Aparentemente el PRI habría tenido resuelta ya la postulación de candidatos a alcalde y a diputados –por los distritos urbano y rural, respectivamente– por Xalapa.
Es evidente que las “bases” desean que el aspirante a suceder a David Velasco Chedraui sea el joven Américo Zúñiga Martínez y que la otra aspirante natural, Elizabeth Morales García, abandere al tricolor para llegar al Congreso del Estado. Hasta ahí, todo bien, pero resulta que llegado el momento para que ella se registre como precandidata a diputada, de pronto ha decidido tensar la cuerda política.
La ex diputada federal, seguramente sabedora de la enorme popularidad que goza en las colonias de la capital del estado por el acercamiento con la gente que le ha permitido un programa de contenido social que conduce en la televisora del estado, ha decidido tensar la cuerda eludiendo el camino ya desbrozado para que cobre como legisladora local y optando por otro sembrado de espinas que incluso la podría llevar a que no llegue a ninguna parte en julio próximo.
Quién sabe qué juego juega, pero seguramente ha calculado ya bien los riesgos y se va a atener a las consecuencias, que incluso le pueden resultar favorables, por qué no.
Respetable xalapeña, Elizabeth es una mujer muy trabajadora, sin duda, y tiene buena imagen. De que es muy lista lo demostró cuando aprovechó al máximo y muy bien su paso por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión donde presidió la Comisión de la Juventud y Deporte, en la que supo hacer relaciones con muchos personajes de diversos estados del país a los que viajó con la representatividad que tuvo. Por supuesto, lo aprovechó también para picar piedra en Xalapa y para mantenerse en la actividad pública pues actualmente es vicepresidenta en el estado del Comité Organizador de los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2014.
Pero a ella ni eso ni una diputación la satisfacen. Ya se le metió que quiere ser la primera alcaldesa de Xalapa y nadie –aparentemente o eso cree o piensa ella– la va a bajar de su macho. En abril del año pasado en este espacio le dirigí una crítica porque es tanta su calentura que cuando el país vivía en un estado prácticamente de emergencia por la irrupción del virus de la influenza humana y cuando todos estaban ocupados en prevenir y combatir el mal pero sobre todo en proteger a los niños (el gobernador incluso canceló una visita a Salinas Cruz, Oaxaca, para recibir un embarque de la ensambladora de tractores china Foton para Coatzacoalcos), ella con una sorprendente insensibilidad sacó un anuncio-aviso en un diario local ¡invitando a su informe de labores! que sería en el Teatro del Estado cuando que lo que más pedían era no celebrar reuniones y menos en espacios cerrados.
Incluso personas de todo crédito me platicaron cómo siendo diputada federal, pero ya desde entonces en franca precampaña, trataba de dar órdenes en el Ayuntamiento para que siempre saliera en las fotos cuando acompañaba al alcalde, no percibiendo tampoco que este es el momento de David Velasco Chedraui y los reflectores deben ser para él.
Pero eso no refleja más que las ansias, el deseo, el hambre, el interés, la determinación e incluso el arrojo que tiene y que ha puesto en juego para tratar de alcanzar su objetivo, algo en lo que está en todo su derecho como ciudadana y como militante de su partido.
El único pero es que solo hay una alcaldía en Xalapa.
Ante su actitud, caben varias posibilidades: que las “bases” ya le dijeron que ella va a ser la ungida; que desde otro lado la están alentando aunque eso implique revelarse contra alguna posible decisión que ya tomaron o que están por tomar en su partido; que con el respaldo popular que tiene piensa o siente que no van a poder resistir su presión, o de plano que ha decidido jalarle los bigotes al tigre tricolor con intención de domarlo y salirse con la suya.
Sin duda, en forma inteligente, Elizabeth busca cobijarse en la bandera de las mujeres, con el argumento de que ya es tiempo de que una mujer llegue a la alcaldía xalapeña, y no sin cierto candor pero también con cierta malicia, cuando la reportera y directora del portal
www.alcalorpolitico.com Ylia Ortiz Lizardi le ha preguntado: –¿Y qué va a pasar con Américo Zúñiga, quien ha expresado su deseo por esta representación popular?, ella ha respondido: –Eso le corresponde al Partido: evaluar a cada uno de los aspirantes y tomar la mejor decisión. ¡Deja chillando la víbora!
Se le desea suerte y ojalá que la cuerda no se reviente y la vaya a azotar.
Y ya vienen los demás casos, los del resto de los 212 municipios. Esperemos programas.