​“No tenemos para pagar (a) un López Dóriga, no tenemos para pagar (a) una Adela Micha, (a) un cardenal”, declaró el lunes pasado la joven Andrea Yunes Yunes, hija del candidato del PRI a la gubernatura del estado Héctor Yunes Landa.

Salió así en defensa de su padre ante la responsabilidad que se le atribuye por la guerra sucia que se ha enderezado en contra de su tío (de ella) y de su primo hermano (de él) Miguel Ángel Yunes Linares, el candidato del PAN-PRD.

En rueda de prensa en un famoso café del puerto de Veracruz calificó la campaña de su progenitor como “muy diferente a las anteriores” debido al manejo austero por falta de recursos desde el arranque y porque su esquema se basa en el contacto directo con la población.

“Nosotros no lo tenemos (el dinero para pagar la guerra sucia), se lo puedes preguntar a las lideresas, la realidad es una campaña muy austera y diferente a las demás… nosotros no nadamos en dinero como los otros sí”, registró en una nota la reportera Indira Villegas de veracruzanos.info.

Oportuna la declaración y, a mi juicio, cierta, porque se sabe que, en efecto, su padre el candidato no tiene los recursos de los que gozaron antecesores suyos y porque si algo ha estado cuidando es que no le vayan a invalidar un posible triunfo por una violación a las normas del Código Electoral.

A Héctor lo acusa el duartismo de haberles cerrado las puertas e impedido que se involucren en su campaña y que metan las manos, e incluso aunque hablen de unidad de dientes para afuera, están molestos con él, encabronados con él, para que se entienda mejor.

Pero alguien del círculo cercano a Yunes Landa me dijo que lo que  pasa es que les tienen desconfianza a los prósperos, que Héctor intentó confiar en Javier Duarte pero que, por ejemplo, siempre que habló con él en el pasado, o luego el mismo gobernador lo platicaba o enseguida lo veían filtrado y publicado en la prensa.

Esa desconfianza se extendió más allá y por eso, me dijo casi al arranque de la campaña el interlocutor, tampoco querían que se involucrara ningún próspero por el temor a que por error o deliberadamente cometieran una violación a la ley electoral que lo perjudicara, recelo que parecía bien fundado por lo que acaba de ocurrir ayer, aunque el responsable no es precisamente nadie del gobierno de Duarte… aparentemente.

En conferencia de prensa en la Ciudad de México, el dirigente nacional del PAN, Ricardo Anaya, quien estuvo acompañado por su homólogo del PRD, Agustín Basave, denunció una operación electoral en Veracruz a favor del PRI, a través del programa de Prospera, y presentó audios en los que se escucha presumiblemente al delegado de Prospera en el estado, Alejandro Baquedano, hablando con el diputado local priista Raúl Zarrabal.

En los audios se escucha que el funcionario se compromete a incorporar a 3 mil familias a Prospera, a “apapacharlas” para que voten por el PRI, así como a montar una oficina del tricolor con recursos de la dependencia federal.

Anaya denunció que el delegado federal obligó a sus empleados a firmar su renuncia para así poder evadir a la Fepade y, en su caso, al órgano interno de control.

“A sabiendas de que están cometiendo delitos electorales, a sabiendas de que están utilizando un programa social con fines electorales, lo cual implica la comisión de un delito, hacen que los trabajadores de antemano tengan firmadas sus renuncias para que, en caso de que incurran en responsabilidad, inmediatamente puedan presentar la renuncia, lo cual implica una doble violación a la ley, como aquí lo vamos a escuchar”.

El 23 de septiembre de 2015 los magistrados que integran la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), por mayoría de votos (4 a 2), declararon nula la elección del 7 de junio de ese año en Colima por considerar que hubo una intervención irregular del gobierno estatal y llamaron a la realización de comicios extraordinarios en esa entidad.

El magistrado Manuel González Oropeza tomó esa determinación por un video en el que se observaba al secretario de Desarrollo Social de ese estado, Rigoberto Salazar, pidiéndole a una funcionaria “jalar” a favor del candidato priista y señalando que se trataba de una instrucción del gobernador. 

En la denuncia de ayer de Anaya y Basave no acusan de guerra sucia, pero sí de maniobras ilegales para favorecer al PRI y perjudicar al candidato Miguel Ángel Yunes Linares, testimonio, prueba que podría pesar en contra de Héctor Yunes Landa si la elección tuviera que decidirse en el TEPJF, de ahí que su desconfianza por lo que hicieran otros y pudieran dañarlo ha resultado fundada.

Por eso también creo que la declaración de la joven Andrea Yunes resultó oportuna al deslindar a su padre, quien si bien a lo más que ha llegado ha sido a pedir a su primo hermano que presente también completa la declaración de #3de3 de sus hijos y de su esposa, jamás lo ha llamado corrupto, por ejemplo, y ha dicho que no lo va a hacer.

Pero tan preocupó la denuncia que el propio titular de la Sedesol de la cual depende Prospera, José Antonio Meade dijo ayer mismo que estará atento a la presentación de alguna queja formal respecto al señalamiento presentado por los líderes del PAN y PRD.

“Queda claro que no hay ningún condicionamiento posible. Lo saben los funcionarios, los beneficiarios, pero estaremos atentos de que si se nos presenta una denuncia para dar seguimiento formal y dar apoyo a cualquier trabajo de la autoridad electoral’’, declaró Meade al ser entrevistado en Los Pinos luego de una reunión del Presidente Enrique Peña Nieto, según publicó La Jornada en línea. Cabría pensar que le van a cortar la cabeza a Baquedano antes de que se complique el asunto.

Por su parte, hábilmente de inmediato el gobernador Javier Duarte de Ochoa se deslindó del asunto y le tiró la pelota al Gobierno Federal: “En este caso particular no hay ninguna autoridad del estado señalada ni acusación contra funcionarios del estado, estoy al igual que muchos, atento a lo que sucede y (a) ver cómo se van desarrollando las campañas políticas”.

Está en lo cierto, pero nadie ignora que uno de los señalados, el diputado local y secretario técnico del Consejo Político Estatal del PRI, Raúl Zarrabal Ferat, tiene totalmente el sello fidelista-duartista, y si bien como legislador no forma parte del Gobierno del Estado, como priista tampoco aunque el PRI es el brazo político del gobierno estatal.

Héctor, pues, no tiene recursos, no los suficientes para pagar la guerra sucia en contra de Miguel Ángel, y puede que tampoco esté detrás de la maniobra ilegal para perjudicar a su primo hermano, en realidad a quienes más preocupa que llegue éste al gobierno son otros, ya se sabe quiénes, que sí tienen suficientes fondos (para eso sí) para pagar la guerra sucia en medios nacionales, que cobran un ojo de la cara.

En apariencia están ayudando a Yunes Landa para que gane, cuando en realidad lo que buscan es salvarse, evitar que llegue el azul porque los llevaría a prisión y haría que devolvieran de lo que dispusieron, pero con ese tipo de ayuda lo único que están haciendo es perjudicar al candidato tricolor, porque la guerra sucia, sus efectos se revierten en contra de Héctor porque exacerba al electorado, que ya no se traga fácilmente lo que a todas luces es manipulado.

Los mismos autores son los que difunden hasta bajezas en contra del candidato blanquiazul en las redes sociales, que nadie cree y que hacen víctima y despiertan simpatías por Miguel Ángel Yunes Linares, correos y videos con todo el sello de la casa porque tienen exactamente el mismo formato y hechura de los que se han difundido durante todo el duartismo.

Héctor Yunes Landa por sí mismo es un buen candidato y su limpia trayectoria, bien manejada, le daría para enfrentar bien el reto que tiene enfrente, pero lo están dañando los que lo están “ayudando”. Le urge deslindarse, como lo ha hecho ya su hija Andrea por él, y le urge el grito a tiempo: ¡Ya no me ayudes compadre!

Me reuní muchas veces con Miguel: Duarte

Ahora sí,  en forma inteligente, Javier Duarte de Ochoa le asestó un derechazo a Miguel Ángel Yunes Linares en forma limpia: lo puso en evidencia sin necesidad del lodo y del lenguaje vulgar que están usando los corifeos del gobierno en contra del panista.

En Orizaba, en conferencia de prensa, admitió ayer que sí se reunió varias veces con Miguel en su casa de Boca del Río, porque, dijo, es político pero además recordó su calidad de gobernador, por lo que expresó que si bien fue su contrincante hace seis años, una vez que ganó “me di a la tarea de establecer comunicación con todas las corrientes a fin de generar puentes de comunicación que permitieran transitar a mejores estados de bienestar para los veracruzanos”.

“Sí me reuní en el año 2012, muchas veces, muchas reuniones fueron en casa de este señor y tuvimos muchos acuerdos y eso tiene que ver con el ámbito público y político de un estado como el nuestro… en aquel entonces me reuní con el licenciado Miguel Ángel Yunes para tratar varios temas… tuve varios encuentros y acuerdos y en algunos casos esos acuerdos sirvieron en su momento para establecer una dinámica de calidad política y entendimiento”.

Lo trata con respeto pero indirectamente abona a la denuncia del “Pipo” Vázquez Cuevas de que negoció con él acuerdos para perjudicar a Josefina Vázquez Mota. ¿Ya ven que sí se puede sin lodo?

Le revira Miguel Ángel

Pero anoche, cuando prácticamente ya estaba despachando esta columna (21:42 de la noche), me llegó un brevísimo comunicado de prensa de Miguel Ángel Yunes Linares, que transcribo tal cual:

“Respuesta a las declaraciones de Javier Duarte:

1. Duarte sabe que está apestado y me quiere contagiar.

2. Yo no invito a mi casa a maleantes como él.

3. En 2012 no vivía en mi casa, me cambié en abril de 2013.

4. Reitero mi compromiso con los veracruzanos, Duarte y sus cómplices irán a la cárcel y devolverán lo robado”.

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