El lunes dejó la dirigencia nacional del PRI un político político, sin duda alguna uno de los pocos políticos pensantes y de carrera con los que contaba el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Formado al lado de don Fernando Gutiérrez Barrios, ex gobernador de Veracruz, el sonorense hizo importantes pronunciamientos ante los integrantes de la Comisión Política Permanente, al entregar su balance de los resultados electorales del pasado 5 de junio y antes de anunciar su renuncia.
De entrada, propuso a los priistas hacer una profunda y seria reflexión sobre lo que les ocurrió en la jornada electoral.
Entre tantas cosas, dijo algunas muy interesantes, a mi juicio claves si el tricolor quiere regresar con éxito a la competencia electoral en el país y, lógicamente, en Veracruz.
Por ejemplo, expresó que le quedaba claro que el PRI tiene que cambiar, que es necesaria una transformación a fondo para servir mejor a la gente y conectarse más con la ciudadanía, tanto en sus causas y aspiraciones como en el rechazo hacia políticas públicas con las que no coinciden.
Propuso generar un nuevo sistema político, que permita alcanzar mayorías estables que otorguen a México gobernabilidad con estabilidad.
Pongo el asento en dos párrafos: “Pasemos ya a los gobiernos compartidos y dejemos atrás los gobiernos divididos, a partir de convertir las coaliciones electorales en verdaderas coaliciones gobernantes que se hagan cargo del ejercicio del poder para servir a todos.
Es la hora de modernizar el sistema de partidos políticos para que en la lucha electoral importe tanto el ganar como el gobernar para todos, con resultados y honestidad. Sólo así estaremos en condiciones de crecer de manera sostenida y saldar la deuda social que aún tenemos con la mayoría de los mexicanos, de lo contrario, todo se reducirá a cambiar unos por otros, pero con los mismos resultados la mayoría de las veces”.
Pienso que Manlio les mostró el camino a seguir si los tricolores de veras quieren cambiar y tratar de reencontrarse con el electorado. Pero me pregunto si están dispuestos a escuchar y actuar en consecuencia.
No se trata de reducir todo a cambiar unos por otros, postuló, verbigracia en el caso de Veracruz, completo, que llegue el PAN a sustituir al PRI, sino pasar a un gobierno compartido. En el caso de Miguel Ángel Yunes Linares, ganó con un tercio del electorado, pero dos más votaron por otra opción. Un gobierno plural, creo, sería lo más conveniente.
Pero para ello debe haber disposición política, estar abiertos a convivir y cogobernar con el otro que es y piensa diferente, todo en aras del beneficio colectivo por encima de pleitos personales e intereses partidistas. Creo que los gobernantes priistas, al menos los de Veracruz, no entienden esto, se cierran y reducen su concepción política a una política de aldea, totalmente alejada de la nueva realidad impuesta por una nueva sociedad.
Ayer reveló el Gobernador electo que quiso iniciar su gira por los municipios del estado en Coatzacoalcos, pero que el alcalde priista Joaquín Caballero Rosiñol no lo quiso recibir en el cabildo. Su intención, dijo, era escuchar al presidente municipal y a los miembros de su comuna para buscar juntos una solución al grave problema de inseguridad que se vive en ese lugar del sur de Veracruz. Con la negativa, sin duda, perdieron los porteños. Se impuso la línea de Xalapa, el pleito personal, los intereses de grupo.
Yunes Linares optó entonces por irse a Poza Rica, igual con graves problemas de inseguridad pero donde el alcalde priista Sergio Lorenzo Quiroz Cruz sí lo recibió con los regidores de la oposición, no así los priistas, quienes seguramente atendieron alguna indicación de Xalapa para que no participaran. ¿Perdió Miguel Ángel? Creo que no. Perdieron los representados por esos ediles, quienes los eligieron para que velaran por sus intereses, uno de ellos el de la seguridad.
En Veracruz, los nuevos tiempos, donde tres tercios se disputaron la gubernatura, reclaman no gobiernos divididos sino compartidos como propuso Manlio Fabio Beltrones. Les guste o no a los gobiernos municipales priistas, Miguel Ángel Yunes Linares será gobernador constitucional a partir del próximo 1 de diciembre y el último año de sus gestiones tendrán que transitarlo con un gobernante surgido de un partido contrario al suyo. Pero con su actitud de cerrazón, reduccionista, le están cediendo todo el espacio político, porque el panista va a gobernar con o sin los tricolores y los veracruzanos estarán contentos con él si lo hace bien y sabrán que los priistas no quisieron participar y les seguirán aplicando su voto de castigo.
Luego de la renuncia de Beltrones se supo que hubo una corriente de su partido que le pidió que desistiera. El sonorense no cedió. Seguramente tenía muy claro que no iría a ningún lado y sólo dañaría más su imagen si continuaba al frente de un priismo como el veracruzano, que no está dispuesto a cambiar y que en lugar de pensar en el bien común, colectivo, de todos los veracruzanos, prefiere comprar y hacer suyo el pleito personal de Fidel Herrera Beltrán y de Javier Duarte de Ochoa con el nuevo gobernador, quien ha dado ya muestras de apertura y de querer encontrarse con los priistas. Con su actitud, los gobernantes tricolores reacios a la colaboración institucional sólo están sembrando de espinas el camino de los electores para las elecciones de 2017. En el pecado llevarán la penitencia.
MAYL nombra a otro joven; ahora en prensa
El Gobernador electo, Miguel Ángel Yunes Linares, nombró a otro joven para su equipo de transición. Elías Assad Danini está al frente de prensa y se suma a Índira de Jesús Rosales San Román, titular de la oficina para la transición. Ambos han sido colaboradores del senador Fernando Yunes Márquez. Abogado de 34 años, últimamente trabajaba al lado del alcalde de Boca del Río, Miguel Yunes Márquez, y participó en las campañas de los nuevos diputados locales Maryjose Gamboa y Juan Manuel Unanue.
Aspira a titularidad del IVAI
Con una destacada trayectoria, el doctor Arturo Francisco Gutiérrez Góngora, académico de la Facultad de Economía de la Universidad Veracruzana, decidió inscribirse para tratar de ocupar la vacante que dejó Fernando Aguilera de Hombre como comisionado del Instituto Veracruzano de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales. Cito algunos de sus datos curriculares.
Es licenciado en Economía por la Universidad Veracruzana (UV), cuenta con Maestrías en Economía por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y en Administración Pública por el Instituto de Administración Pública del Estado de Veracruz (IAPV), así como con un Doctorado en Gobierno y Administración Pública por la Escuela Libre de Ciencias Políticas y Administración Pública de Oriente. También cursó la especialidad en Derecho Tributario en el ITAM y cuenta con estudios en Política y Técnica Tributaria, que hizo en el Centro Interamericano de Estudios Tributarios de la Organización de los Estados Americanos (CIET) en Buenos Aires, Argentina.
Es también académico en la Maestría en Administración Pública del IAPV y en el Colegio de Veracruz, instituciones en las que ha participado como jurado, asesor, director y lector de diversas tesis. Ha desempeñado diversos cargos gubernamentales, a nivel Federal en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y en la Secretaría de Energía, en la cual era el encargado de contestar las solicitudes de acceso a la información realizadas a la Subsecretaría del ramo.
En el ámbito estatal trabajó en las Secretarías de Finanzas y Planeación, donde fue Subsecretario de Ingresos, y en la de Educación de Veracruz, donde se desempeñó como Titular de la Unidad de Planeación, Evaluación y Control Educativo, en la que era el responsable de la Unidad de Acceso a la Información. Actualmente es el Subdelegado de Administración del ISSSTE en la Delegación Veracruz.