En 1987 era yo reportero del semanario Punto y Aparte cuando apenas éramos un puñado los reporteros de Xalapa y de todo Veracruz en comparación con la multitud que hoy son. Éramos reporteros de libreta y lápiz.
Se estaba en el quinto año del gobierno de Patricio Chirinos Calero, en la antevíspera, como hoy, de la sucesión gubernamental. Miguel Alemán Velasco ya había sido sacrificado por el presidente Carlos Salinas de Gortari no obstante que era el candidato natural, para imponer a su amigo Chirinos, quien ya en el poder, también como hoy, pretendía heredar la gubernatura a su entonces ejecutor y secretario general de Gobierno, Miguel Ángel Yunes Linares, igualmente, como hoy.
Hay un hecho hasta ahora inédito, que ahora revelo: en una gira por el norte del estado, estando en el Hotel Plaza de Tuxpan –el viejo Hotel Plaza, de tantos recuerdos en mi vida de periodista porque ahí pernocté muchas noches–, Chirinos le sacó el visto bueno a Salinas para que Miguel Ángel fuera su sucesor.
Cuando Salinas le dijo que sí, el “panuquense” (un acta de nacimiento que publicó Sur, antecedente de Imagen de Veracruz, demostró que había nacido en San Luis Potosí) mandó traer a su colaborador para que hablara con su amigo el presidente. Ese día festejaron la gran buena nueva con una botella de aquel vino de moda entonces, Chablis, también de muchos recuerdos para la clase política de aquellos tiempos… y de algunos periodistas.
En su afán por fortalecer la estructura tricolor, que le serviría, Miguel brincó entonces de la Secretaría a la dirigencia estatal del PRI, pero súper concentró todo, nombró a sus colaboradores en las diferentes carteras y comenzó a tomar decisiones en forma totalmente unilateral, además de que estando en puerta la renovación de alcaldes empezó a enfrentarse con los aspirantes porque impuso a quienes quiso por encima de los intereses de los factores de decisión regionales y de la propia militancia.
Un caso muy sonado fue el de Cosamaloapan cuando a un aspirante lo descalificó en plena asamblea pública diciéndole que ya estaba muy viejo, por lo que éste se pasó a la oposición y le infligió una contundente derrota al candidato priista-yunista.
Había que parar a Miguel, quien ejercía el poder como un patrimonio personal, y hoy ya es histórica una reunión en la casa de don Fernando Gutiérrez Barrios en la ciudad de México a la que asistieron Miguel Alemán Velasco, Dante Delgado Rannauro (quien había sido el antecesor de Chirinos) y el entonces diputado federal Fidel Herrera Beltrán. Ahí se fraguó la derrota del PRI en la elección municipal, y de aquellos entonces 210 municipios, la dirigencia de Miguel Ángel perdió 107, la mitad más dos, algo que nunca antes había ocurrido.
Recuerdo que Yunes Linares convocó de inmediato a
una conferencia de prensa y ahí nos anunció su renuncia al PRI, no sin responsabilizar de la derrota y llamar traidores a los entonces diputados federales Fidel Herrera Beltrán, Gonzalo Morgado Huesca y Carlos Rodríguez Velasco. En diciembre de ese año, cuando Salinas vino a un acto recordatorio de don Adolfo Ruiz Cortines, quien apareció ya a su lado fue Alemán Velasco. Sería el siguiente candidato y gobernador (Chirinos había dado instrucciones desde el inicio de su administración que por ningún motivo lo llevaran nunca a un acto donde estuviera el entonces ejecutivo de Televisa). Con la derrota en las municipales, Miguel Ángel se cayó.
Hoy, pareciera que la historia se está repitiendo o está a punto de repetirse.
El 19 de diciembre pasado publiqué en “Prosa aprisa” que aprobada un día anterior la gubernatura de dos años y ante la inconformidad que había provocado, el reto era mantener la unidad entre el priismo del estado. Está totalmente fracturada y no se ve que se vaya a lograr ya. En lo que resta de aquí al 2016 será una lucha encarnizada de grupos, y de poder a poder.
La guerra ya cobró una primera víctima mortal… política. Si bien es cierto que finalmente Noemí Guzmán Lagunes irá como candidata por el distrito de Coatepec por la necesidad de completar la cuota de género, también lo es que Juan Velázquez Yunes, el otro fuerte aspirante, ya no llegó porque fue sentenciado: te vamos a hacer perder, por traidor (no le perdonan haber votado a favor de la minigubernatura ni haberle dado la espalda a toda su familia carnal: la Yunes-Zorrilla con todo y sus aliados políticos).
Ayer, durante el acto conmemorativo de la promulgación de la Ley Agraria del 6 de Enero de 2015, en el World Trade Center de Boca del Río, los senadores priistas Héctor Yunes Landa y José Francisco Yunes Zorrilla llegaron temprano, placearon ante la concurrencia campirana y agrícola, saludaron a todos los que estaban en el presídium, pero tan pronto supieron que se acercaba la comitiva oficial para iniciar el acto dejaron sus lugares vacíos. Cuando apenas acababa de ocurrir ello, el colega Luis Velázquez Rivera emitió una nota dando cuenta del hecho. Héctor habló por los dos: dijo que querían evidenciar la falta de unidad en el PRI y se fue contra el gobernador y su forma de conducir el estado. Junto con Pepe se fueron luego al café de La Parroquia de Plaza Américas, estuvieron durante una hora y más tarde cada quien agarró por su lado. Se sabe que el tono de las declaraciones va a arreciar.
Lo que se sabe también es que ha habido reuniones en la ciudad de México entre el resto de las fuerzas políticas del estado, ajenas a quienes ahora están en el poder, pero no se sabe para qué. Los hechos por venir nos lo van a decir.
Pero si en ese nivel se notó ayer la división, también se advirtió en el nivel distrital. En Xalapa, mientras Elízabeth Morales García solicitaba su registro como aspirante para obtener la candidatura priista a diputada federal por Xalapa Urbano, en el lado contrario Carlos Arturo Luna Escudero hacía lo mismo, pero por el PAN, lo que no tendría nada de extraordinario si no fue porque estuvo acompañado y acuerpado por Edmundo Martínez Zaleta, ¡exdirigente estatal del PRI!, pero también por el exdirigente estatal del PRD, del PRD amarillo, Juan Vergel Pacheco, más los poderosos líderes empresariales Andrés Beceiro López y José Morán Niembro, entre otros reconocidos personajes; o sea, por la izquierda, el centro y la derecha.
A esa división habría que sumar la de la abierta simpatía de los otros exdirigentes estatales del tricolor, Guilllermo Héctor Zúñiga Martínez, Carlos Brito Gómez (ahora debe ser, o al menos parecer, imparcial porque preside la Comisión de Procesos Internos del CDE tricolor) y Gonzalo Morgado Huesca con el senador Pepe Yunes.
Ayer temprano los restaurantes y cafés de Xalapa eran un hervidero político. Actores y militantes priistas jugaban apuestas e incluso daban hasta tronchado. Vaticinan derrotas en Xalapa Urbano y Rural al igual que en Veracruz Urbano y Rural (Boca del Río), Córdoba, Orizaba, San Andrés Tuxtla, Tantoyuca, Papantla y Zongolica, por el lado del PRI, y Martínez de la Torre y Huatusco por el lado del PVEM, por Martínez porque repetirá como candidata del PAN la aguerrida Alba Leonila Méndez Herrera, exalcaldesa de Atzalan, exdiputada local, exdiputada federal, excandidata a senadora, exintegrante de la dirigencia estatal de su partido, actualmente consejera nacional pero además secretaria general del Ayuntamiento de Teziutlán, Puebla, quien vendrá con todo el apoyo del gobernador poblano Rafael Moreno Valle pues pretenda que sea su punta lanza en el estado en sus aspiraciones por lograr la presidencia de la república. El diagnóstico es de pronóstico reservado.
García Bringas se sacó la lotería
¿Qué creen? Que anoche en la Legislatura de pronto el que hace el aseo se dio cuenta que el diputado local por Coatzacoalcos, Rafael García Bringas, había presentado en tiempo una solicitud de licencia, que además le habían aprobado, para separarse del cargo y poder aspirar a una candidatura a la diputación federal.
Cuando halló el documento fue corriendo a avisar y entonces anoche mismo lo inscribieron como aspirante a candidato del PRI por aquel distrito del sur del estado. Se quedaron en el intento Víctor Rodríguez Gallegos y Jesús Moreno Delgado. Marcelo Montiel perdió su posición.