por tanta demanda y por lo tanto las calles del centro convertidas en grandes estacionamientos. Casi me amaneció en la calle y me sorprendió ver caminando en horas inusuales a familias, a adultos con niños.

 

Observador por deformación profesional, no deja de admirarme positivamente todo ello cuando sé que, por ejemplo, en el vecino puerto de Veracruz las cosas no son así, pues pervive el temor, el miedo, se continúan sucediendo hechos delictivos casi a diario atribuidos a la delincuencia organizada, muchos comercios y centros de diversión han vuelto a cerrar temprano por miedo a la inseguridad, en fin,  lo que es de lamentar.

 

Ayer incluso, volviendo al caso de Xalapa, no dejó de llamarme la atención ver desayunando en familia, en uno de tantos restaurantes de la capital, con toda tranquilidad, al ex secretario de Seguridad Pública general Juan Manuel Orozco Méndez o al mismísimo coordinador general de Comunicación Social de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, Miguel López Azuara, con el colega Carlos Duayhé y otras personas.

 

En fin, cuánto celebro todo ello y no tengo por qué regatear comentario y dejar de reconocer la acción de seguridad pública en la capital del estado, el trabajo de Arturo Bermúdez Zurita, el de Javier Duarte de Ochoa. Toco madera para que nada altere este ritmo de vida y ojalá y nuestras autoridades incrementen la vigilancia. Todos queremos pasarla bien, en paz, en tranquilidad y con seguridad. Tenemos derecho a ello.

El ex alcalde de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes Márquez, al asumir la Coordinación de Oportunidades en Veracruz, en su presentación formal el jueves pasado, ante los empleados de la dependencia y representantes de los medios de comunicación, aseguró que trabajará de manera institucional sin colores de partidos y que se reunirá con el gobernador Javier Duarte de Ochoa para coordinarse de inmediato y realizar acciones conjuntas.

 

No hubiera estado mal que hubiera anunciado de entrada que por fin se entregarán al Gobierno del Estado las listas de beneficiados, que el Gobierno federal escamotea al estatal pese a existir un convenio de trabajo conjunto, que manipula para favorecer a los candidatos del PAN, listas que sistemáticamente se ha negado dar a conocer.

 

Pero hay que darle el beneficio de la duda al nuevo coordinador, a lo mejor él sí es transparente.
Adolfo Mota Hernández, secretario de Educación estatal, compareció la semana pasada para glosar el primer Informe de Gobierno por cuanto hace a su área.

 

Lo destacable, además de llevar la fiesta en paz con los sindicatos, que no es nada fácil, ha sido su visión para aterrizar durante el primer año el proyecto de gobierno de Javier Duarte, logrando un crecimiento en la cobertura y enseñanza de calidad en todos los niveles educativos, gracias a la constante actualización de los maestros veracruzanos, pese a la escasez de recursos, no como los hubo en el pasado inmediato.

El día de su comparecencia, en verdad me sorprendió la cantidad y la calidad de la concurrencia (entre ellos el rector de la UV Raúl Arias Lovillo) y durante la sesión de preguntas y respuestas, su seguridad para responder e incluso darse tiempo para encajar algunos comentarios de humor y hasta piropos, dejaron ver la formación que ha tenido durante su paso por los congresos local y federal además como dirigente político partidista. 

Aparte de los logros de la dependencia, Mota declaró no estar conforme con lo alcanzado y agradeció las muestras de respeto y solidaridad de todos los legisladores que lo cuestionaron y felicitaron tanto del PAN como del PANAL, PRD, Convergencia y PRI, quienes aseguraron que el Gobernador acertó en encomendar dicha responsabilidad a su persona. El joven secretario ofreció que de continuar como Secretario de Educación, el próximo año regresará a rendir mejores cuentas.

Entre tantas cosas que dijo, destacó que la Educación Superior es una prioridad del gobierno de Javier Duarte para dar continuidad en la preparación de la juventud veracruzana, por lo que se impulsó la creación de la Universidad Popular Veracruzana, que ya rebasa los 50 mil alumnos, según ha dicho su rector Guillermo Héctor Zúñiga Martínez; que se fortaleció el Sistema Estatal de Educación Tecnológica, que cuenta con el mayor número de planteles en el país, 25, y que en el ciclo escolar 2011-2012 se diseñó una estrategia que consistió en iniciar nuevos programas educativos, abrir nuevas modalidades, ampliar horarios e iniciar la operación de 18 extensiones en municipios como Tequila, Tehuipango y Huayacocotla.

Dos felicitaciones. Una para el buen amigo Víctor Murguía Velasco, director del Diario de Xalapa, por el premio de que le otorgó el jueves pasado el Club de Periodistas de México, un galardón bien merecido y ganado con un trabajo serio y profesional. Asimismo, un abrazo al maestro Alfonso Salces por los 37 años de Notiver, su Notiver, nuestro Notiver, lectura diaria imprescindible. A todos quienes lo hacen posible, mi felicitación.