Sucedió el viernes pasado, en el Museo de Antropología, en la capital del estado, en el acto de aniversario del FESAPAUV, el sindicato de académicos de la Universidad Veracruzana, al que acudieron también como invitados los exalcaldes David Velasco Chedraui y Ricardo Ahued Bardahuil, así como el diputado local Américo Zúñiga Martínez. Recibieron al gobernador Javier Duarte de Ochoa el rector de la máxima Casa de Estudios, Raúl Arias Lovillo, y el dirigente sindical y anfitrión Enrique Levet Gorozpe, ex diputado local, quien aspira a ser rector de la UV y quien ha sido ubicado por los expertos en la terna final junto a la candidata de Arias Lovillo, la maestra Leticia Rodríguez Audirac.
Ya en el evento, el doctor Duarte de Ochoa tuvo palabras de aliento y de fraternidad para el “Papo” Levet, como se le conoce a Enrique, de quien dijo, entre otras cosas, es mi amigo, me conoce desde chico y forma parte de mis proyectos, está trabajando muy de cerca con mi administración. Resulta que Levet Gorozpe fue vecino de la familia Duarte de Ochoa en el puerto de Veracruz, llegando incluso a ser amigo del padre del hoy gobernante, por lo que conoció al joven mandatario desde que era pequeño. ¿Alguna señal rumbo a la sucesión? ¿Humo blanco en la UV antes de que salga el de la chimenea de la Basílica de San Pedro anunciando que Habemus Papam? ¿Acá, Habemus Papo?
Dos mujeres interesantes
Sólo cuando de buena fuente se me dijo que sería la candidata priista a presidenta municipal de Tuxpan me entró la curiosidad por conocer a Gabriela “Gaby” Arango Gibb. Traté de indagar quién es, qué hace. Lleva, además, un apellido de tradición periodística en el norte del estado, Gibb, de la familia Gibb de La Opinión de Poza Rica, a cuyo tío, Raúl, que en paz descanse, traté profesional y amistosamente. Más me entró la curiosidad.
Pregunté a algunos operadores políticos y me dieron alguna
referencia de ella. Fui a Google y a Facebook y, sí, la pude conocer en fotografías. En el Face, algo que me llamó la atención y que me dio una idea de que es una mujer valiente es que no oculta su edad. En su perfil dice que nació el 4 de diciembre de 1969, o sea, tiene 44 años, joven.
Fui más allá, preferí hablar directamente con ella en ese prurito periodístico de conocer de primera mano a los actores políticos, a los personajes de la vida pública del estado. Me sorprendió gratamente. Es una mujer amena, interesante, inteligente, preparada, culta. Me llamó la atención su admiración y respeto por el actual presidente municipal, Alberto Silva Ramos, de quien es colaboradora en la Dirección de Turismo Municipal (ella hizo una especialidad en Turismo en el Tec de Monterrey). Con una humildad no propia de los políticos, me comentó que está consciente de que si llega al cargo será muy difícil superar toda la obra que ha realizado Alberto, quien ha transformado totalmente la ciudad y la ha puesto a la vanguardia en el estado. Hasta me atrevería a pensar que es su fan política número uno. Habla de unidad, de sumar, del papel de la mujer en la política, en la administración pública.
Me voy dando cuenta que es una mujer muy preparada, culta y entonces me entero que además de que es licenciada en Administración de Empresas, ha estudiado en Canadá (en la Universidad British Columbia) y en los Estados Unidos (en la Episcopal School de Lafayette, Lousiana). Preside también la Fundación Hermanos por Tuxpan, en fin. Los tuxpeños tendrían, creo yo, una gran alcaldesa si finalmente su partido sigue adelante en su propósito de postularla.
Pero en Xalapa he charlado con otra mujer también preparada y que aspira a presidir el Ayuntamiento. Por alguna razón hemos terminando hablando de libros y me sorprende que algunos que le menciono a Dulce María Dauzón Márquez, de Movimiento Ciudadano, los ha leído, y es que los políticos o las políticas poco leen literatura. Por ejemplo, recreamos pasajes de La fiesta del chivo, de Mario Vargas Llosa, por cierto uno de los libros de cabecera de Fidel Herrera Beltrán (¿creerán mis lectores que como el viejo dictador de República Dominicana, Rafael Leónidas Trujillo, el personaje del libro, el Tío Fide madruga y desde las 3 de la mañana ya está enviando mensajes a personajes públicos del estado?) y tengo la oportunidad de conocer otro perfil de esta precandidata ciudadana.
Resulta que es diplomada en Artes por la Universidad Iberoamericana, hizo estudios de piano en el Conservatorio de la UV y de apreciación musical con el maestro y jazzista y buen amigo Guillermo “Memo” Cuevas, estudió italiano e inglés, hizo un curso-taller de literatura mexicana, latinoamericana, clásica, europea y contemporánea con la maestra Nidia Vincent, y seguiría yo si no fuera porque el espacio no da para más. Es una mujer culta, sin duda alguna. Y yo que pensé, para qué ocultarlo, que sólo hacía pasteles. Sinceramente, me dio envidia, de la buena, su biblioteca.
En lo personal, me da gusto que cada vez más, mujeres preparadas irrumpen en la política y se interesan por participar en la conducción de la vida de sus pueblos, de sus comunidades. Aquí he mencionado dos buenos ejemplos. La vida pública de Veracruz gana.
Incertidumbre que mata
En Córdoba, en comparación con otros municipios y distritos en los que ya están claramente perfilados quienes serán los elegidos del PRI para renovar el Congreso y los ayuntamientos, aún no hay indicios firmes de quiénes serán finalmente los candidatos de entre todos los que se han mencionado en los últimos meses, lo que tiene muy inquietos a tricolores del municipio e incluso tanto misterio está generando un evidente desgaste entre los aspirantes que comienzan a descalificarse unos a otros mientras el tiempo transcurre.
Se sabe que en la dirigencia estatal priista decidieron postergar la definición de los candidatos a las alcaldías en el estado, tema que cada tres años viene siendo una papa caliente, para darle prioridad a las postulaciones de los candidatos a diputados que menos levantan polvo. Mientras, muchos deshojan la margarita y se comen las uñas de los nervios. Las que hacen su agosto en febrero son las farmacias, donde se agotan todo tipo de ansiolíticos.