Alrededor de las ocho de la noche de ayer y en medio de la oscuridad por la afectación que sufrió el alumbrado eléctrico, el gobernador Javier Duarte de Ochoa llegó inesperadamente a la comunidad Las Cruces, a unos tres kilómetros de la congregación El Castillo, quizá una de las que más daños sufrió por la granizada que cayó en gran parte del municipio de Xalapa.
Acompañado de su esposa la presidenta del DIF Estatal Veracruz, Karime Macías Tubilla, el alcalde Américo Zúñiga Martínez y la secretaria de Protección Civil Noemí Guzmán Lagunes, batiendo lodo todos recorrieron la comunidad de 500 habitantes y constataron que 50 casas sufrieron daños en sus techos y en sus enseres y que por fortuna sólo hubo ocho descalabrados sin mayores consecuencias. Poco después de las nueve terminaron el recorrido.
La instrucción fue apoyar con todo a los afectados, redoblar la vigilancia policiaca para evitar actos de pillaje y anoche mismo se movilizaban ya cuadrillas de trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad para tratar de restablecer el servicio. La solidaridad es mejor cuando llega de las propias autoridades
En la capital, la zona más dañada fue la de Las Ánimas. Domos de lujosas residencias no aguantaron el impacto y el peso del granizo y cayeron, y el caos era con los aseguradores, pues todos querían que los atendieran primero para que certificaran los cristales de sus lujosos coches y camionetas hechos añicos. Muchos se hacían selfies para presumir que la granizada también les afectó.
¡Brujo! Américo Zúñiga, había programado para ayer domingo por la tarde la celebración del Día del Niño en el parque de Los Berros con el tema “Los Niños y el Agua”, y ¡sopas! que le cae el diluvio con todo y granizo. Bien dice el dicho que cuando Dios da hasta los costales presta. Por niños no paró el presidente municipal, y por agua ¡menos!
Un problema que crece
Todavía no es un problema del Gobierno, pero sí político-religioso entre la Legislatura local y la Iglesia católica del estado, que si no se atiende a tiempo va a derivar en un serio conflicto para el Gobierno de la entidad.
A partir del sábado 26 y sobre todo ayer domingo 27, en toda la arquidiócesis de Xalapa el clero pidió a toda la feligresía prácticamente que se levante en contra de la propuesta de ley de Sociedades de Convivencia y que defienda la postura de la Iglesia.
Todo tiene su origen en una iniciativa con proyecto de Ley de Sociedad de Convivencia –matrimonios entre personas del mismo sexo– para el estado de Veracruz que presentó el pasado 20 de marzo el joven diputado del partido Movimiento Ciudadano (MC), Cuauhtémoc Pola Estrada.
Ese día la Diputación Permanente le dio entrada al documento para su análisis y dictamen y prácticamente a partir de ese momento comenzó la tensión, y por ese mismo hecho, de ser la iniciativa de un partido la Iglesia dio por hecho que la asumió toda la Legislatura.
El argumento del diputado es que las personas del mismo sexo que viven en unión de pareja se encuentran legalmente vulnerables y desprotegidas ante cualquier eventualidad, por la falta de una regulación para sus efectos personales y patrimoniales.
Por eso señaló que los diputados deberían plantearse la necesidad de regular los vínculos y derechos que se generen de las uniones de personas del mismo sexo, “con lo que resulta imperativo reconocer la pluralidad mediante una declaratoria oficial”.
Entonces, adelantándose a los hechos, Cuauhtémoc dijo que esperaba que “la aplanadora priista” no aplicara su “doble moral” y que esperaba que votara a favor de su iniciativa, que por el momento está en stand by, esto es, en turno de espera.
(Seguramente, cuando se refirió a esa doble moral, fue porque recibió el reclamo de dos diputados de filiación priista, si bien navegan con la bandera de Nueva Alianza, Juan René Chiunti Hernández, de Cosamaloapan, y Eduardo Sánchez Macías, de Martínez de la Torre, quienes le dijeron que los metía en un serio problema ya que se verían obligados a sumarse a él porque no podían darle la espalda a miles de gays que votaron por ellos, incluso Eduardo le recordó que había reunido en un mitin a tres mil homosexuales.)
La Iglesia no se quedó callada, como tampoco agrupaciones civiles afines. El 9 de abril, la Arquidiócesis de Xalapa, a través de su vocero y director de la Oficina de Comunicación Social, presbítero José Juan Sánchez Jácome, fijo su postura al respecto, mediante un documento dirigido a los diputados locales y a la sociedad en general, así como a los medios informativos de todo el estado.
Luego de abordar el tema desde un contexto religioso y dar fundamentos doctrinales, la Iglesia hizo un llamado a los legisladores, a quienes recordó que “representan apenas cuantitativamente al pueblo, pero en distintas situaciones han reflejado no representarlo de manera cualitativa, ya que no siempre proyectan en su actuación parlamentaria los valores del pueblo”.
“En este caso –agregó– se trata de temas que hay que analizar de una manera interdisciplinar y no simplemente a partir de la curul, desde la cual no se infunde la ciencia y la conciencia necesarias para legislar sobre temas tan apremiantes”, rematando que “no es posible resolver las cosas desde el autoritarismo o el abuso de poder porque el pueblo los ha designado para representar su causa, sus valores y sus demandas, y no para dejarse llevar por modas, ni para cuidar exclusivamente los objetivos particulares de sus partidos, que en ocasiones se mueven por intereses clientelares”.
Pidió tolerancia sobre su manera de ver la vida y argumentó: “La tolerancia que piden los grupos políticos que respaldan esta nueva legislación no puede convertirse en intransigencia y persecución para quien no piense como ellos”.
Ese amplio mensaje se imprimió en forma masiva, por cierto en papel de buena calidad, y se repartió desde el sábado y ayer domingo en las 83 parroquias de los 33 municipios veracruzanos que abarca la Arquidiócesis, y el llamado de los religiosos a todos los feligreses fue que lo lean, lo analicen, lo reproduzcan y defienden los valores de la Iglesia y a la institución misma.
Cuando cumplió 60 años la Arquidiócesis, en 2011, su territorio incluía a 1,335,656 habitantes, de los cuales 1,234,078 eran cristianos católicos. Eso puede dar idea de la fuerza a la que se enfrenta la Legislatura tan sólo en esta demarcación, aunque el problema lo hicieron suyo las ocho diócesis del estado, cuya población es mayoritariamente católica, el 83 por ciento de 7 millones 643 mil personas según el censo de 2010.
La Iglesia va a presionar, no va a ceder y se convertirá en problema mayor para el Gobierno del estado cuando la cúpula religiosa toque las puertas de la Secretaría de Gobernación y le recuerde que en Veracruz tienen enfrente las elecciones federales de 2015 y la de Gobernador y diputados locales en 2016.
Pero por lo que se vio el sábado y el domingo, ningún negociador político ni de la propia Legislatura ni del mismo Gobierno ha tratado de resolver el problema, ni la diputación mayoritaria priista se ha pronunciado al respecto, los ánimos en la Iglesia están soliviantados, el diputado Pola Estrada se mantiene firme en su postura y el tiempo corre. Como si al Gobierno del estado le hicieran falta problemas, no se ve a los colaboradores del Gobernador actuar ni ayudarlo.
Que no habrá conferencia
Esta mañana no habrá la conferencia de prensa matutina de los lunes que viene ofreciendo el gobernador Javier Duarte de Ochoa. Se supo anoche que tiene actividades en la Ciudad de México. El que sí ofrecerá conferencia pero en Córdoba, a las 8:30 de la madrugada, será el procurador general de Justicia Luis Ángel Bravo Contreras.