El miércoles 28 de diciembre, el coordinador de la bancada priista en el Congreso local, Jorge Carvallo Delfín, declaró algo muy cierto y que debiera servir de alerta y despertar la conciencia ciudadana para actuar en consecuencia: que el electorado castigará o avalará a quien abandone su cargo para buscar una curul.
Se refirió a funcionarios públicos, alcaldes y diputados locales, aunque el señalamiento vale en realidad para los legisladores y los presidentes municipales, no así para los miembros del gobierno, pues aquellos ostentan una representación popular ya que se supone que los elegimos para que nos representaran por un periodo legislativo constitucional determinado y no para que utilizaran nuestra voluntad ciudadana como plataforma para tratar de saltar a otra representación sin haber cumplido el mandato que les otorgamos y que en campaña ofrecieron cumplir, que no es el caso de los funcionarios, quienes ostentan un cargo por designación directa del Ejecutivo.
Tiene razón Carvallo. Este año los ciudadanos tienen, tenemos, la gran oportunidad de hacernos oír mediante nuestro voto el próximo 1 de julio, de sufragar en contra o a favor pero no solo de los llamados políticos chapulines, que brincan de una representación a otra sin el menor rubor, sin compromiso real con quienes los eligieron y por un mero afán de acumular más poder, más impunidad, más recursos económicos, más prebendas; para satisfacer solo sus ambiciones políticas personales, sino también de aprobar o desaprobar, llevando al triunfo o derrotando a malos candidatos, a personas que a su paso por la función pública o por algún cargo de representación popular se han significado por su mala actuación pública y personal.
De acuerdo al legislador local, ya fue aprobada la “ley antichapulín” (sería bueno conocer su contenido a fondo) para quienes abandonen su cargo con el propósito de contender por una candidatura a diputado federal o senador, la que “debe ser cumplida de acuerdo a la moral de cada persona y de los funcionarios o legisladores en turno”. “Más allá de un exhorto social y un exhorto de conciencia y responsabilidad cada quien asume su responsabilidad, si se diera el caso; creo que la sociedad, sobre todo la veracruzana, que es la más pensante, la más politizada, es la que va a decidir”. Informó que durante la sesión ordinaria del próximo 12 de enero se dará a conocer en el pleno del Congreso local los nombres tanto de alcaldes como de diputados locales que pedirán licencia o renunciarán a su cargo para buscar una candidatura.
Los ciudadanos debemos actuar en consecuencia ante las palabras de Carvallo y dar una gran lección cívica votando en contra y derrotando a los chapulines políticos, que entiendan de una vez por todas que no se debe burlar ni jugar con la voluntad ciudadana; y dar también una lección a las dirigencias de los partidos políticos derrotando en las urnas a los malos candidatos que nos pretenden imponer como nuestros representantes, representación de la cual son indignos. Todo está en que nosotros queramos y tomemos la decisión. Hagámoslo.
Con Peña Nieto reviven el acto del 6 de enero
Pero la posibilidad de que el PRI regrese a la Presidencia de la República, la fortaleza de su candidato Enrique Peña Nieto pese a los osos que hizo el año pasado, reviven la fuerza de un acto conmemorativo convertido por el antiguo régimen tricolor en un verdadero ritual y que con las dos administraciones panistas casi desapareció: la celebración de la promulgación de la Ley Agraria del 6 de enero de 1915, que año con año se ha venido recordando en actos celebratorios en el puerto de Veracruz o en municipios aledaños, fiesta priista con una gran carga electoral en año de elecciones, como éste; de clientelismo político y de renovadas promesas a los hombres del campo, de que ahora Veracruz sí será el granero de la nación, como diría el extinto gobernador Agustín Acosta Lagunes; de que por fin el estado será la cornucopia de México, de que la justicia agraria, de que el progreso en el campo, bla, bla, bla.
“Propiamente será un diálogo campesino más que la conmemoración, porque la conmemoración es un evento cívico y el nuestro será un evento en el que mantenga un diálogo con las fuerzas vivas campesinas del país”, dijo el coordinador de giras del candidato tricolor a la Presidencia de México, Héctor Velasco Monroy, lo que puede interpretarse como que no habrá diálogo sino que todo se concretará a los royos políticos de siempre, discursos gastados, promesas, promesas y más promesas.
El priismo está en todo su derecho de la celebración, de recuperar un ritual que casi perdió, lo único preocupante es que esos actos, la movilización campesina, que sin duda alguna reunirá no sólo a cámpiras y a sus “líderes” del estado sino seguramente de todo el país, cuestan dinero, mucho, millonadas, que finalmente salen del erario público, de los erarios públicos de los estados participantes, pero sobre todo del nuestro; Hacienda alimentada con nuestros recursos, de nuestro bolsillo.
Por lo pronto, la confirmación de la presencia del mexiquense acabó con el descanso de fin de año de funcionarios de gobierno quienes se pusieron a trabajar como locos en cuestiones de logística, seguridad, hospedaje, movilización, lonches, sombreros, matracas y un largo etcétera al que se le puede agregar lo que se quiera. Todo tiene que salir más que bien pues hay que quedar bien con el casi próximo presidente de México, ejem, ejem.
De todos modos, el campo seguirá igual: hecho un desastre (en el siglo pasado el priismo en el gobierno se pasó 60 años celebrando la fecha y anunciando año con año que por fin no habría más problemas en el agro, que el país sería un paraíso agrícola, etcétera, y ya vemos cómo estamos. Apenas el 31 de diciembre pasado, es decir, el sábado, el sistema informativo Radiover publicó la declaración de Tiburcio Bustos Lechuga, presidente del Consejo Regional Cafetalero de Córdoba, que ilustra mejor la situación: “«Los gobiernos no están mirando al campo, están con el ojo puesto en las elecciones, y para lo que redujeron hasta 29 millones de pesos, que se irán a las campañas electorales»... aseguró que tanto gobierno federal como gobierno estatal adeudan a los cafetaleros cerca de 39 millones de pesos”.
“«Son casi 85 mil productores que debieron de haber recibido, desde el 15 de diciembre, este apoyo que forma parte del programa Renovación de Café», y es que el 75 por ciento de este recurso le corresponde entregarlo al gobierno federal y el resto al gobierno del estado”).
Pero volviendo a Peña Nieto, por si las dudas, se comenta que Bertha Hernández Rodríguez, la dirigente de la Liga Agraria de Veracruz, le envió oportunamente la letra del Himno Agrarista, esa bella proclama escrita por Ernesto Cortazar con partituras del gran Lorenzo Barcelta, no vaya a ser que inicie el año cometiendo otro oso cuando no sepa la letra del himno o cuando le pregunten por su contenido y diga que sí, y recite “… pero sigo siendooooo el rey…” de José Alfredo, porque de que es capaz, lo es.