​La cúpula nacional de Movimiento Ciudadano, encabezada por su dirigente nacional Dante Delgado Rannauro, avalará la Cuarta Convención Estatal en la que será renovada su dirigencia el próximo domingo en Xalapa.

Si no hay cambio de último momento, los delegados hombres y mujeres se pronunciarán a favor de Luis Carbonell de la Hoz para que sustituya en la coordinación estatal al ahora diputado federal Sergio Gil Rullán.

Carbonell es actualmente el delegado nacional de MC en el estado, cargo con el que estuvo recorriendo la entidad en el pasado proceso electoral. Es de origen xalapeño, descendiente de Manuel Carbonell de la Hoz, quien fue subsecretario en el gobierno de Rafael Murillo Vidal.

A la fiesta política asistirán también Juan Ignacio Zavala, secretario general; el excandidato presidencial Jorge Álvarez Máynez, coordinador de la bancada naranja en la Cámara de Diputados; Clemente Castañeda, coordinador de la bancada en la Cámara de Senadores; Verónica Delgadillo, presidente del Consejo Nacional.

Vienen también, entre otros, el senador Luis Donaldo Colosio; el senador suplente José Manuel del Río Virgen; el excandidato al Senado, Dante Delgado Morales; la coordinadora nacional de Mujeres, Jessica Ortega; Ivonne Ortega; Juan Zepeda, Daniel Barreda y Laura Ballesteros.

La convención se celebrará en la mañana en el salón Ónix, a la salida hacia Coatepec, casi a un costado del Velódromo de Xalapa. De hecho, en forma simultánea MC iniciará sus trabajos para la renovación de las presidencias municipales el próximo año.

Bienestar, en el limbo

Con una prudencia aconsejable, el diputado local Juan Javier Gómez Cazarín reiteró ayer, en declaraciones, que desconoce las voces y los rumores que lo ubican como nuevo delegado de Bienestar en el estado.

Dijo que está concentrado en la entrega-recepción a la nueva diputación que entrará en funciones al iniciar el próximo mes. Expresó que no ha recibido alguna invitación para hacerse cargo de la dependencia federal.

Respondió a una pregunta de los reporteros sobre el tema; dos días antes había dicho lo mismo.

Su declaración no significa que ya está descartado, pero parece que aprendió muy bien la lección de Cuitláhuac, a quien por bocón e indiscreto e incluirse en el nuevo gobierno y hacerlo público lo tiene congelado la presidenta Claudia Sheinbaum.

En efecto, que se sepa, oficialmente Juan Javier no ha recibido la invitación, o, tal vez mejor dicho, nadie autorizado ha salido a decir que él sustituirá a Daisy Lludmila Martínez Cámara, quien, a su vez, sustituyó a Manuel Huerta en el cargo.

La posición es de Rocío Nahle

La delegación de Bienestar en Veracruz se guisa aparte, aunque, hasta donde Prosa aprisa sabe, la gobernadora electa, Rocío Nahle, logró que la posición se la dieran, caso único de todos los gobernadores y las gobernadoras del país, con lo que demuestra su fuerza política. Pero…

Pero presuntamente ella se decidió en un principio por Gómez Cazarín para hacerse cargo de la responsabilidad, aunque en la presidencia de la república se toparon con Carlos Torres Rosas, coordinador general de los Programas para el Bienestar, quien declaró una pausa hasta nuevo aviso.

Torres Rosas, de apenas 34 años de edad, es el jefe de los súperdelegados de Bienestar y llegó al cargo en el gobierno pasado por ser uno de los mejores amigos de ‘Andy’ López Beltrán, hijo de AMLO y ahora poder tras el trono en Morena, a quien reporta.

Este funcionario, cuando se enteró de la decisión en Veracruz, dijo que había acordado con la presidenta Sheinbaum que habría continuidad, que las delegaciones de Bienestar estarían bajo control federal y que los gobernadores no se meterían, aunque finalmente habría hecho una excepción con Rocío, pero dijo que consultaría el nombramiento con Claudia, y en eso están.

Al columnista se le comentó que, de todos modos, si se confirma el nombramiento a favor de Juan Javier, el cambio se daría hasta en la segunda quincena de noviembre. 

Gómez Cazarín volvería a sus orígenes

Oficialmente, pues, no hay nada y por ahora la delegada continúa siendo Daisy Lludmila.

Por el trabajo que ha estado desarrollando esta mujer, vale la pena decir más de ella.

El pasado 4 de octubre, cuando se confirmó que continuaría en el cargo (está desde el 12 de octubre del año pasado), lo que comenté, aproveché para decir que Daisy es bien identificada por la secretaria de Bienestar, Ariadna Montiel Reyes, con orígenes en Chicontepec, porque el año pasado y parte del actual vivió varios meses en una casa de campaña en Acapulco, encabezando a Servidores de la Nación de Veracruz, cuando trabajadores de Bienestar de todo el país, encabezados por la propia Ariadna, acudieron en auxilio de los damnificados por el huracán Otis.

En realidad, la veracruzana apenas si tuvo tiempo de relevar a Manuel, porque a finales del mismo mes de octubre de 2023 se trasladó al estado de Guerrero donde permaneció hasta a principios de este mes cuando se trasladó a Oaxaca con Servidores de la Nación veracruzanos para auxiliar a los damnificados por el huracán John. Y allá está. Lleva un año, pues, en “territorio” y solo viene a Veracruz a supervisar que acá todo marche en el levantamiento de censos para los nuevos programas de la presidenta Sheinbaum.

De tal modo que si Gómez Cazarín la llegara a relevar, tendría que emigrar para vivir prácticamente entre damnificados de Guerrero y Oaxaca, algo que tal vez haría con solvencia, pues no haría más que volver a sus orígenes, ya que no se debe olvidar que es nativo de Hueyapan de Ocampo, un pequeño municipio con características todavía rurales, además de que posee una gran resistencia física pues es corredor de grandes distancias, o sea, tiene consistencia para un trabajo de campo como el que se realiza en Bienestar.

De Daisy se sabe que si la remueven la esperaría la candidatura de Morena a la presidencia municipal de Jáltipan, su municipio de origen (ella era directora regional de Bienestar en Cosoleacaque antes de emigrar a Xalapa), pues ahora se proclama que es tiempo de mujeres, y que si llega una, llegan todas. 

Manuel dejó todo un reto

Mientras se sabe si son peras o manzanas, lo cierto es que el ahora senador Manuel Huerta dejó todo un paquete que no será fácil de superar.

Aparte del trabajo sin descanso, de sol a sol, por todo el territorio estatal, supo ingeniárselas para destacar hasta ganar la encuesta para la candidatura de su partido al gobierno del estado, que no obtuvo por el compromiso de López Obrador con Rocío Nahle.

Pero algo que poco o nada se sabe es que, por ejemplo, nunca dispuso de un solo peso para promocionarse, pues en Bienestar, como en el resto de las direcciones (exdelegaciones) federales no hay partida para publicidad en medios y, por lo tanto, ningún cargo parecido al de jefe de prensa o coordinador de comunicación social.

Otra cosa es que el delegado, como el resto de los directores federales, tiene prohibido hacer declaraciones por su cuenta y se deber limitar a reenviar los boletines que le envían de las oficinas centrales; si quiere manejar uno por su cuenta, lo tiene que someter al visto bueno de la Secretaría en la CDMX. 

De alguna forma, Huerta abusó de su amistad con AMLO y fue el único delegado del país que se rebeló y declaró cuanto quiso y ofreció conferencias de prensa sin esperar a que le autorizaran de la capital del país a que lo hiciera.

Con otra: todos los recursos que se manejan en la delegación estatal ya vienen etiquetados para los diferentes programas, con nombres y apellidos, de tal forma que no hay manera de desviarlos.

Quien llegue, pues, Gómez Cazarín o quien decida la gobernadora, sabrá que no le espera precisamente un lecho de rosas.

Por ahora, Claudia Sheinbaum tiene la última palabra.

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