De no haber cambio de última hora, será la ex alcaldesa de Minatitlán, Guadalupe Porras David, quien sustituya a Alejandro Montano Guzmán en la dirigencia estatal de la CNOP, el llamado sector popular del PRI. Alejandro irá en busca de la diputación federal por el distrito de Xalapa Rural. Se sabe que la ex presidenta municipal del sur tiene listas sus maletas para radicar en la capital del estado. Seguramente a quien le va a dar mucho gusto la noticia será a Flavino Ríos Alvarado, quien trató de enjuiciarla por presuntas irregularidades cometidas durante su gestión administrativa.
Para algunos avispados priistas, no dejó de llamar la atención que en su mensaje en el Consejo Político Estatal del domingo, el gobernador Javier Duarte de Ochoa destacó que el PRI tiene una clara ventaja contra los demás, de cara a las elecciones del próximo julio, pero que no se debe confiar. Por ello alertó a sus correligionarios a proceder “decididamente y con gran eficacia para ganar en Veracruz”.
Esto es parecido a lo que dijo el pasado 10 de enero el candidato presidencial Enrique Peña Nieto, quien en Puebla llamó a los tricolores a no confiarse de las encuestas, de cara a los próximos comicios. O sea, sí pero no, quién sabe, quizá, tal vez. Lo cierto es que, contrario a tiempos pasados, ya no hay triunfalismo anticipado sino cautela, si bien se trata de dar una imagen de seguridad.
Anoche, al darle posesión como nuevo subsecretario de Gobierno, el Ejecutivo estatal Javier Duarte de Ochoa pidió a Tomás Carrillo Sánchez mantener el diálogo y acercamiento para mantener la gobernabilidad. Por lo pronto, no tarda Tomás en tener su primera prueba de fuego cuando tenga que negociar con los aguerridos herederos de doña Eloína Vargas, del Setsuv, que reclaman aumento salarial a la Universidad Veracruzana o estallan la huelga en la máxima Casa de Estudios.
Pero más pronto que después empezará por tener que negociar para que no le tomen el centro de la ciudad como acostumbran. Seguramente para que lo entendiera el resto del gabinete, el Gobernador hizo el exhorto “a mantenerse dentro de la línea del orden, eficacia, transparencia, apego irrestricto de la ley, cercanía con la sociedad y permanente avance de Veracruz”.
En su columna dominical del pasado 22 de enero (“La Maestra: el principio del fin”), el director de Excelsior, Pascal Beltrán del Río, comentó con respecto a la ruptura del PRI con el Panal, es decir, con Elba Esther Gordillo, a quien también el PAN le cerró la puerta: “Y si bien el Comité Ejecutivo del SNTE sigue siendo un ámbito de cohesión de los intereses gordillistas, la lealtad a La Maestra ha comenzado a resquebrajarse en algunas de las secciones sindicales más grandes del país, como la 32 (Veracruz), donde la familia Callejas, que ha dominado ese feudo magisterial por largo tiempo, ya está exigiendo mayores espacios de poder”.
Los hechos parecen indicar que Pascal está en lo cierto, que Juan Nicolás Callejas Arroyo, el cacique magisterial en Veracruz será la punta de lanza para tratar de romper y acabar con la hegemonía de la señora Gordillo en el estado, ya que mientras que otros miembros del SNTE y del Panal han guardado distancia o han jugado con el Gobierno del Estado y con el PRI según la conveniencia de los intereses de la hoy todavía dueña del poderoso sindicato de profesores, el dirigente de la 32 siempre ha estado del lado oficial y en el pasado proceso electoral mientras que la Gordillo ordenó a sus huestes ir a votar a favor del candidato a gobernador panista Miguel Ángel Yunes Linares (todavía no se peleaban), Callejas Arroyo jaló con su grupo a favor del PRI, del que es diputado federal, pero además en lealtad a su compadrazgo con el entonces gobernador Fidel Herrera Beltrán.
Y en el Gobierno del Estado y en el PRI estatal parecen decididos a fortalecer esa lealtad, que representa un buen número de votos para el próximo 1 de julio, la de los seguidores de Callejas Arroyo, y quizá por eso el domingo le dieron lugar privilegiado colocándolo en el presídium del Consejo Político al lado izquierdo del nuevo dirigente estatal, Erick Lagos Hernández, sitio de tan alto honor pues en el otro flanco, el derecho, estuvieron el gobernador Javier Duarte de Ochoa y su esposa Karime Macías.
Dentro de la formalidad priista, los lugares en la mesa de honor no los ocupa nadie nada más porque sí. Ante la ruptura de la alianza con Elba Esther Gordillo, a Juan Nicolás seguramente lo van a traer ahora entre algodones para cooptar los votos de sus agremiados y por lo pronto ya resultó el primer ganón. Lo único lamentable es que se trata de acabar un cacicazgo con otro cacicazgo.
El jueves pasado, el director general del DIF Estatal, Juan Antonio Nemi Dib, anunció que dio inicio un proceso de reestructuración en tres dependencias del organismo, una de ellas la Coordinación de Comunicación Social. Lo que se sabe es que finalmente aceptaron la renuncia que desde el año pasado había venido presentando la periodista Violeta Pacheco García, quien ha vuelto al puerto de Veracruz donde reside su familia.
La salida de Viole es una baja sensible en el equipo de Gobierno como lo fue en su momento el de otra colega, María Antonia Baxín, que salió de la Secretaría de Protección Civil, ambas periodistas valiosas, con experiencia, muy responsables, harto trabajadoras y algo bien importante: bien aceptadas entre el gremio, que ciertamente no es nada fácil.
A Violeta le envió mi abrazo afectuoso, como siempre; le agradezco las atenciones que me brindó y le deseo que siga el éxito en su carrera periodística. Esto sigue, compañera, y tus amigos siempre estaremos contigo.
Aunque en forma atrasada, agradezco a la periodista y amiga Sonia García la invitación que me hizo para asistir a la presentación del libro El ansia de la pandorga, del poeta veracruzano (de Acayucan), Orlando Guillén. El acto tuvo lugar el pasado viernes por la noche en la BiblioMusiCineteca, ¡en Barcelona, España! De todos modos envío saludos a ambos amigos y paisanos.
¿La publirrelacionista Mónica Mendoza, originaria del puerto de Veracruz, a Prensa del Comité Directivo Estatal del PRI? Mónica colaboró algún tiempo con la hoy alcaldesa del puerto de Veracruz Carolina Gudiño Corro. Si se confirmara, por lo menos es formal, respetuosa, atenta y siempre tiene la preocupación de tratar de hacer las cosas bien.