Me entero que la casa encuestadora que trabaja para la Secretaría de Gobernación también coincide con la tendencia de la encuesta dada a conocer por el diario Milenio sobre el proceso electoral en Veracruz, aunque da una diferencia de sólo 8 puntos de porcentaje. Y que en tono optimista ha añadido una nota de que ánimo porque apenas van a empezar las campañas, nota que no interpreto más que como la intención de animar a los que les pagan y que no se les vaya a acabar la chamba. Me quedo pensando y caigo en la cuenta de que los encuestadores son sólo eso, no políticos, y por eso cuando añaden la nota de que las campañas apenas van a empezar, luego se advierte que están totalmente fuera de sintonía pues legalmente las campañas en efecto serán en mayo y junio ¡pero en la práctica se iniciaron de lleno desde el año pasado! y más bien en los dos meses que restan ya van a concluir y que lo que no se hizo antes difícilmente se conseguirá en sesenta días. Cuestión de percepción, sin duda.

Leo ayer en el diario Imagen de Veracruz en primera plana un encabezado que dice que se acerca un infierno para Veracruz. De momento, condicionado como seguramente estamos todos los veracruzanos por la época electoral que vivimos, pienso que se va a poner a peso la campaña de lodo con motivo de las campañas electorales. Pero no. Ya leyendo la nota me enteró que el meteorólogo Isidro Cano Luna pronostica un infierno pero por los intensos calores que nos esperan en los próximos meses con la consiguiente sequía. Que los candidatos hagan lo suyo, pero que nuestras autoridades municipales no descuiden las tareas de emergencia o que se cuelguen pero en serio del programa que con toda anticipación preparó y puso en marcha el gobierno de Fidel Herrera Beltrán. En muchos lugares del estado en verdad se están asando y no tarda en escasear el agua, pero no veo ni escucho ninguna campaña para concientizar a la población a fin de que cuide y ahorre agua.

 

No se necesita ser un mercadólogo ni un genio de la publicidad para percibir que el ciudadano vería bien que los grandes espacios publicitarios electorales se dedicaran a hacer conciencia para cuidar las fuentes del vital líquido, para no desperdiciarla y para ahorrarla.

A propósito, queridos lectores y lectoras, he estado recibiendo sus correos electrónicos en los que me piden ser conducto para solicitar al gobernador que no afloje su lucha para lograr que el gobierno federal baje las tarifas eléctricas. Me apena los apuros que me platican que pasan tanto por la ola infernal como por el alto costo económico que representa para ustedes esta época. He vivido en zona calurosa y sé lo que es tener encendido todo el día y toda la noche el ventilador, los refrigeradores (los comerciantes para que no se les echen a perder sus productos), los enfriadores de agua (los que se pueden dar ese lujo), los climas en las escuelas (donde los tienen), en fin. Aquí dejo constancia de su petición. Ayer pude constatar que luego de que asistió a un evento hípico en esta capital, toda la tarde y parte de la noche Fidel Herrera Beltrán se concentró en sus oficinas de Palacio de Gobierno para acordar con las autoridades que forman parte del sistema estatal de protección civil a fin atender precisamente el problema de escases de agua y sequía que de no preverse lo necesario podría llegar a tener visos de estallido social, no sólo en Veracruz sino en todo el país. Al tiempo.

No dejó de llamarme la atención el miércoles pasado que el propio diputado panista Jesús Mendoza, además de Martín García Avilés del PT y Gerardo Sánchez García del PRI, apoyaron en tribuna el dictamen de la Comisión de Desarrollo Social, que preside el diputado veracruzano José Francisco Yunes Zorrilla, en el sentido de obligar a los tres niveles de gobierno a informar a la Auditoría Superior de la Federación y al Congreso de la Unión sobre el manejo y criterios para asignar recursos presupuestales a los programas operativos de desarrollo social. Digo que no dejó de llamarme la atención la postura del legislador blanquiazul ya que el gobierno federal de extracción panista se niega a transparentar el manejo de esos recursos y en las delegaciones de la Sedesol en los estados tampoco entregan los padrones de las listas de beneficiados a los gobiernos de los estados, no obstante convenios que existen sobre el particular.

Llegó la tarde del viernes pasado a Palacio de Gobierno y antes de trasponer la puerta que da al parque Juárez escuchó que alguien me llama. No sé si me ha estado esperando o ha sido fortuito que me ha visto. Luego de los saludos de rigor, un viejo conocido mío, que hace muchos años se dedicó al periodismo, me pregunta si continúo trabajando en el Gobierno. Entre serio y en broma le respondo que todavía sigo haciendo como que trabajo. Pero sí estás aquí, me pregunta de nuevo. Le respondo que sí, y antes de que diga otra cosa me suelta: ¿no te interesaría ir a trabajar a México? Le preguntó con quién o en qué. Me comenta que sigue trabajando con un viejo personaje político veracruzano ahora en el altiplano. Sería con él, me dice. Le respondo que todavía no acabo de entender bien. Es que el maestro está trabajando con Peña Nieto, ya sabes, y se necesita una gente como tú, me suelta de nuevo. Me le quedo viendo interrogativo y me dice que para llevar un seguimiento de la prensa en Veracruz y para mantener relaciones con los periodistas del estado. Le comento que por ahora tengo trabajo y que estoy bien aquí. Entonces me pide correo electrónico y número de teléfono y me dice que mantendrá comunicación conmigo y que mientras tanto lo piense. Pero es para trabajar en el de efe, me insiste. Ha sido todo tan rápido y cuando reacciono me quedó pensando que el aspirante mexiquense y su equipo no descansan, que están armando grupos por estados. Y eso que aparentemente falta mucho. De todos modos, se agradece la invitación.