El hombre está echao pa’lante. Javier Duarte de Ochoa afirmó ayer que “Veracruz es una locomotora que está en marcha” y que ni madres (perdón lector de castos oídos por esta expresión mía, pero quiero dar una idea del énfasis que pone el gobernador en su defensa), que Veracruz (creo que quiso decir que su administración) no está quebrado ni tiene problemas en sus finanzas.
Fue a Tuxpan a presentar el Programa Estatal de Infraestructura 2015 y ante el súper delegado de la Secretaría de Gobernación para el sur-sureste del país, Alberto Amador Leal, habló de una inversión de 11 mil millones de pesos, de obras estratégicas y “de gran calado”, de la creación de miles de empleos, de la “solidez” del estado que tiene “visión de largo alcance” y que su gobierno se está “apretando el cinturón” para hacer obras y servicios de calidad que generen prosperidad.
Y cual locomotora que arrasa con todo obstáculo, arremetió: “Así le contestamos a aquellos que dicen que estamos quebrados, a aquellos que dicen que Veracruz tiene problemas en finanzas. No, no señoras y señores, lo que estamos haciendo es invirtiendo correctamente los recursos, estamos invirtiendo en donde más beneficio, más prosperidad genera al pueblo veracruzano: infraestructura y seguridad pública, que es el mandato que me dio la sociedad cuando llegué: Gobernador, necesitamos seguridad y necesitamos infraestructura”.
Cuando uno platica en corto con Duarte advierte en él una gran serenidad, tanta que pareciera que Veracruz no tiene problemas y él menos. Se le ve festivo, sonriente, apapachador, nada que ver con la explosión de genio que dicen algunos que luego tiene. Ahora sí, como luego se dice en broma, pareciera incluso que tiene y duerme con la conciencia tranquila. Se le ve muy seguro, o es que de plano es un gran actor y ha aprendido a controlar y a esconder bien sus emociones y a mostrar sólo el rostro amable. Pero su mensaje de ayer confirma que se siente muy seguro e incluso respondón, como lo hizo contra sus críticos.
Está en su papel y tiene todo el derecho a defenderse. Que se comparta con él o no la visión que tiene del estado y de su situación ese es ya otro cantar. Ayer, por lo pronto, clavó par de banderillas contra quienes señalamos que las arcas estatales están vacías, que hay crisis económica por falta de recursos, que en la administración pública estatal se viven momentos difíciles por las observaciones de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) a la Cuenta Pública 2013 pero también a las de los años 11 y 12 y otros, que se les debe y no se les paga a proveedores y prestadores de servicios, etcétera.
Qué bueno que el gobernador esté y se muestre optimista. Eso está bien porque el dirigente de todo un pueblo nunca debe dar muestras de debilidad ni de derrota. Javier, por lo que se ve, sigue aquel dicho de que el ave canta aunque la rama cruja. Hasta que cruja de verdad y se rompa. No deja de despertar curiosidad que el acto se hizo en Tuxpan y no en otro lugar. ¿Algún mensaje? ¿Aire para Alberto Silva Ramos que el anuncio de la inversión más importante de fin del sexenio se hizo en su tierra?
Lo que se ve bien es que Karime, su esposa, lo ande acompañando, como ayer, pues siempre el respaldo de la mujer, en cualquier circunstancia, incluso en la peor, es fundamental. Al final y siempre ella será el primero, el último y el único refugio seguro que tendrá (y que ya tiene) cuando se le venga el mundo encima por el final de su mandato y cuando esté fuera de él.
El gobernador acompañó ayer también al presidente Peña Nieto en el acto conmemorativo de la expropiación petrolera en Paraíso, Tabasco y por la tarde inauguró Cumbre Tajín. Sinceramente se le desea éxito y que su optimismo corresponda con la realidad porque nadie quiere que le vaya mal a Veracruz porque entonces nos va mal a todos, bueno, claro, con excepción de los altos funcionarios a los que nunca les va mal.
Pero ante la afirmación del gobernador (el empleado de los veracruzanos, dice Claudia Guerrero) de que todo está de peluche y que no hay tos, entonces dentro de su gobierno tiene no sólo a un muy mal funcionario sino incluso a alguien que hasta puede ser su enemigo disfrazado de colaborador. Porque lo hace quedar mal.
El miércoles el portal informativo alcalorpolitico.com publicó una nota de su corresponsal en Coatzacoalcos, Rafael Meléndez Terán, de que los marinos están esperando su hospital, que debieron haberles entregado concluido y se supone que en funcionamiento este mes.
El colega recordó que en julio del año pasado el propio Duarte de Ochoa fue a colocar la primera piedra y entonces se anunció que quedaría listo en ocho meses. Ya se cumplieron para la obra ni siquiera ha comenzado.
El comandante de la Tercera Zona Naval, Carlos Manuel Monforte Brito, dijo que desconoce si no hay recursos para la obra y menos la fecha para el arranque de los trabajos. Peor, lo que sí sabe es que no se han realizado los trámites para asegurar el terreno. En ese hospital se debería atender a todos los efectivos que participan como policía naval en la lucha contra la delincuencia tras establecerse el Mando Único, según un convenio con el Gobierno del Estado.
El colaborador que le ha fallado a Duarte no tiene idea de la gravedad de su falta. Porque con la única que no pueden quedar mal es con la Marina-Armada de México, hoy por hoy el instituto armado de excelencia en el país, el brazo derecho del presidente Peña Nieto en la lucha contra la delincuencia, el dedo chiquito de los gringos en materia de seguridad por su nivel de confiabilidad y porque los marinos, como los militares del Ejército, son hombres de palabra y no les gusta que se les prometa y ofrezca y no se les cumpla, menos que se les vea la cara.
Seguramente el gobernador, dentro de los 11 mil millones de pesos para obras de infraestructura que anunció ayer incluirá esta obra porque ha dejado muy mal parada a su administración. A lo mejor como satisfacción ofrece a los marinos la cabeza de algún colaborador.
La primavera entra esta tarde. Habrá que cargar baterías. Junto a la buena noticia, una no tan buena: dentro de casi dos semanas termina el horario de invierno e inicia el de verano. Buen fin de semana, lectores. No hay que perder el optimismo. Que el ave siga cantando aunque la rama siga crujiendo.
Yo abro primavera en Coatepec teniendo como anfitrión a Armando López Contreras y con el grupo de amigos de siempre, Carlos Hernández padre primera voz.